Abelardo Castro Hidalgo, decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Concepción y presidente de los decanos de Educación de Chile, tiene una larga carrera en el área de docencia que lo respalda a la hora de hablar de la calidad de la formación académica en el país. Su principal crítica es al sistema de financiamiento de la universidades tradicionales, ya que es necesario “tener uno que realmente valga la pena, en donde las universidades sin fines de lucro, con claro sentido social, tengan el financiamiento que corresponde para que puedan cumplir sus objetivos”.

-¿Cree que los Gobiernos se han despreocupado de la educación superior?

-Creo que los gobiernos se han despreocupado de la educación en general, no saben qué hacer con ella. No han asumido que la inversión en educación es el seguro que el país tiene para el futuro. Si una nación no piensa que en algún momento tendrá que vivir del intelecto de sus habitantes, que es el único recurso inagotable, estamos hipotecando el futuro del país en la soberanía y el de cada uno de sus habitantes.

-O sea, ¿estamos atrasados en el tema educacional?

-Estamos atrasados en concebir la educación como un eje central de desarrollo humano del país. Estamos mal. La gente va a los países desarrollados, dice 'mira, qué entretenido, aquí tienen buena educación', vuelven a Chile y siguen produciendo materia prima, total da plata. Pero eso es pan hoy y hambre mañana.

Cambio al sistema educacional completo

Según Castro, son dos las claves principales a las que el Estado debe poner atención: carrera docente y formación parvularia. Respecto a esto, señala que “si no tenemos carrera docente que implique reconocimiento económico, académico y social a los profesores, cualquier medida que hagamos tendrá un efecto a corto plazo, de estimulación, y luego una caída (…) Por otra parte, este país tiene que invertir en la formación parvularia, la llamada estimulación temprana, en donde se generan las condiciones neuronales que después servirán de base para el desarrollo del intelecto”.

-¿Qué opina de las propuestas de los estudiantes respecto a cambiar el sistema completo de educación?

-Lo que dicen los estudiantes no es nada nuevo, lo que ellos proponen es la misma información que han recibido los gobiernos porque todo eso está en la OCDE. Es decir, son documentación y estadísticas bien fundadas de países que lograron salir adelante a partir de la inversión en la inteligencia de sus habitantes. Algunos descuidaron la economía, pero eso es otra cosa. En el fondo, son países muy sólidos.

-Entonces, ¿qué le recomendaría al Gobierno?

-Que le hagan caso a los estudiantes, porque eso también es hacerle caso a la OCDE. Se necesita gratuidad en el sistema de educación para poder captar el talento y potencial de los habitantes. Y al mismo tiempo, que ese talento se distribuya en los distintos sectores y pueda tener un impacto en las áreas de crecimiento del país.

En la actualidad, el Gobierno ha puesto interés en potenciar la educación como un bien para lucrar más que como un derecho. Para Aberlardo Castro esto es lo más inaceptable: “el que sigamos discutiendo en el país si es un derecho o no, cuando hemos firmado tratado internacionales que lo afirman, me parece que es una hipocrecía”.

Por Francisca Rivas E.