El 27 de febrero de este 2013, Piñera conmemoró los tres años del terremoto y maremoto del 27/F inaugurando una Villa bautizada como Horizonte, emplazada frente al campamento El Molino, por entonces el mayor campamento de damnificados. Allí la máxima autoridad del estado declaró “hemos terminado con el mayor campamento de Chile”.
Hoy a casi dos meses de dicha declaración cualquier persona que visite la localidad de Dichato se encuentra con que efectivamente hay una Población Nueva a la izquierda del camino, de cuestionable calidad, sin embargo sigue subsistiendo un campamento a la mano derecha y es que El Molino no ha desaparecido.
Simples matemáticas:
Durante el invierno del 2011, segundo invierno en mediaguas para los damnificados, en la localidad de Dichato se produjo un levantamiento popular. Los vecinos de dicha localidad manutuvieron los accesos tomados durante días, provocando la solidaridad en numerosas ciudades del país. El gobierno se vio obligado a levantar mesas de negociación con los damnificados, en aquellas mesas los dichatinos dejaron claro que la necesidad de subsidios para la localidad superaban los mil.
La Villa Horizonte mostrada como panacea por el gobierno y sobre la cual existen una serie de cuestionamientos no supera las 210 viviendas, solo las familias albergadas en El Molino superaban las 500, sin contar los demás campamentos de damnificados y aquellos aún más postergados que levantaron mediaguas en sus propios sitios de residentes.
En Dichato el gobierno hoy a más de tres años del cataclismo a entregado 210 subsidios habitacionales en Villa Horizonte y 128 en el Condominio de departamentos de Bahía Azul, total 338 subsidios muy lejos de los mil solicitados por los damnificados.
Y eso es todo pues la política de Reconstrucción del segundo gobierno de los gerentes en Chile, no fue más que eso: entregar subsidios de viviendas, los cuales hoy son profundamente cuestionados no solo por insuficientes sino además por ser injustamente entregados.
El gobierno trata de alargar sus cifras incluyendo poblaciones como El Sauce y Miramar donde las propias empresas constructoras reconstruyeron con los seguros que cobraron, cuestión que es del todo privada y donde el Estado no invirtió un solo peso.
“Toma damnificados de El Molino y Sin Casa de Dichato”.
Hoy en El Molino, el grupo de familias excluidas de los subsidios del gobierno están a punto de ver retroceder sus condiciones de vida a las mismas del día 27 de febrero del 2010, tras el traslado de parte importante de los sus habitantes a la Villa Horizonte y otros tantos al condominio de departamentos, los excluidos de solución habitacional han sido amenazados de quedar sin instalaciones sanitarias, ni servicios básicos instándolos a abandonar el lugar y trasladarse de allegado donde familiares.
Pero además de los postergados en El Molino hay otros habitantes que también fueron damnificados y que si tienen todos los certificados que los acreditan (Inhabilitabilidad y Rucan), que además incluso recibieron un subsidio, sin embargo hasta hoy no hay empresa constructora que se haga cargo del proyecto o en otros casos la empresa constructora tiene los proyectos detenidos, entre otros argumentos porque el gobierno no le ha hecho llegar los recursos. (empresas Cardenal y Rucantec).
Son estas familias las que han tomado la determinación de permanecer en toma e iniciar una huelga de hambre a contar del viernes 12 de abril
Aún más postergados que el resto de Dichato
Además en Dichato existen mucha personas que denuncian haber quedado fuera de los subsidios del gobierno, algunas acusan que efectivamente les faltó algún papel, pero culpan a la burocracia del municipio de Tomé o del SERVIU por dicho problema.
En Dichato además existían previo al terremoto tres comités de allegados sin casa, los cuales han quedado fuera de toda posibilidad de obtener un subsidio, por la preferencia que han tenido los damnificados, sin embargo estos pobladores acusan a las autoridades de haber generado una política clientelar y corrupta: “Hay familias que han obtenido 5 y hasta 6 subsidios, hay más de 20 casas en Villa Horizonte que pertenecen hoy a personas que no fueron damnificadas, aquí los dirigentes que trabajaron para el gobierno y el municipio de Tomé, eran quienes definían quien obtenía beneficio y quienes no y hay funcionarios públicos del SERVIU que obraron de la misma forma, hay una serie de injusticias en el reparto de subsidios, aprovechamientos y mucha gente que injustamente esta siendo rezagada” nos manifestó un dichatino que pidió ocultar su identidad para no ser castigado por el SERVIU ya que aun espera una solución de vivienda.
Lo cierto es que el reparto de subsidios en Dichato amerita al menos una investigación interna por parte de SERVIU o algún organismo contralor del Estado.
Lorena Arce, dirigente de los damnificados del borde costero de Dichato y actual dirigenta del condominio Bahía Azul manifestó a Resumen, "hasta el día de hoy se pasean por el condomino comprobando si los vecinos hacen uso de los departamentos o no, una forma en que ellos mismos reconocen no tener claridad sobre los subsidios otorgados, pero lo más penoso es que hasta hoy no entregan los títulos de propiedad, como forma de tener a los vecinos atemorizados, acallar los cuestionamientos y las críticas a algo que ha todas luces tiene una serie de irregularidades”.
Sin duda el gobierno coptó a dirigentes sociales en Dichato y otros campamentos de damnificados del país para que les ayudaran a contener el malestar social, indudablemente que estas personas que “dirigentes sociales” que trabajaron para el Estado, fueron compensados de alguna forma por el gobierno, esas situaciones son las que hoy se deben investigar. Las prácticas mafiosas de las maquinarias políticas, trasladadas a dirigentes sociales vendidos, que generan una lacra de corrupción es un tema tan sensible como la solución habitacional para víctimas de un terremoto y maremoto