Los Yanquis están decididos a derrocar a Evo Morales antes del 2009
Los dueños del poder sólo respetan la legalidad cuando les favorece. El golpe militar del 11 de septiembre de 1973 lo dejo más que claro en Chile, y en la historia de nuestra América hay cien ejemplos similares, así que lo que hoy sacude a Bolivia no es una excepción.
Los Yanquis están decididos a derrocar a Evo Morales antes del 2009
Los dueños del poder sólo respetan la legalidad cuando les favorece. El golpe militar del 11 de septiembre de 1973 lo dejo más que claro en Chile, y en la historia de nuestra América hay cien ejemplos similares, así que lo que hoy sacude a Bolivia no es una excepción.
El referéndum autonómico de Santa Cruz es sólo la punta del iceberg, es un secreto a voces, que Estados Unidos y la derecha europea planean derrocar a Evo, a quien ven como el eslabón más débil de los gobiernos progresistas de América Latina y a partir de allí lanzar una escalada contra Ecuador y Venezuela.
Para ello se han planteado dos estrategias; la primera es alentar el secesionismo de algunas provincias, ocupando una estrategia que la CIA ya usó para destruir Yugoslavia y la ex Unión Soviética; no es coincidencia que el nuevo embajador en Bolivia sea Philip Goldberd (quien trabajó entre 1994 y 1996 en Kosovo), experto en inventar guerras y dividir países. Su llegada se ha visto alentada y apoyada por los grandes medios de comunicación internacional, la oligarquía racista y por el lumpen de la “Medialuna” (Provincias orientales de Bolivia: Beni, Santa Cruz y Pando), incluidos sus grupos paramilitares como la junta cruceña.
La segunda es de manual; Goldberd repite la vieja estrategia que utilizaron contra Allende: guerra psicológica y el impulso al sabotaje y al desorden interno, utiliza fundaciones como la National Endowment for Democracy (NED), la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid) para transferir dineros a grupos de derecha, y desestabilizadores, que generen paros y provoquen desabastecimiento o subida artificial de precios.
Todas ellas apuntan a debilitar cada día más las posiciones del gobierno, generar un clima de ingobernabilidad para justificar la intervención militar. De hecho los yanquis alientan la autonomía de Santa Cruz y de la misma forma un golpe militar que entre otros justificativos tendría el que Evo no es capaz de mantener la unidad del país. Sin embargo si Evo hubiese decretado estado de emergencia en Santa Cruz, el día que se efectuó el referéndum autonómico, el ejército no hubiese actuado contra los autonomistas quedando Evo desvalidado, precipitando su caída.
Hoy en Bolivia se libra probablemente la suerte de la historia de nuestro continente, de la forma en que el gobierno de Evo sea capaz de revertir la actual situación en la cual la oligarquía y los yanquis tienen la iniciativa, dependerá la suerte de éste y los demás proyectos bolivarianos. Para recuperar la iniciativa el gobierno del MAS deberá definir una estrategia y terminar con las vacilaciones.
Este 1º de Mayo, se logró contener una primera intentona golpista, las denuncias sobre el apoyo que el ejército chileno estaría prestando a los golpistas bolivianos, como denunciara el intelectual mexicano de origen alemán, Heinz Dieterich, son una verdadera vergüenza.
Sin duda, en una situación de debilidad, Evo debe cuidarse de no pisar la trampa de lanzarse a confrontar a la oligarquía sin tener las condiciones para ello, pero sin duda debe avanzar día a día en una estrategia de poder, que generará las condiciones para ello, la situación en Bolivia no se saldará en forma dialogada, es imposible dialogar con una oligarquía rabiosa fascista y racista. Lamentablemente la historia es cruel y no perdona las indecisiones, el costo de una derrota popular es altísimo, los miles de muertos, cientos de miles de detenidos, torturados y exiliados tras los golpes militares en Chile, Argentina, Uruguay o Brasil son el ejemplo de lo que puede acontecer. En Bolivia se viven horas decisivas. El desenlace repercutirá en toda Latinoamérica, desde México hasta Argentina.