[resumen.cl] Luego de dos semanas de movilización, los trabajadores y trabajadoras de los establecimientos educacionales de la Fundación Educativa Juan XXIII, de la provincia del Biobío, demandan la intervención de la iglesia y que se les reconozca su labor en el prestigio de los colegios y escuelas, mientras los directivos de la Fundación indicaron que lo presentado sería su última oferta.
Ayer por la mañana, 431 de de los 479 socios del sindicato votaron la última oferta de la Comisión Negociadora de la fundación, siendo rechazada por 383 votos contra 48 y volvieron a marchar por las calles de Los Ángeles para hacer valer sus demandas.
"Ha aumentado el apoyo de estudiantes, de apoderados, así como el de la comunidad angelina en general; también logramos cobertura de prensa" declaró a Resumen la secretaria del sindicato, Michelle Orrego. "Ellos si reconocen que el prestigio de los colegios de la fundación se debe al trabajo que realizamos día a día y su presencia ha logrado tener las marchas más masivas que se han visto en la ciudad de Los Ángeles". afirmó.
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El empleador había entregado la oferta el 5 de octubre, en la cual se mantenían los beneficios de los trabajadores que ya tenían, con los valores que a la fecha estaban acordados en el convenio colectivo vigente, y se ofrecía un bono de término de conflicto de 600 mil pesos para docentes con contrato de 44 horas; y de 690 mil pesos para asistentes de la educación con contratos de 45 horas, los cuales se habrían cancelado en dos cuotas, una a la firma de contrato y la segunda en febrero de 2018 como "incentivo para el inicio del año escolar".
"La percepción de los socios fue de decepción", evaluó la secretaria del sindicato, "porque nuevamente apunta a un bono eventual, pese a que era mejor que la oferta anterior que era de 165 mil pesos, pero en el cual no consideran lo que nosotros estamos pidiendo que es un ajuste de las remuneraciones mensuales para cada trabajador", agregó.
Además,"el fin de semana la fundación emitió comunicados que tuvimos que responder, porque aducían a que nuestras demandas no eras justas y que como sindicato los habíamos forzado a este proceso de huelga", denunció la dirigente.
Durante el proceso la Iglesia Católica se mantuvo ausente. "Tenemos a un solo capellán [en el sindicato] que es el que trabaja en la escuela de Alto Biobío, todos los demás se han mantenido al margen también. Y en realidad de la jerarquía de la Iglesia no hemos tenido ningún pronunciamiento ante este conflicto" señala la dirigente.
En cuanto al obispo de la diócesis de Santa María de Los Ángeles, Pedro Felipe Bacarreza Rodríguez, quien preside el consejo administrativo, se ha mantenido al margen pese a que el sindicato le pidió que se presentara a la mediación obligatoria en la Inspección del Trabajo del Biobío, en Concepción. "Dijo que las personas que lo representaban en la comisión negociadora eran de su absoluta confianza", reveló Orrego.
Luego de estas dos semanas los apoderados estás inquietos y, junto al apoyo que le brindan a sus profesores, piden a la administración que se pronuncien sobre la posterior recuperación de clases, especialmente por como podrían verse afectados los 4tos medios.
Fotografías enviadas por los huelguistas.