A partir de este año, todos los establecimientos educacionales desde quinto básico a segundo medio, deberán aumentar por obligación las horas de lenguaje y matemáticas en sus mallas curriculares, con el objetivo de mejorar los niveles de los estudiantes.

El cambio impulsado por el ex Ministro de Educación Joaquín Lavín comenzó a afectar a los colegios técnicos, y uno de aquellos es el Liceo CEAT de San Pedro de la Paz.

A finales de año en el CEAT, se despidieron a nueve profesores, aludiendo al cambio curricular que debe enfrentar el establecimiento, puesto que el cambio en la reforma, los obligó a reducir las horas dedicadas a los ramos tecnológicos y técnicos, debiendo eliminar algunas asignaturas para el año escolar 2012.

Hay profesores del establecimiento que no tienen claro las razones del despido, puesto que han recibido variadas informaciones al respecto, se habla de una restructuración del colegio, la baja en la matricula de los alumnos, o incluso la preferencia por contratar personal joven, al que se le pagaría menos, en perjuicio de los docentes que llevan más años en el Liceo.

Pedro Aburto, profesor de 60 años, encuentra injusta la medida, ya que al estar cesante a su edad, le es más complicado encontrar trabajo en algún establecimiento, pese a que recibirán su finiquito, para Pedro, ser despedido a pocos años de su jubilación, es lo mismo que la pasen un arma para que se suicide, prácticamente está de brazos atados. No hay forma de revertir aquella situación, puesto que todo se desarrolla dentro del marco legal.

Para Manuel García, Presidente del Sindicato de Trabajadores del CEAT, el tema es más complejo, puesto que las reformas educacionales que se han aprobado, están acabando con la educación técnica profesional de los liceos. Este año el CEAT verá reducida de nueve a seis horas semanales de libre disposición para ramos técnicos, principal razón por la que se han despedido a los docentes.

Manuel García no proyecta de buena manera el futuro de Proyecto CEAT, porque asegura que el gobierno está poniendo la lápida a los colegios técnicos profesionales, obligando a los jóvenes a entrar los Institutos y Centros privados de Formación Técnica, en los que deben desembolsar alrededor de 7 millones de pesos, para obtener un título técnico.

Casos como los del CEAT, de seguro se replicarán en el resto del país, perjudicando a miles de jóvenes que ven en la educación técnica una forma de surgir y una alternativa para su futuro laboral, además de los profesores que serán despedidos, por no contar con asignaturas para impartir, y en el que muchos casos deberán jubilar anticipadamente.

Foto de Archivo, movilizaciones en el CEAT, 2011.

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