«-Di quién es la triste,/ di quién es la sola,/ si la conociste.»
Gabriela Mistral, Balada de la estrella
Los primeros días que transcurrieron luego de la masiva movilización social en octubre de 2018 en muchas ciudades del país, vimos incendios en la mayor red de transporte urbano de Santiago, Metro, seguida de una potente máquina mediática que instaló a Metro, o al menos intentó hacerlo, como gran víctima del «estallido», esto fue cuestionado por una fotografía en la que dos niñas, de no más de doce años, sostienen un enorme cartel que reza: EL SENAME COLAPSÓ ANTES DEL METRO. En otra fotografía se ve, frente a la estación San Joaquín, un grupo de pobladores y un lienzo de papel que anota: LOS PROGRAMAS SENAME COLAPSARON MUCHO ANTES QUE EL METRO.Gloria Sepúlveda Villa / resumen.cl
Dos años antes, la niña Lissette Villa muere en dependencias del CREAD GALVARINO DEL SENAME, la sigla se refiere a Centro de Reparación Especializada de Administración Directa. En 2013 Daniel Ballesteros de diecisiete años, interno en el centro Modelo del Sename en Til Til fue brutalmente apuñalado en su celda por una banda que lo amenazó antes. En 2012 en un centro de Temuco, Guillermina de dieciséis años se quitó la vida. Como sabemos, gracias a denuncias diversas organizaciones sociales y, según consigna el informe a cargo de René Saffirio en 2015 y el informe de PDI en 2019 y otros, revelaron a la ciudadanía la incapacidad del Estado de Chile para reparar de forma especializada las vulneraciones a la infancias y no ha hecho más que sumergirlas en una institución infernal, y el adjetivo se queda pequeño ante las atrocidades cometidas, las prácticas de abuso son llevadas a cabo con impunidad en diversos ámbitos. Luego de ser maltratados en sus núcleos familiares, muchos niños y niñas han visto prolongada su vulnerabilidad en manos de quienes se supone los debe proteger. En otros países como Inglaterra y España también hubo niños vulnerados en instituciones, pero no en la escala como se ha hecho en Chile. Te puede interesar: Sobre los panoramas de la Poesía en Concepción La historia institucional del Sename se remonta a inicios de los años cuarenta cuando «Ciudad del Niño», un proyecto liderado por Oscar Gajardo bajo el gobierno de Juan Antonio Ríos, se instaló como un gran complejo. Posteriormente, en los sesenta Alfredo Vicuña, carabinero en Concepción, impulsa el Coname. En 1979, aun bajo dictadura militar, la Ciudad del Niño se transforma en el Servicio Nacional de Menores que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. El SENAME administra centros de forma directa o bien colabora con privados que acceden a subvención estatal para operar, esto ha provocado malversación de mucho dinero. Los centros pueden ser residenciales cerrados o semicerrados. Solange Huerta, directora del Sename en 2017 declaró que fueron 1.313 muertes de menores y mayores, prácticas de maltrato físico, psicológico y sexual dentro de los centros. En 2018 la Policía de Investigaciones emite un informe cuyo objetivo era ser presentado ante autoridades del Estado, sin embargo, a pesar que las autoridades estaban al tanto, no se reveló a la ciudadanía el nivel de la crisis. Incluso la ONU redactó su propio informe, en base a la visita de cuatro residencias, en contraste con PDI que visitó 240, también con datos y cifras desoladoras: «El Estado es directamente responsable de las violaciones llevadas a cabo en los centros del Sename». Es más, apareció y se ocultó el informe Jeldres (2013) encargado por el Poder Judicial en colaboración con UNICEF, y según consigna el medio CIPER (Centro de Información e Investigación Periodística) para su realización contó con 200 millones de pesos. El documento íntegro del informe Jeldres es de acceso público y está disponible en el sitio web , en él se afirma que muchos NNA (Niños, Niñas y Adolescentes) no contaban con tratamiento médico para sus enfermedades, al punto que en un Hogar de Arica se encontraron casos de VIH e incluso se descubrió una red de explotación sexual. Sobre enfermedades mentales aparecieron muchos casos sin tratamiento. Y así, basados en encuestas, el Informe Jeldres presenta con lenguaje correcto datos que proyectando en la jerga legal el dolor de las niñas y niños. Un artículo en la BBC (2016) de Londres llevó la crisis lejos de nuestras fronteras y así los medios cubrieron la revelación de la crisis tras la muerte de Lissette que destapó cientos más. En una entrevista concedida a RESUMEN en 2017, ELISA MONTI declara que la mediatización del Sename no es más que un «barullo» y agrega «Pero por fin, por fin y de una vez por todas se mencionó la palabra SENAME aunque tuvieron que morir miles, mas ya no