Por: Pablo Angulo Vera
Los trabajos performáticos del artista lotino Oscar Gavilán Performance Lota Green y Esto es Normal, relevan al cuerpo como el gran ausente en la discusión patrimonial. Lota Green fue una industria de refractarios (ladrillos y cerámicas) que durante cerca de un siglo funcionó en la comuna de Lota y que dejó detuvo su marcha hace menos de una década. En la actualidad la industria está convertida en ruinas y sus instalaciones reducidas a escombros. En ese contexto, a fines del 2012, Gavilán en compañía de Al Peroa, realiza una intervención que tiene como punto de partida la reescritura de la historia de la industria y de la ciudad en clave corporal, enfatizando la modelación de los cuerpos que opera la empresa por medio del proceso productivo. Manos mutiladas, pulmones afectados por silicosis, espaldas dañadas, entre otras afecciones corporales son destacadas en esta obra, asimismo las propiedades de los materiales como el fuego, el ácido y las prensas que son trabajadas en toda su complejidad. La intervención opone su gesto de restitución de la materialidad de los cuerpos y de los elementos a los dispositivos de construcción del patrimonio impuesto por la oficialidad ministerial chilena, que construye su noción de patrimonio negando dicha materialidad y concentrándose sólo en la fachada vacía de la ruina, destacando su antigüedad y el estilo arquitectónico de su construcción, dejando completamente fuera los cuerpos de las obreras y obreros que desarrollaron allí su vida, ocultando asimismo los elementos de trabajo y sus consecuencias (las quemaduras, las mutilaciones). En la performance se realizan moldes con el torso de Gavilán a la manera de los bustos de los héroes nacionales, bustos heroicos construidos sobre las ruinas de los cuerpos enfermos de los/as trabajadores/as que el cuerpo del performer actualiza.
Hoy en día, lleva a cabo en distintos lugares de Chile y el extranjero su serie Esto es Normal, donde el elemento central de las acciones lo constituyen un par de prótesis de piernas. Estos elementos están inspirados en la epidemia de poliomielitis que afectó a la ciudad a mediados del siglo XX y que tuvo a la propia madre del artista como una de las principales afectadas. A su vez, las prótesis dan continuidad a la idea de la persistencia de la historia como ruina, que atraviesa transversalmente su obra. Ruina de los cuerpos obreros/as, ruinas de la ciudad y sus prácticas comunitarias, convertidas en espectáculo en los paquetes turísticos para visitar el Parque Lota y la mina Chiflón del Diablo, donde la visión patrimonial oficial blanquea y suprime los conflictos que allí existieron y existen, relevando como importantes sólo las locaciones de una práctica obrera que se vende completamente idealizada.
En sus últimas presentaciones, Gavilán ha incorporado nuevos elementos a su trabajo, entre ellos, las patas de pollo como cuerpo/materia (no metáfora) del control industrial de los alimentos. El pollo como animal obrero explotado, las patas de pollo como restos/ruinas que las clases populares latinoamericanas históricamente han utilizado para alimentarse.
Performance Lota Green y Esto es Normal, dos procesos creativos para tener en cuenta a la hora de incorporar el cuerpo a la discusión patrimonial, cuerpo oculto, cuerpo blanqueado, cuerpo negado por el énfasis del edificio y la fachada que operan como velo de las luchas y conflictos presentes en las dinámicas de construcción de la ciudad y las prácticas laborales basadas en la explotación que ellas implican.