Por Lucía Sepúlveda Ruiz / www.periodismosanador.blogspot.com
Lo positivo del programa Qué Comes/Frankenfood fue colocar el tema en la pantalla (con un título que era publicidad engañosa)... y mostrar por primera vez en tv el decreto de etiquetado de alimentos transgénicos que Bachelet y Lagos no promulgaron el 2000. Pero la balanza estuvo claramente cargada para el lado empresarial evidenciándose el conflicto de interés con el avisaje en ese medio. Este 23 de mayo tenemos que volver a ocupar la calle con nuestras demandas: que Monsanto deje de sembrar cáncer trasgénico cultivado con glifosato en Chile, que Bachelet etiquete los alimentos transgénicos, y que prevalezcan la semilla campesina e indígena y la agroecología sepultando definitivamente la Ley Monsanto.
Afirmación equívoca
Lo más negativo de Qué Comes es haber dejado la sensación de que no hay alternativas de alimentación sana. Dos hechos fueron determinantes para ello, uno al inicio del programa, cuando se hizo un juego con público, para concluir que todos los alimentos tenían “intervención de la ciencia y la tecnología”. Esa afirmación era equívoca pues si hubieran colocado fruta y verdura orgánicas (cosa que no hicieron) eso habría tenido también cierta tecnología, es decir métodos de producción sana. La idea de que “todo alimento” tiene intervención es propia del discurso de la industria pro-transgénicos y es funcional al conformismo. El otro hecho que contribuyó a la confusión fue que apenas mencionaron que el glifosato fue reclasificado por el IARC/OMS probable cancerígeno y en cambio asociaron el cáncer con la acrilamida, llenando una atractiva porción del programa con ese problema saliéndose fuera del tema. Promocionaron un futuro catastro de alimentos con acrilamida y escondieron la guía de productos transgénicos de Nestlé, Kellogg y otros.Efecto derrotista
Varios comentarios en twitter mostraban una audiencia convencida de que “no hay nada que hacer”. La única alternativa dada fue la educación en alimentación sana a un grupo de niños. Pero no hubo entrevistas sobre agroecología ni huertas urbanas ni agricultura orgánica, pese a que Luis Puente, el ingeniero en tecnología en alimentos dijo que en el futuro el alimento tenía que ir hacia un equilibrio entre la innovación y los alimentos tradicionales.
Monsanto tuvo omnipresencia en el programa. Apareció Carlos Muñoz, vicedecano de agronomía de la U y presidente del comité de Fitomejoradores de ANPROS gremio liderado por Monsanto; seguido por Patricio Arce, investigador de la UC Ese departamento de biotecnología según entendemos, está financiado por el convenio Monsanto/UC suscrito en 2010. Arce no reveló cuál era el gen resistente a la sequía que insertaban en los cítricos, sólo habló del agrobacterium que transporta el gen de interés.
Marketing
La investigación de Arce es la nueva cara de la transgenia. Buscan convencer que van a resolver un problema del país y no de una empresa. Es importante asumir que esta es la estrategia comunicacional ideada por Monsanto y la industria biotecnológica para ser aceptada por la sociedad que mayoritariamente desconfía o rechaza la manipulación genética. Atención Arica: Arce afirmó que el próximo año ya podrían plantar cítricos transgénicos en el norte, comercialmente. ¿Y con qué ley? Hace unos siete años investigadores de la UC que estaban fabricando un tomate-vacuna contra la hepatitis también informaron estar a punto de lanzar su producto, lo que nunca ocurrió.
Gonzalo Pardo del SAG y Romilio Espejo (U de Chile) coincidieron en que no se ha podido legislar para legalizar los transgénicos para el mercado interno, por el rechazo provocado por esas iniciativas.
No a la Guía de Alimentos Transgénicos
En cuanto a la campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile, se vieron unos segundos de marcha y actividades en pantalla, e imágenes del libro “Transgénicos: Mitos y Verdades” de Antoniou Fagan y Robinson que traduje el año pasado. Pero Qué Comes dejó debajo de la mesa nuestra “Guía de Alimentos que Pueden Tener Transgénicos”. De todo lo que hablé (largamente, en dos oportunidades) aparecieron algunos segundos sobre posibles alteraciones derivadas de la transgenia y de la relación plaguicidas/transgénicos, censurando todo lo relativo al estudio de Gilles Eric Seralini, los del Dr. Carrasco, y datos sobre el aumento exponencial del cáncer en Argentina y los impactos sociales y ambientales de los transgénicos. Y tampoco dijeron que me entrevistaron en la Ecotienda ubicada en Domingo Toro Herrera 1361, un espacio de venta de alimentos sanos producidos por la Cooperativa Verde, Chiloé Orgánico y Tierra Viva, entre otros. Es parte de la alternativa que estamos construyendo y que prefieren no ver.
Debut de Yuri Charme
Qué Comes fue en cambio el debut televisivo de Yuri Charme, director de Monsanto para Chile y Perú. Antes hablaba con la prensa José Salazar, gerente para Chile. En 3 o 4 intervenciones Charme afirmó que el glifosato no genera más daño que la sal, y que con o sin ley Monsanto seguirán envenenando igual.(o sea exportando transgénicos, dice él).Denostó todos los estudios científicos que muestran el daño de los transgénicos, secundado por P Arce.
Un espacio muy menor tuvo Camilo Rodríguez-Beltrán, académico de la UDD que a nivel internacional participa de las reservas sobre el tema de la transgenia y exige evaluación del riesgo tomando en cuenta también factores sociales y ambientales. Con seguridad fue muy editado pues la argumentación que le escuchamos en otras oportunidades era más fuerte y clara. María Isabel Manzur tuvo algunos segundos bien precisos respecto de riesgos y la falta de etiquetado.
De esta manera ¿Qué Comes? dejó la mesa bien servida por Monsanto, aunque permitió que hubiera unos invitados de piedra tirando el mantel.
El mejor tweet fue éste: ROBIN HOOD @CarlosAmpuero · 5 de may.
Viendo #QueComes entiendo porque la #EnaVonBaer sale con tanta tontera, los transgénicos afectaron su adn y crearon falla en su secuencia.
Foto: tvn.cl