Crónica de Ruperto Concha: El Verbo.

Parte 1 Parte 2 Tras una pausa de dos domingos seguidos, es bueno este reencuentro para entender las extrañas y graves cosas que están ocurriendo, y que, según muchos, parecen a punto de arrastrarnos al estallido de una guerra realmente espantosa, que comenzaría con el enfrentamiento de la OTAN y Rusia por el asunto de Ucrania… pero que obviamente se propagaría hasta los últimos rincones del planeta. Está bien claro que para entender este embrollo hay que partir definiendo a sus protagonistas. Cuando hablamos de la OTAN, por supuesto queremos decir Estados Unidos. El resto de los integrantes son subalternos obedientes, que han demostrado acatar el mandato norteamericano aún en contra de lo que ellos quieran pensar por su cuenta. En  cambio Rusia es ella misma. Es la Federación Rusa, más un puñado de naciones amigas que de ningún modo están en situación subalterna. Y por cierto es útil ver cómo se caracterizan ambos protagonistas, tanto por sus líderes, como por las estructuras políticas que los respaldan. Podemos comenzar por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, hijo de un modestísimo marino jubilado y de una obrera de una fábrica de Leningrado. En estos momentos, Vladimir Putin cuenta con un respaldo popular del 72%, según informe de la prestigiosa encuestadora independiente Levada Center. Frente a él, está el presidente de Estados Unidos Barak Obama, hijo de un economista de Kenya y una antropóloga estadounidense, ambos de la clase media más pudiente de su país. En estos momentos, Barak Obama cuenta con el respaldo popular de 39%, y una desaprobación del 59%, según informe de la empresa Fox. El Parlamento de la Federación Rusa tiene una aprobación popular de 52%. El Parlamento de Estados Unidos tiene una aprobación popular de menos del 17% y es la institución nacional más despreciada por la opinión pública estadounidense. A Vladimir Putin su nación le critica ser autoritario. Un 62% de los rusos lo consideran un tipo franco pero mandón. A Barak Obama, según la encuesta Fox, el 61% de su nación considera que miente. Que oculta cosas con frecuencia, o, al menos, miente ocasionalmente. Sólo un 15% cree que Obama es un tipo apegado a la verdad.     Durante la guerra de palabras que se ha producido hasta ahora, ninguna, absolutamente ninguna de las afirmaciones entregadas por el gobierno o los periodistas de Rusia, ha sido desmentida con pruebas de que hubieran sido falsas. Frente a eso, tanto los voceros de Washington como la prensa oficialista occidental anti-rusa, sí ha sido desmentida innumerables veces por infundir falsedades e incluso por fabricar noticias, fotografías y tomas de televisión. De hecho, incluso medios noticiosos de gran importancia han tenido que pedir disculpas a los lectores y televidentes por dar informaciones erróneas. Por ejemplo, el New York Times, en primera plana y con gran titular, mostró una foto de milicianos federalistas ucranianos, haciéndola pasar como prueba de soldados rusos participando en las protestas pro rusas. La propia vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, había usado esa foto falsa como prueba de intervención armada de Rusia en Ucrania, y, claro, se vio obligada a reconocer la falsedad, aunque insistió en que tiene muchísimas otras pruebas más, pero que por ahora no las va a mostrar. En tanto, agentes y guardias gubernamentales han impedido el paso a los periodistas rusos, los han excluido de las conferencias de prensa, e incluso han detenido y deportado a periodistas de televisión y agencias informativas de Rusia. Y fíjese Ud. qué raro, la organización Reporteros Sin Fronteras, que siempre está denunciando supuestas restricciones a la prensa en Venezuela, el Medio Oriente o en la misma Rusia, esta vez se ha quedado calladita, calladita, como si la libertad de prensa no valiera cuando se trata de Rusia. Pero, en fin, han surgido también voces críticas en occidente, llamando a parar la campaña anti rusa que parece haber caído en un paroxismo histérico de insultos, denuncias falsas y conjeturas que se muestran como hechos comprobados. En Gran Bretaña, el diario The Guardian, que lamentablemente se ha sumado a la campaña publicitario-periodística anti rusa, ayer sábado sin embargo publicó una columna del sociólogo ucraniano Volodymyr Ishchenko, que ha investigado desde adentro todo el proceso que llevó al derrocamiento del presidente Yanukovic y las crisis que están siguiendo. Allí, el sociólogo Ischenko expone