Ayer miércoles 16 de octubre, más de 40 años después del crimen, fue realizada la reconstitución de escena del asesinato de los dirigentes sindicales de la empresa de montaje industrial Sigdo Koppers de Talcahuano Máximo Neira Salas y Hugo Candia Núñez, ambos militantes del MIR. La diligencia judicial decretada por el Ministro en Visita Especial de la Corte de Apelaciones de Concepción, Carlos Aldana Fuentes, quien lleva la causa interpuesta por familiares de dirigentes sindicales asesinados en el interior del Fuerte Borgoño por funcionarios del Servicio de Inteligencia Naval, Ancla Dos, de la Base Naval de Talcahuano.
A pesar de ser decretada por el juez Aldana la reconstitución fue dirigida por fiscal naval Alejandro Enríquez, todo en ello en virtud del trato especial, con tribunales y cárceles especiales, que reciben los militares violadores de derechos humanos en nuestro país.
A esta reconstitución fueron citados a declarar al lugar de los homicidios más de veinte funcionarios, entre ellos el Jefe del Ancla Dos, Hugo González D’Arcangeli, capitán de navío, en retiro, y uno de los jefes de los equipos de torturadores, José Cáceres González, capitán de fragata, en retiro, quienes cumplen condena de reclusión en la cárcel militar de Punta Peuco por la desaparición forzada de otro dirigente social de Talcahuano, tambien militante del MIR, Rudy Cárcamo Ruiz.
También concurrió Julio Alarcón Saavedra, capitán de fragata, en retiro, quien el 21 de septiembre de 1973 asesinó a otro militante del MIR, José Constanzo Vera, pero absuelto por prescripción por el Ministro en Visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, sentencia aprobada luego por esa corte y por la Corte Suprema en mayo de 2008, en uno de los últimos actos de impunidad de ese tribunal.
No comparecieron a la diligencia, pese a que habían sido citados regularmente, el Comandante de la época de la Base Naval de Talcahuano, Víctor Henríquez Garat, quien ordenó la entrega de los cadáveres de Neira y Candia a sus familiares y Ari Acuña, Jefe del Departamento de Inteligencia a la época. Asistió tambiénl una de las hermanas de Hugo Candia Núñez, Haydee, quien también fue interrogada respecto a las diligencias que cumplió con Víctor Henríquez Garat luego de la muerte de su hermano. El abogado Pedro Enríquez Barra declaró como ex prisionero de ese mismo lugar, relatando las torturas a las que fue sometido por personal al mando directo del presidiario José Cáceres González, y la entrevistado en el mismo lugar y ocasión por el Jefe del Ancla Dos, Ari Acuña, y por Víctor Henríquez Garat.
Los querellados y testigos fueron interrogados por el Fiscal Naval a cargo de la diligencia para establecer el lugar en que estuvo emplazado el campo de torturas conocido como “La Ciudadela” en el que fueron asesinados cuatro militantes del MIR en 1973: José Constanzo Vera, el 21 de septiembre, Ricardo Barra Martínez el 28 de ese mes, Máximo Neira Salas y Hugo Candia Núñez el 11 de octubre.
Participaron, de también de la diligencia la abogada del Ministerio del Interior Patricia Parra y el abogado de la familia Nelson González Bustos.
Foto Archivo Resumen: Funerales de Hugo Candia