pueden desconocer ese rincón oscuro de la sociedad donde van a parar los niños, niñas y adolescentes pobres y vulnerados por este país», Monti afirma que no será suficiente con personas bondadosas, especialistas ni mejor administración, ella propone que «se trata de que no haya Sename». Ese año vino a Concepción a presentar su libro NATRE en colaboración con el Taller del Libro. Después vendrá ANOTACIONES SOBRE LA LOCURA (Taller del Libro) en 2019. En la presentación de NATRE, el Taller relata cómo se encontraron a través de un intercambio de textos y leyeron el blog “Pateando Letras”. Por su parte, Elisa declara que: «Escribir fue lo que, desde que aprendí, hice». En entrevista con Resumen, cuenta que dos profesores en el colegio la apoyaron y que eso fue suficiente para explorar el lenguaje. Y lo hace de una forma brutal, ágil y con fuerza narrativa expone sin ningún tipo de reserva cómo es vivir en el Servicio Nacional de Menores al tiempo que desentraña, con aguda inteligencia, una ética y ternura en situaciones de gran vulnerabilidad, sus relatos tienen, también, humor. La edición de las CRÓNICAS DE INSTITUCIÓN está acompañada por fotografías aéreas de La ciudad del Niño, el Ex Hogar Residencial Aldea María Reina, Ruinas de la Ciudad del Niño y el Ex Hogar residencial de la Paz de los Sagrados Corazones que se ubican en Santiago. La narrativa de Elisa Monti se inscribe en el hiperrealismo social en donde explora con crudeza, como ella ha declarado, a partir de su biografía, las fallas del Estado en relación con las infancias chilenas. “Carita de hogar”, “Consumo problemático de drogas”, “Los padrinos”, “Full Market”, “El incendio”, por mencionar algunas de sus crónicas, abordan con aguda valentía la vida en los márgenes de las niñas y niños acogidos en residencias. En “La fiesta” leemos: «Parece que todos en el Centro padecíamos algún tipo de trastorno mental o del comportamiento, venía de cortesía de ingreso, junto con el examen preventivo antidrogas anal y vaginal» (2020: 63). O en “La fuga” la protagonista relata: «Mis amigas me contaban algunas cosas de sus vidas, eras terribles: violaciones, trabajo infantil, golpes, droga, explotación sexual…un largo etcétera que se repetía de una a otra.» (2020:68). En NATRE, relata el trato salvaje por parte de carabineros hacia dos adolescentes capturadas en la calle: «No nos llevaban a la comisaria y tenía la certeza de que en cuanto se detuvieran se nos abriría la puerta de algún infierno» (2017: 85). Un infierno exacerbado por la cocaína y el abandono estatal y familiar que se perpetúa en prácticas de abuso en todos los círculos de interacción de los niñas, niños y adolescentes. La última crónica del nuevo libro “Una conversación formal” recoge con mucha versatilidad el lenguaje de la calle, áspero, ingenioso y musical. Elisa además, tiene un programa “Ni tan sola” en Spotify y está explorando el audiovisual a partir de un corto stopmotion basado en su texto “Disparo”. En las primeras semanas de enero de 2004 se estrenó BE HAPPY una película de Gonzalo Justiniano. Tiene mucho fundido a negro, pero, fuera de eso, me impactó cuando la protagonista es capturada e ingresada en un centro para menores en los cerros de Valparaíso, ella busca a su padre, prófugo por robo, y comete el error de mencionar que está sola, la suben a un furgón policial lleno de adolescentes, una de ellas tiene una bolsa de cocaína y una mirada desafiante. Las escenas describen la rutina en el centro, las duchas abiertas, niñas que llegan por «equivocación». El informe Jeldres explica que los Tribunales de Familia depositan a los niños «ad aeternum» (2013: 58) en los hogares. En la película, las niñas se alimentan con pan duro bajo la mirada inquisitiva de la cuidadora. Una de ellas “La pulga”, que ha entrado y salido desde niña provoca un motín para escapar saltando los muros, la protagonista que llegó por equivocación, ve su oportunidad y se escabulle también. Cuando leí CRONICAS DE INSTITUCIÓN recordé inmediatamente las escenas de la película de Justiniano y me sorprendí muchísimo por el golpe de realidad que me ocasionó la narrativa de Elisa Monti, el último relato de su libro sigue a un grupo de niños y niñas que no pasan los trece años, entre ellos, «Agujita» con solo diez se maneja con agilidad en la calle, logra zafar un linchamiento, e insiste en su camino temerario. La escritura de Elisa Monti es un ejercicio de libertad y rebeldía contra los sistemas opresivos familiar e institucionales. En su voz están las 1.313 voces de niñas y niños perdidas en manos del Estado chileno cuyos ecos vibran en las páginas de CRÓNICAS DE INSTITUCIÓN. ELISA MONTI CRÓNICAS DE INSTITUCIÓN TALLER DEL LIBRO 124 PP.