cómo la campaña estridente anti-rusa ha conllevado una campaña de réplicas tanto de Rusia como de otros medios que están quebrándole el monopolio a la prensa corporativista occidental. Según él, el pueblo ucraniano está siendo una víctima caricaturizada por el periodismo y la propaganda beligerante. Y señala que tanto en el oeste controlado por Kiev, como en el este, independentista y pro-ruso, la gente en realidad está clamando por recobrar la concordia, encontrar soluciones prácticas y normalizar la vida, el trabajo y la convivencia. Así, el clima de crisis cargado de odio, que parece la obertura sinfónica de una guerra civil, no corresponde al sentimiento ni a la voluntad de la gente común. Más bien, es un proceso manipulado como parte del enfrentamiento de un Estados Unidos que trata de mantener su preponderancia mundial, y una Rusia que lo desafía.     Pero ¿de dónde surgen esas voluntades feroces y empecinadas por imponer soluciones unilaterales en una Ucrania que es por sí misma multilateral? Según el criterio de importantes políticos y analistas occidentales, detrás de la crisis de Ucrania se descubre la angustiosa necesidad de Estados Unidos de mantener su predominio y control a nivel global y sin contrapesos, como único recurso para salir de la crisis económica que tiene a ese país imperial al borde del colapso. Uno de los más importantes políticos y académicos del mismo Estados Unidos es el economista, escritor y periodista Paul Craig Roberts, quien fue asesor del presidente Ronald Reagan y se desempeñó como viceministro de Hacienda de Estados Unidos, y ha sido columnista destacado de los periódicos Wall Street Journal y  Business Week. Es decir, un académico y político más bien conservador. Sin embargo, Craig Roberts acusa directamente al presidente Barak Obama de estar conduciendo al Estados Unidos y Europa en un rumbo de guerra  mundial. Según él, el fracaso actual de los recién suscritos acuerdo de Ginebra para calmar la situación de Ucrania, se debió directamente a órdenes de Washington llevadas a Kiev por el propio director de la CIA, Michael Hayden, para que el gobierno provisional lanzara una acción militar violenta para neutralizar los focos de federalistas rebeldes que mantienen tomados edificios y ciudades enteras en la región sudoriental de Ucrania. Paul Craig Roberts señala que la rebelión de la plaza Maidan que llevó al derrocamiento del presidente constitucional Víktor Yanukóvich, fue efectivamente preparada y orquestada por Washington, y que se invirtieron en ella cientos de millones de dólares, a través de canales indirectos. La jugada de Washington apuntaba a instalar una gran base naval de la OTAN en Crimea, lo que implicaba el cierre o el bloqueo de la base naval rusa, único acceso de su flota al Mediterráneo a través del Mar Negro. Con ello, además, se bloquearía el paso de insumos de guerra, combustibles y otros aportes de Rusia a favor del gobierno de Siria. Pero, cuando ya Washington se creía a punto de cobrar su presa, se produjo la enérgica rebelión popular pro-rusa, Crimea llamó a plebiscito, y Rusia, por supuesto, se apresuró a formalizar la integración de Crimea a la Federación Rusa. Es decir, el sueño de los pibes del Pentágono se encontró con un amargo despertar. Ahora Rusia no sólo había salvado su salida hacia el Mar Negro, sino que había alcanzado control soberano sobre toda la península. En esas circunstancias, Paul Craig Roberts señala que, para ocultar la vergüenza de su fracaso, Estados Unidos está optando por agudizar la crisis y provocar la guerra contra Rusia. Dice Craig Roberts, textualmente: Rusia está invadida de una quinta columna que desea la derrota de su país. Así, el ataque contra Rusia está preparándose.     ¿Y qué papel juega la Unión Europea en ese enfrentamiento?.... En la perspectiva de Craig Roberts, la Unión Europea está sumida en una crisis económica y social en la que sólo consigue mantenerse a flote con sus exportaciones hacia Estados Unidos. Y Estados Unidos, por su parte, puede seguir comprando productos europeos. Gracias a las ininterrumpidas inyecciones de  dólares recién impresos por la Reserva Federal. Si bien ya no mantiene las vertiginosas emisiones de 85 mil millones de dólares mensuales, todavía está emitiendo entre 55 mil y 65 mil millones de dólares al mes. La cifra no se sabe porque se mantiene en secreto.. Si Estados Unidos dejara de comprarle sus productos a Europa, la Unión Europea se derrumbaría. Colapsaría casi de inmediato. Pese