[resumen.cl] Los pesticidas neonicotinoides son utilizados ampliamente en cultivos agrícolas en todo el mundo. Durante mucho tiempo han sido culpados por el descenso generalizado de los polinizadores. Ahora, un nuevo estudio ha encontrado una correlación directa entre el uso de estos “neonics” y las pérdidas de colonias de abejas en toda Inglaterra y Gales.
Un reciente estudio publicado en la revista científica Nature, reportó que el aumento del uso de los neonicotinoides en el tratamiento de cultivos de semillas de colza en Inglaterra y Gales entre 2000 y 2010 está correlacionado con una mayor mortandad de abejas durante este rango de tiempo, ha informado el periódico británico The Guardian.
Para el estudio, científicos dirigidos por Giles Budge de la agencia de investigación de alimentos y medioambiente del Reino Unido y el profesor entomólogo Keith Delaplane de la Universidad de Georgia, analizaron áreas de cultivos por un periodo de 11 años. En este tiempo, el numero de semillas tratadas con el pesticida neonic ‘’imidacloprid’’ crecieron desde menos del 1 por ciento de área plantada en el año 2000 a mas del 75 por ciento para el año 2010. En total, los investigadores observaron 126,220 colonias en esa área cultivada, de las cuales 10,725 colonias de abejas, un 8.5 por ciento, resultaron muertas.
Una vez que las diferencias de pérdidas de colonias de abejas por región han sido valoradas y cuantificadas, los autores del estudio concluyeron que el uso de imidacloprid tenía una “relación positiva con las pérdidas de colonias de abejas de manera que un mayor uso regional estaba vinculado a mayores pérdidas de colonias de abejas de miel.”
El estudio, también encontró que los agricultores que utilizaban pesticidas neonicotinoides redujeron el numero de otros pesticidas, sin embargo los beneficios a largo plazo con el tratamiento de ‘’imidacloprid’’ sobre cultivos de semillas de colza en términos de rendimiento fueron despreciables.
Las abejas son responsable de la polinización de al menos el 90% de los cultivos comerciales a nivel mundial. Esta especie es las más frecuente visitante de flores de colza de semillas oleaginosas en campos europeos. Los autores del informe dijeron: “Mientras las toxinas agudas siguen siendo la base de las prácticas de control de plagas agrícolas, la sociedad se verá obligada a sopesar los beneficios de los pesticidas en contra de su daño colateral. Es evidente la tensión provocada por el insecticida más utilizado en el mundo, y Europa.
Además, en las últimos meses se hicieron públicos dos estudios que indicarían que esos insecticidas, derivados de la nicotina, presentan un riesgo evidente para las abejas.
Geraldine Wright del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Newcastle (Reino Unido), reportó que tanto abejas melíferas como abejorros preferían alimentarse con soluciones de tiametoxam e imidacloprid, y que los neonicotinoides pueden actuar como una droga para las abejas.
Investigadores de la Universidad de Lund en Suecia evaluaron el comportamiento de abejas silvestres y melíferas en campos de colza tratados con clotianidina y con un fungicida no sistémico. El estudio demostró que se redujo la población de insectos polinizadores silvestres en aquellas zonas tratadas con clotianidina.
En 2013 las autoridades de la Unión Europea prohibieron por el término de dos años el uso de insecticidas de la familia de neonicotinoides, ante la evidencia de que los mismos estarían afectando la salud de los insectos polinizadores.
En Argentina el uso de clotianidina está registrado como insecticida para tratamiento de semillas de once cultivos, mientras que imidacloprid y tiametoxam está autorizado para uso en veinticuatro cultivos.
En Chile, los apicultores relacionan la mortandad de millones de abejas con la aplicación de estos insecticidas que continúan siendo legales en el país: Poncho (nombre comercial del principio activo clotianidina), Gaucho (Imidacloprid) producidos por Bayer y Syngenta, y otros agrotóxicos utilizados en cultivos de uvas y cerezos así como también en monocultivos forestales de pino y eucalipto.