La producción de Cine Experimental que tuvo como director a Carlos Flores del Pino, contrapone las visiones de jóvenes, trabajadores y estudiantes de diferentes clases sociales, sobre los distintos contextos sociales de la época. Su estreno sería en septiembre de 1973, pero no se pudo llevar a cabo debido al Golpe Militar que afectó a nuestro país.
Estefanía Solis
Con música de los años 70, “Descomedidos y chascones” indaga y muestra las diferentes visiones de los jóvenes chilenos sobre temas contingentes en aquellos tiempos, como la moda “hippie”, las movilizaciones sociales y los pasatiempos que se practicaban.
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La película se crea en una época del país donde la cinematografía tiene su mayor “boom”, sobre todo en el área documental.
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En 1967 se llevó a cabo el Festival del Cine de Viña del Mar, siendo este acontecimiento uno de los primeros pasos para el éxito del cine chileno, implementándose desde el gobierno de Eduardo Frei Montalva (1964-1970), se implementaron medidas de fomento a la producción nacional.
Tras estos hechos, películas como “Tres Tigres”, “Valparaíso mi amor” y “El chacal de Nahueltoro” marcaron a las espectadoras y espectadores chilenos de la época. Con la instalación de la Unidad Popular, el cine militante tuvo sus mayores reconocimientos, junto con la producción de documentales como expresión del rescate de la memoria histórica.
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“Descomedidos y chascones” sigue esta misma línea, mostrando hechos emblemáticos de la vida en Chile de aquellos años, de una forma cercana e incluso contingente.
También deja ver los ideales y pensamientos de la juventud, desde personas interesadas y altamente participativas en política a otros que mantenían un perfil más bien apático de la realidad nacional.
Pero el fallido estreno no fue la única manera en que se vio afectada la producción por la dictadura de Augusto Pinochet. El Golpe Militar también significó el destierro y la persecución política de decenas de trabajadores y trabajadoras del cine chileno, entre ellos, el equipo de “Descomedidos y chascones”, como el camarógrafo Jorge Müller y su pareja Carmen Bueno, quienes fueron torturados durante su paso por Villa Grimaldi y Cuatro Álamos, siendo hasta el día de hoy detenidos desaparecidos.
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Con música de Silvio Rodríguez, Los Jaivas y Pedro Chaskel, “Descomedidos y chascones” crea su propia identidad, con una reflexión de las grandes diferencias sociales que existían y existen en el Chile actual.
El cine chileno, creciente de los años 60s e inicios de los 70s iba en vías desarrollo muy importantes a nivel latinoamericano, pero su camino se vio truncado tras el Golpe de Estado y la implantación de la dictadura que durante diecisiete años censuró distintas expresiones artísticas, entre ellas, el cine.
