Entre enero y marzo, fueron despedidos casi 50 profesionales de la Universidad Católica de Temuco (UCT). Según trabajadoras y trabajadores, la universidad se caracteriza por su poca transparencia en procesos eleccionarios y utilizó artimañas legales para evitar ser demandados por despidos injustificados.
Por Christopher Cortez Alarcón
En el primer mes del año comenzó la ola de desvinculaciones en la Universidad Católica de Temuco con 16 asalariados, posterior a negociaciones entre los sindicatos y los altos mandos tras una “pérdida de beneficios históricos”. “Fue una negociación bien dura donde la universidad se aprovechó de la crisis económica y la crisis a raíz de la pandemia”, cuenta Gisell Fuentes, presidenta del Sindicato Número 1 de Trabajadores, en conversación con RESUMEN.
El mismo motivo, explican, fue utilizado para completar el total de 46 salidas de funcionarios en el mes de marzo. Pero la realidad, según lo que comentan desde el interior, no es tal, debido a la construcción de nuevos edificios, reinversión en algunos de los campus y los datos de matrícula del 2021: “Planteaban que el futuro era incierto pero este año se recibieron 2800 estudiantes nuevos, o sea, nos fue incluso mejor que el año anterior”, añade Fuentes.
Con esos argumentos, entonces, se intentó quitar derechos en materias de vestuario, licencias médicas y beneficios para socios nuevos de los sindicatos y, más tarde, se dejó sin fuente laboral a personal de servicio, administrativos, profesionales y académicos, en algunos casos, con largos años de experiencia en la institución educativa.
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A su vez, apunta a que en la UCT existe poca transparencia en procesos eleccionarios, un sostenimiento de una capa burocrática dentro del poder, y una limitada apertura a la democratización interna.
Respecto a los términos en que fueron cancelados los contratos, la presidenta del Sindicato Número 1 detalló que todo está en línea, pero la casa de estudios apeló a estrategias con tal de no dar espacio a acciones legales por parte de las agrupaciones. “La Universidad los desvinculó a todos por 'necesidades de la empresa', pero los citó y les cambió la causa de despido a un 'mutuo acuerdo', eso quiere decir que ahora tienen la libertad de contratar a cualquier persona en el cargo que desvincularon, y así no podemos reclamar que el despido es injustificado”, sostuvo. Incluso, fueron más allá: “a todas las personas les dieron un 30% más de su indemnización, que es lo que se obtiene si tu vas a juicio por un despido injustificado”.
De momento, no ven en el futuro la forma de llevar a tribunales la situación que no sólo dejó a casi 50 trabajadores y trabajadoras sin ocupación, sino que tampoco quedaron con un margen considerable para encontrar otra, por la fecha en que los despidos fueron realizados. Por lo demás, perciben como “violentas e insensibles” las formas en que, en plena pandemia, la Universidad Católica de Temuco intenta desarmar los movimientos dentro de la institución. En este escenario, quienes continúan allí laborando no dejan de vivir la incertidumbre que genera el que, desde la propia dirección, les hayan alertado que no cierran la puerta a otra reducción de personal.
Al término de esta nota, la Universidad Católica de Temuco no respondió al contacto realizado por RESUMEN a través de diversas vías.