La gravitación del negocio inmobiliario en la economía global hoy es indesmentible, en los últimos meses la inestabilidad de las bolsas de valores y la amenaza de recesión mundial surgida de la crisis de las hipotecas del sector inmobiliario en los Estados Unidos así lo demuestran.
La maraña entre constructoras, inmobiliarias y el sector bancario no sólo generan dinero sino además una red de influencias. Los vínculos entre el negocio inmobiliario, de la construcción y la política tienen vieja data, de los cuales nos enteramos cuando la situación es tan escandalosa que supera todo límite, como los casos de viviendas Copeva en Santiago o inversiones Bilbao en Concepción, de Pérez Yoma y Carlos Wörner respectivamente; ambos vinculados a altas esferas del gobierno.
Por otro lado, no solo en Loncomilla ha habido accidentes con la construcción de puentes, en Lebu también, con el saldo de tres trabajadores muertos en 1997, y para qué hablar de la construcción de las cárceles concesionadas, como El Manzano II; sin embargo lo peor es la impunidad y el olvido en que queda todo.
Hoy nuestra comuna concentra la mayor parte de este negocio en la Región y hasta empresas transnacionales han puesto el ojo en San Pedro. Una de las que mayor cantidad de proyectos ha levantado es Inmobiliaria Los Pioneros, fundamentalmente en el área del borde costero, en todos éstos (Forjadores, Pioneros, Jardines de San Pedro) sus habitantes han manifestado una serie de críticas y cuestionamientos difundidos por medios escritos, radiales y de televisión. En ellos se les acusa desde publicidad engañosa a fallas estructurales, el problema de hongos, humedad, grietas y filtraciones es tan generalizado en Pioneros como en Forjadores que estos últimos no aguantaron más e iniciaron una protesta con la instalación de lienzos desde sus departamentos donde denunciaban directamente a la inmobiliaria Pioneros.