El gobernador de Missouri, Jay Nixon, declaró hoy estado de emergencia y ordenó toque de queda en Ferguson, suburbio de San Luis, en el que el joven negro Michael Brown, de 18 años, murió baleado por el policía Darren Wilson hace una semana, lo que desencadenó una ola de disturbios.
Para proteger a las personas y las propiedades firmé una orden en la que declaro el estado de emergencia y dispongo la implementación de un toque de queda en la zona afectada de Ferguson, indicó Nixon a la prensa.
El toque de queda estará vigente desde la medianoche hasta las 5 de la mañana en este suburbio de San Luis, de unos 20 mil habitantes.
Nixon manifestó que el Estado no permitirá que un puñado de saqueadores ponga en peligro a la comunidad y que debe haber tranquilidad si se hace justicia. Además, indicó que el Departamento de Justicia realiza una investigación sobre el tiroteo y que decenas de integrantes de la Agencia Federal de Investigaciones (FBI) indagan en el lugar de los hechos.
La tensión en Ferguson se acrecentó la noche del viernes, luego de que la policía dio a conocer el nombre de Darren Wilson, el agente responsable de la muerte de Brown, así como documentos, incluidos presuntos videos, los cuales sostienen que el joven robó una tienda antes de ser baleado.
Al filo de la medianoche del viernes una turba irrumpió en un pequeño comercio de Missouri, en el que Brown habría hurtado poco antes de ser baleado. Algunos invadieron el comercio y empezaron a saquearlo, afirmó el capitán Ron Johnson, de la patrulla estatal de caminos. Entre la multitud, algunos gritaron a los vándalos que salieran y una docena de personas ayudaron a proteger el local.
Unidades de policías con equipo antimotines bloquearon con sus automóviles kilómetro y medio en el epicentro de las protestas. Se oyeron ocasionalmente los estallidos de petardos en las cercanías.
Algunos empezaron a arrojar piedras y otros objetos a la policía, expresó Johnson. Un agente resultó herido y el capitán dijo que las fuerzas del orden retrocedieron para tratar de calmar la situación. No hubo arrestos.
La muerte de Brown ha provocado cuatro días de enfrentamientos. Las tensiones se aliviaron el jueves, cuando el gobernador transfirió la seguridad a la patrulla de caminos de Missouri. Momentáneamente la policía con equipo paramilitar y vehículos blindados fue remplazada por el nuevo comandante de la patrulla, que caminó por las calles junto con los manifestantes.
La decisión de Jackson de informar sobre las denuncias de que Brown cometió un robo y la difusión del video que, según dicen, lo muestra en el acto, indignaron a la familia y a muchos en la comunidad.
Los parientes de Brown afirmaron que ningún hurto justifica haber baleado al adolescente, si ya tenía las manos en alto. Los abogados de la familia comentaron que los padres de Brown estaban estupefactos ante las acusaciones y la difusión de la cinta.
Igualmente, el activista por los derechos civiles y ex aspirante a la candidatura presidencial del Partido Demócrata Al Sharpton cuestionó el informe, y acusó a la policía de querer justificar el asesinato. Sharpton se preguntó si el informe de la corporación equivale a decir que la autoridad tiene el poder de denigrar a alguien y de matarlo por tres o cuatro cigarrillos.
Cientos de personas se congregaron la tarde del sábado de manera pacífica cerca del lugar donde Brown fue abatido.Mike Brown es nuestro hijo y Alto al racismo de la policía, decían carteles que llevaban los manifestantes.
La muerte de Brown ha reavivado en varias ciudades estadunidenses los fantasmas sobre el racismo en el uso de la fuerza policial.