a todas las fantasiosas noticias de un supuesto repunte económico de Euro, emergiendo de la crisis, el viernes pasado el candidato Guy Verhofstadt a la presidencia de la Unión Europea, declaró en conferencia de prensa que Europa en estos momentos está sumida profundamente en la crisis y no podrá salir de ella más que asumiendo una integración como una sola gran república federal. Y, oiga, este candidato es el más fuerte defensor de la Unión Europea, frente al número creciente de los llamados Euroescépticos, que abiertamente quieren acabar con el euro como unidad monetaria e incluso desintegrar la Unión Europea misma. A todo esto, la agencia noticiosa norteamericana Associated Press informaba el miércoles pasado sobre un reporte emitido por la institución “Transparencia Internacional”, en que exige que tanto la Comisión Europea como el Parlamento Europeo y otras instituciones de la Unión, pongan en marcha un programa vigoroso y eficaz para combatir la corrupción que se está volviendo endémica en el viejo continente. De hecho, según Transparencia Internacional, un 70% de la gente, en Europa, considera que las instituciones de la Unión Europea están plagadas por la corrupción. Pero, según Transparencia, el Parlamento Europeo se ha negado a cooperar en acciones anticorrupción, y lo único que se ha conseguid hasta ahora es aumentar el secretismo  mediante leyes y decretos que castigan las filtraciones a la prensa. Por su parte la agencia Reuters, señala que en Europa hay complacencia e incluso una complicidad indirecta con la corrupción. Que hay en estos momentos normas y reglamentos anticorrupción, pero estos simplemente no se aplican. En tanto, los bancos europeos dejaron cesantes a 80 mil empleados. Un 3 y medio% más que el número de empleados bancarios que ya habían sido despedidos el año anterior. La tasa de desempleo en Europa se mantiene por encima del 15%, y en los países del Mediterráneo, Portugal, España, Italia, Bosnia y Grecia, la cesantía afecta a casi el 50% de los jóvenes menores de 30 años, que no trabajan ni estudian.       En Estados Unidos, en tanto, el déficit comercial sobrepasó los 43 mil 300 millones de dólares en el mes de febrero, y las cifras de marzo se prevén aún peores. Las exportaciones disminuyeron en un 1,1%, mientras que las importaciones aumentaban fuertemente. Es decir, una parte importante de la inyección de dólares de la Reserva Federal, está yéndose fuera de Estados Unidos. Igualmente, las últimas cifras de desempleo indican un aumento de personas que se acogen al subsidio de cesantía, y por primer vez el número de mujeres que reciben auxilio del estado en bonos de alimentos, sobrepasó hasta casi duplicar el número de mujeres que tienen trabajo. Simultáneamente está aumentando el tono de resistencia iracunda de la gente ante el crecimiento desmedido del aparato del estado federal. De hecho, en estos momentos, el número de empleados del gobierno supera con largueza al número de los trabajadores de los más importantes rubros de la producción industrial y agrícola del país. La impresionante rebelión de los ganaderos, iniciada por el ranchero Cliven Bundy, de Montana, ahora está desafiando abiertamente al gobierno federal en varios estados el centro oeste, principalmente Montana, Nevada, Utah y Texas, donde se ha mencionado incluso que las tropas de la Milicia estadual de Montana, que cuenta con 50 mil voluntarios fuertemente armados, estaría dispuesta a hacer frente al FBI y otros cuerpos policiales armados del gobierno federal. Y, en Texas, el Fiscal General Gregg Abbot anunció que está preparando una demanda judicial contra el gobierno por intervención ilegal contra la propiedad, la familia y el sistema de tierras del estado de Texas. Incluso advirtió que podría repetir el sistema de “carrera y toma de tierras”  que se hizo el siglo pasado, para permitir que la gente se auto adjudique tierras fiscales con autorización del gobierno estadual. Con ello, las tierras que Washington considera propiedad federal, pasarían a ser propiedad privada. ¡Puede imaginarse Ud. lo que ese clima independentista está generando en la gente del lejano oeste norteamericano! Y por cierto Barak Obama y el partido demócrata ven con espanto cómo se amontonan los nubarrones mientras se acercan las elecciones parlamentarias de noviembre próximo.       