Darwin Rodríguez, de editorial Al aire libro: “paralelo a su inmenso aporte poético, Omar Lara brinda un escenario en que las fuerzas creativas se desplieguen infinitamente”
[resumen.cl] Ante el fallecimiento de Omar Lara, han sido diversas personas que se han pronunciado respecto a las repercusiones de su quehacer vinculado a la creación poética y la promoción literaria desde temprana edad, como cuando siendo estudiante de Pedagogía en Castellano en la Universidad Austral de Valdivia, junto a compañeros y docentes jóvenes, fundó la revista Trilce. “Mis compañeros de aventura se llamaban Enrique Valdés, [...] Claudio Molina, Luis Zaror y un quinto que después de 1973, y sin ponernos de acuerdo, optamos por no nombrar nunca más”, indicó en un texto de remembranzas de aquel periodo.
“En 1972 celebramos los 8 años de Trilce”. Luego, “vino lo que vino. El golpe de Estado de 1973 nos dispersó, nos exilió, nos torturó, nos asesinó”, sentenció. En este periodo, su trabajo como escritor y promotor literario no se detuvo. En Perú, en Rumania (donde estudió filología en la Universidad de Bucarest) o en Madrid. “Traduje [al rumano] a varios poetas chilenos, pero también latinoamericanos y españoles. De ellos, uno de los que tuvo una acogida y una comprensión más conmovida fue Jorge Teillier, a quien traduje con la complicidad de Marin Sorescu y la colaboración decisiva de Sebastián Teillier”, contó en una entrevista a Carlos Amador Marchant el año 2008. En Madrid fundó la revista LAR (Literatura Americana Reunida) y de esa época también data inicio del el trabajo editorial con el mismo nombre, publicando en el Chile de la década de 1980 libros como “Historia del Movimiento Obrero” de Hernán Rámírez Necochea, “Víctor Jara, un canto truncado” de Joan Jara, del cual Omar Lara indicó que lo había editado como «Un canto NO truncado», un libro recopilatorio de intervenciones de Salvador Allende, “Violeta Parra” de Patricio Manns, entre otros textos.
Omar Lara nació en la localidad de Nohualhue, comuna de Nueva Imperial, y a partir de lo cual se presentaba a sí mismo, afirmando: “Yo digo, muy en serio, que soy un poeta campesino, por lo menos de origen y formación campesina. Mi abuelo era carpintero y mi abuela una dueña de casa apacible y fuerte. Luchadores tremendos en tiempos de una terrible precariedad económica. Son mis mayores influencias en todo sentido, incluso en la poética. Cuando hablo de la “mirada” que marca un destino de poeta, pienso ineludiblemente en ellos”.
Para ahondar acerca de los influjos del poeta en su generación y en las posteriores, Darwin Rodríguez, escritor y gestor de la editorial tomecina Al aire libro, contestó a las interrogantes de Resumen, afirmando en primer orden que “donde quiera que me sitúe, en la Galaxia de Tomé, en la Isla Quiriquina, (que pudo ser la cárcel pinochetista en Valdivia como la que le tocó a Omar), en el exilio que acoge a la diáspora, desde el Círculo de Bellas Artes, desde Al Aire Libro, desde la intimidad creadora y la militancia allendera, me encuentro con Omar”.
[caption id="attachment_102580" align="aligncenter" width="750"] Omar Lara y Darwin Rodríguez en la presentación del libro "La cebra Mágica", en Casa del Arte.[/caption]
-A Omar Lara se le ubica dentro de la llamada Generación Dispersa (o dispersada, producto del terrorismo de Estado impuesto en dictadura). Háblanos de la relevancia que tuvo su poesía en los marcos de su generación y qué elementos se pueden encontrar en ella que creas oportuno relevar.
Hubo un par de generaciones en que las ocupaciones esenciales se empezaron, crecientemente, a fundir con los sueños de otros. Se empezó a diluir la forzada dicotomía del hacer individual y la responsabilidad social. El decir de los 70 culminó en un nítido sujeto hablante: el nosotros, sin que ello significara la pérdida de las identidades de cada uno de los creadores. Por el contrario, cada uno aporta con sus particularidades a la construcción del discurso ético, estético y político del nosotros colectivo.
