Escrito por: Michael Le Page / newscientist.com Traducido por resumen.cl

Imagen: la velocidad a la que se derretirá el hielo alrededor de la Antártica sigue en disputa. Fuente: Warming Images/Rex Shutterstockt.

Altamente especulativo. Lleno de conjeturas. Basado en pruebas endebles. No está apoyado por la corriente principal de la ciencia. No está revisado por pares. No es apto para basar políticas en él.

Suena como si los científicos del clima estuviesen hablando sobre los reclamos de los negacionistas climáticos. Pero esta vez están hablando sobre un artículo de discusión del 23 de julio de James Hansen, el científico climático más famoso y respetado en el planeta.

En él, Hansen comienza argumentando que el derretimiento del hielo en y alrededor de Groenlandia y la Antártica causará aumentos en el nivel del mar que ocurrirán mucho antes que las predicciones usuales, señalando que probablemente podamos ver varios metros de aumento en el nivel del mar en este siglo. Es un argumento que ha estado planteando hace un buen tiempo: por ejemplo en una publicación del 2007 para el New Scientist

Aún más alarmantes son las consecuencias que Hansen piensa que se derivarán de este rápido derretimiento. Porque el agua fresca es menos densa que el agua salada, la fría y fresca agua derretida se acumulará alrededor de las costas de Groenlandia y la Antártica.

Manta de agua

Alrededor de la Antártica, esta capa superficial actuará como una manta, flotando sobre el agua más cálida y salada, y evitando que ésta libere calor hacia el aire. En vez de esto, este calor empezará a derretir la parte inferior de las plataformas de hielo y los glaciares. Hansen argumenta que el crecimiento del hielo marino alrededor de la Antártica es un signo de que esto ya está empezando a ocurrir, con el agua fresca de la superficie formando hielo marino más fácilmente.

Esta capa de agua fresca también cortará las corrientes oceánicas que llevan el calor desde los trópicos hacia los polos, por lo que los trópicos se calentarán más rápido mientras las latitudes altas se enfriarán a causa de las frías aguas de la superficie. Hansen señala que esta diferencia de temperatura resultante, desencadenará supertormentas de un tamaño y furia sin paralelo en nada que hayamos visto jamás

Tales supertormentas ocurrieron hacia el final del último período interglacial, hace 120.000 años. El artículo detalla varias líneas de evidencia que sugieren que las islas de las Bahamas fueron azotadas frecuentemente por olas masivas en esa época. Por ejemplo, hay riscos formados por olas de varios kilómetros de largo en las islas, y depósitos de olas de unos 40 metros por sobre el actual nivel del mar, incluyendo enormes rocas que pesan miles de toneladas.

Lo más espantoso de todo, piensa Hansen, es que todo esto podría ocurrir con un alza de sólo 2ºC en la temperatura, el límite supuestamente seguro.

Las consecuencias, por supuesto, podrían ser catastróficas. “No es difícil imaginar que los conflictos provocados por las migraciones forzadas y el colapso económico podrían hacer el planeta ingobernable, amenazando el tejido de la civilización”, señala la investigación.

Lejos de ser concluyente.

Estos planteamientos ciertamente no reflejan la visión de la mayoría de los científicos del clima, y muchas líneas de evidencia presentadas en el artículo están lejos de ser concluyentes. Aquí, sin embargo, está el mensaje que debemos sacar: no podemos estar seguros de que Hansen esté equivocado.

Cuando se trata del nivel del mar, casi todos los glaciólogos ahora concuerdan que nos dirigimos hacia aumentos masivos en el nivel del mar de al menos unos 5 metros. El único tema en disputa es cuán rápido ocurrirá esto.

La cuestión de la velocidad no puede ser resuelta definitivamente estudiando cuán rápido se derritieron las capas de hielo en los períodos interglaciales del pasado, porque el planeta nunca se había calentado tan rápido como lo está haciendo ahora. Tampoco se puede establecer por modelos de hielo porque no tenemos forma de confirmar si son correctos respecto de la tasa de derretimiento.

También hay amplio acuerdo sobre que el derretimiento a gran escala del hielo en Groenlandia cortará la circulación oceánica. Otra vez, el principal tema en cuestión es cuán pronto ocurrirá y hay pistas que señalan que ya está pasando.

Claramente no hay acuerdos sobre las supertormentas que Hansen predice. Pero su argumento se basa en física básica: las tormentas de invierno son provocadas por la diferencia de temperatura entre polos y trópicos, por lo que si esta diferencia aumenta temporalmente a causa del derretimiento masivo de hielo, habrá un período de tormentas más fuertes.

El hecho es que muchas de las consecuencias del aumento de los gases de invernadero son extremadamente difíciles de predecir. Podemos estar seguros sobre cuánto se calentará el planeta, y sobre cuánto aumentará el nivel del mar, porque existe mucha evidencia desde el pasado, pero más allá de esto hay inmensos vacíos en nuestro conocimiento. ¿Cómo responderán las plantas? ¿Cuántas especies se extinguirán? ¿Cómo se verá afectada la producción de alimento? Estas preguntas son casi imposibles de responder, entre otras cosas porque las respuestas dependen de nosotros.

Sorpresas desagradables

Ya hemos tenido sorpresas. Hay pruebas crecientes, por ejemplo, de que gran parte del clima extremo alrededor del planeta en los últimos años es el resultado de cambios en el comportamiento en las corrientes en chorro a medida que los polos se calentaban. Nadie predijo esto.

De hecho, las proyecciones “oficiales” de los científicos del clima, han demostrado ser muy conservadoras una y otra vez. El derretimiento de la Antártica ya está un siglo delante de lo planeado. Las estimaciones del aumento en el nivel del mar hechas por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) son mayores con cada reporte. Hansen, al contrario, tiene un historial de realizar predicciones que resultan dar en el blanco.

Esto no significa que esté en lo cierto otra vez. Pero la mera posibilidad de que así sea debería hacernos parar a todos a pensar. Seguimos apostando de que nos podemos librar continuando como siempre sin cosechar las consecuencias durante nuestras vidas. Es una apuesta muy grande que podría salir horriblemente mal.