Pese a la perspectiva expuesta por Craigg Roberts, sobre una guerra más o menos inminente de la OTAN contra Rusia, otras opiniones apuntan a que finalmente se logrará bajar el tono y buscar de veras una solución política para Ucrania, que contemplaría convertir a ese país en una república federal con fuerte autonomía para las regiones. Con ello, de pasada, se rescataría la neutralidad de Ucrania, como país no alineado con relaciones pragmáticas tanto con Rusia como con la Unión Europea. Pero en lo inmediato, más allá del daño relativo que las sanciones le provoquen a Rusia, la economía de Europa está ya acusando el impacto por efecto boomerang de las mismas sanciones. Moscú ya advirtió que aquellas empresas europeas o estadounidenses que se retiren de Rusia, tendrán luego muchas dificultados para volver a ser aceptadas para hacer negocios o inversiones en la Federación Rusa. De hecho, ya China y la India están optando a absorber más gas natural y petróleo de lo que está comprando Europa. Fuera de eso, Rusia le perdonó a Corea del Norte una deuda del orden de los 10 mil millones de dólares, como parte de un acuerdo para construir un gasoducto que lleve gas natural a Corea del Sur, y a los puertos de embarque de naves gaseras para abastecer al Japón. El intenso crecimiento económico de China y de todo el sudeste de Asia, hace prever que en un plazo bastante corto, China, la India , Japón y los pequeños tigres asiáticos estarán absorbiendo casi toda la producción de hidrocarburos de Rusia, con un volumen diario de 21 millones 800 mil barriles de petróleo o su equivalente en gas. Saque la cuenta. Al precio actual, eso significa para Rusia un ingreso de 2.180 millones de dólares diarios. ¿Le quedará algo para seguir vendiéndole a Europa, ahora que las amistades se han enfriado convirtiéndose en antipatía? Y, ¿cuánto tendrá qu pagar Europa por el gas y el petróleo, si tiene que comprárselo a Estados Unidos u otros proveedores lejanos?       La guerra verbal, las andanadas de insultos, amenazas y hasta de calumnias que retumban por ahora, de veras pueden meter susto a muchos. Pero no a Vladimir Putin ni tampoco a Xin Jinping, los líderes de Rusia y China. Poniendo cara de macanudo, el secretario de estado John Kerry dijo el viernes que Estados Unidos es tan poderoso militarmente, que no necesitaría usar sus arsenales atómicos para derrotar a Rusia en una guerra.. Eso nos lleva a dudar de que John Kerry esté realmente entendiendo lo que sería una posible guerra. Parece que él sigue pensando en columnas de tanques y ataques aéreos como en Irak. En estos momentos hay una docena de submarinos atómicos rusos patrullando bajo los océanos sin ser detectados. Cada uno de ellos está provisto de misiles dotados de ojivas nucleares, con una potencia de cuatro megatones. Eso son 4 millones de toneladas de nitroglicerina. Cada ojiva de 4 megatones equivale a 250 veces el poder destructivo de la bomba atómica que Estados Unidos lanzó sobre la ciudad de Nagasaki en 1945. Y Rusia ya advirtió muy secamente que, en caso de ser atacada, responderá con todo. Con absolutamente todo. Una de esas ojivas sobre la ciudad de Nueva York… ¿se imagina Ud. lo que sería?       Oficialmente, ayer sábado se habrían decidido las nuevas sanciones contra Rusia, para castigarla, según declaración europea, por no haber hecho lo suficiente para apaciguar la crisis de Ucrania. Pero, en términos reales, otros voceros de la Unión Europea le soplaron a la prensa que las tales sanciones todavía son sólo de palabra. Que todavía falta conversar más. Es decir, se sigue con la verborrea, y la agresión verbal no sólo no resuelve nada, sino que intensifica la tensión. Quedan varias preguntas… ¿Cómo se las va arreglar Obama ahora que casi todos lo acusan de ser muy macho hablando pero que finalmente no hace nada? ¿Cuál será el efecto de la debilidad del gobierno, en las próximas elecciones de Estados Unidos? Y, si hubiera guerra, ¿con qué cara explicaría sus acciones ante el pueblo estadounidense el el resto del mundo? ¿Qué será peor, perder en la guerra o perder en la paz?       Y una última cosa. He terminado de traducir el material ofrecido y mañana comenzaré a enviarlo por eMail…. Y durante la semana enviaré, a quienes lo soliciten, un dossier completo sobre el caso de Ucrania. Hasta la vista, amigos. Cuídense.   Fuente imagen: http://actualidad.rt.com/   +Crónicas:   Crónica Ruperto Concha: Bomba Demográfica Crónica de Ruperto Concha: El Ojo del Huracán. Crónica de Ruperto Concha: El Colapso del dólar Crónica de Ruperto Concha: Mentiras fáciles La Vergüenza Ucrania y Venezuela

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