Trabajadores de Agrosuper en Concepción denunciaron a través de Radio Bio Bio una serie de abusos que cometería la empresa en la Región.

Los trabajadores que prefirieron quedar en el anonimato por temor a perder sus empleos, señalaron que la empresa los obliga a hacer ventas de carnes vencidas, a realizar jornadas de hasta 15 horas y de falsificar información a la Inspección del trabajo para no ser descubiertos.

El escándalo que se produjo por el daño a la calidad de vida de la población de Freirina no es pues, una cuestión de carácter azaroso. Esta empresa parece actuar con una profunda mala fe, dejando en evidencia su nula preocupación por la población chilena cuando se trata de ganar dinero.

Es probable que el anonimato en el que se mantienen los denunciantes tenga que ver con la total desprotección en que se encuentra la población, pues en una situación tan groseramente dañina contra los habitantes como lo es la planta de Agrosuper en Freirina, el mismo gobierno salió a defender a la empresa. Apoyo que tuvo su máxima premisa en la necesidad de empleo. ¿Por qué importaría entonces, que revendan carne podrida?

Esta gran empresa que cuenta con el apoyo transversal de la clase política, deja también sus nefastas malas prácticas en nuestros territorios y probablemente, en nuestras mesas. Gran parte de la carne en descomposición va a parar a las carnicerías de barrio, según señalan los denunciantes.

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