-En un texto, Omar Lara se refiere así de los inicios de Trilce en Valdivia en el año 1964: “La creación de Trilce no pasó inadvertida. Provocó, incluso, suspicacias, sospechas de alto vuelo. Nadie, o muy pocos, entendía esto de Trilce, una palabra extraña, misteriosa y, para algunos, peligrosa”. ¿Qué significado tiene esta revista para la práctica poética contemporánea?
Precisamente la aparición de los grupos como Trilce, Tebaida y Arúspice expresan el quehacer colectivo, el quehacer del nosotros, al mismo tiempo que conservan, internamente, las particularidades de sus integrantes, y las diferencia entre ellos, no solo por su desconcentración geográfica, sino su descentralización cultural. Son producto y causa del proceso de profundidad la redistribución del ingreso poético
-El trabajo de promoción literaria fue ejercido permanentemente por Omar Lara, desde la organización de encuentros poéticos en la década de los sesenta y principios de los setenta, en torno a la revista Trilce, así como la fundación de Ediciones LAR (Literatura Americana Reunida) y la revista homónima, también la gestación de ferias del libro y haber sostenido una librería en el centro penquista. Sería interesante que te pudieras referir al impacto que este trabajo pudo haber tenido en las generaciones posteriores vinculadas a la literatura en general.
Cuando los nuevos patrones de acumulación impulsan, fuerzan, a sangre, fuego y crédito al individualismo, y el espíritu progresista es despojado del cuerpo que lo alberga, hay quienes construyen un camino de reivindicación humana.
Al contrario de la inercia militante, repetitiva y anti-dialéctica, los esfuerzos del mundo del arte, premonitorio de nuevos mundos, no se someten a la enajenación del discurso de un nosotros metafísico, (que repite mecánicamente fórmulas obsoletas, sacralizadas por el desconcierto y el contrabando ideológico) sino que vuelve al intento de recuperar al individuo, al yo enajenado, para, desde su reconstrucción esforzada, audaz, peligrosa, de aciertos y errores volver, junto con otros y (cada vez más protagónicamente) otras que hacen el mismo esfuerzo, aportar a la construcción nosotros.
Es en este proceso, en que Omar, una vez mas, poeta, adivino, generoso y consecuente, inscribe cada etapa de sus esfuerzos. Sus obras, toda su obra es la creación permanente, de un escenario, de alamedas que al transitarlas, las construimos.
En tal sentido, en paralelo a su inmenso aporte poético, Omar brinda un escenario en que las fuerzas creativas se desplieguen infinitamente.
- En una entrevista realizada por Carlos Amador Marchant en 2008, ante la pregunta si es que en Chile “¿se avanza en materias de apoyos literarios?”, por parte del Estado, Omar Lara respondió: “Me gustaría mucho responder esta pregunta pero me temo que necesitaría un tiempo y un espacio del que carezco ahora. Dicho gruesamente, son tiempos distintos y las perspectivas del hacer y el necesitar también. No sé si se avanza. Hay elementos nuevos sí. Pero no sé si se avanza”. ¿Cómo interpretas estas afirmaciones?
Es difícil interpretar sus palabras. Sí podemos tener opinión: Es necesario precisar de qué avance hablamos. ¿De apoyo a los/as creadores/as?. No me parece que la manera concursiva actual sea un avance, aún que hay más recursos involucrados. Mas recursos en este esquema, es un retroceso. Es una profundización del sistema individualista.
Los avances están en el mundo de la creación que como una de las expresiones humanas aventura propuestas para la nueva constitución.
Foto de portada extraída de sech.cl.
https://www.youtube.com/watch?v=pZ45eT5X-5M
.
Darwin Rodríguez, de editorial Al aire libro: “paralelo a su inmenso aporte poético, Omar Lara brinda un escenario en que las fuerzas creativas se desplieguen infinitamente”