[Resumen.cl] La Corte de Apelaciones de Santiago elevó la pena que deberán cumplir dos ex efectivos de Carabineros, por su responsabilidad en el delito consumado de secuestro agravado de Víctor Osvaldo Zerega Ponce, quien fue detenido ilegalmente en los subterráneos de la Plaza de la Constitución, a partir de los últimos días de junio de 1974 y posteriormente ejecutado en la costa de Valparaíso.

En el fallo (causa rol 3.775-2019), la Cuarta Sala del tribunal de alzada –integrada por los ministros Hernán Crisosto, Antonio Ulloa y el abogado (i) Jorge Benítez– confirmó la sentencia de primera instancia, en calidad de autores del delito, con declaración que se eleva la pena que deberá cumplir el condenado ex oficial de Carabineros Manuel Agustín Muñoz Gamboa a 10 años de presidio efectivo. En tanto, el ex suboficial José Edgar Hoffmann Oyarzún fue condenado a 3 años de reclusión, con el beneficio de la remisión condicional; sin embargo, este criminal falleció recientemente por lo que se libró de cumplir condena.

En primera instancia, en sentencia dictada en abril de 2019 por el ministro Mario Carroza, los criminales habían sido condenados a penas de 5 años, para Muñoz Gamboa, y 61 días para Hoffmann Oyarzún.

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La víctima, el iquiqueño Víctor Zerega Ponce, de 26 años de edad, era miembro de la comisión política del Partido Socialista e integraba la primera dirección clandestina de esa colectividad que se había organizado para enfrentar a la dictadura. Fue detenido por agentes del SICAR a fines de junio de 1974 y conducido al centro de detención y tortura que funcionaba en los subterráneos de la Plaza de la Constitución, en pleno centro de Santiago, conocido por los prisioneros políticos como “El Hoyo”, junto a las ruinas del Palacio de La Moneda.

Según testigos, Zerega Ponce permaneció secuestrado en ese recinto hasta los primeros días de julio de 1974, fecha en que fue visto por última vez en ese lugar. Los agentes anunciaron que lo llevarían con destino a la región de Valparaíso supuestamente para ser interrogado sobre actividades políticas en esa zona. Lo cierto es que fue ejecutado y su cuerpo arrojado al mar por los criminales; sin embargo, el día 4 de julio su cadáver fue encontrado por lugareños en la playa “Los Lilenes”, de la comuna de Concón. El cuerpo sin vida de Zerega registraba numerosos impactos de bala en la región toráxica que le causaron la muerte.

El centro clandestino de detención bajo la Plaza de la Constitución, operaba bajo el control de Carabineros. En el curso de diversos procesos judiciales a quedado acreditado que el mando del cuartel de prisioneros lo ejercía el ex oficial de esa institución Germán Alfredo Esquivel Caballero, actualmente fallecido, por entonces jefe del Departamento II del SICAR. Muñoz Gamboa operaba como segundo jefe de ese recinto de torturas.

En tanto, Hoffmann Oyarzún actuaba como jefe de personal al interior del cuartel, en donde le correspondía ordenar los servicios de guardia y coordinar las misiones que se debían cumplir durante el día, interviniendo en el encierro de las personas prisioneras políticas que ilegalmente habían sido detenidas en dichas dependencias; este individuo se caracterizó por ser implicancia directa en la comisión de los delitos, aportando recursos y cumpliendo las órdenes del cabecilla de la organización represiva, esto es, del entonces capitán Esquivel Caballero.

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