El raspaò de la olla de nuestro mar
Este periódico varias veces ha informado sobre el saqueo que hacen de los recursos marinos las empresas pesqueras, a través de la pesca de arrastre. Los pescadores se han opuesto a ella y han hecho saber que destruye el fondo marino, arrasando con toda la biodiversidad que hay en la zona donde pesca.
Sin embargo ahora son los gremios de la pesca de arrastre, quienes alegan. Dicen que el 2003 habían 7 buques factoría y ahora hay 34 buques, que buscan capturar el jurel en las ultimas zonas en que queda. Estas zonas se encuentran a 700 millas de la costa, por lo que están fuera de la zona económica exclusiva.
Esta situación es preocupante si consideramos los datos de la FAO que plantea que el 70% de los caladeros (zonas de pesca) están agotados, por causa de la sobre explotación de los buques factoría o “flotas errantes”. Pero puede pasar todo esto y nuestros políticos van a negociar políticas de protección del jurel a Nueva York de la que saldrá una nueva receta.
Mientras la pesca de arrastre con la pesca de factoría raspan la “olla marina”, los pescadores artesanales, siguen condenados por los empresarios y sus leyes a tener a su disposición sólo el 20% de la captura nacional y abriendo el 80% de los cupos de empleo del sector pesquero.
La pregunta es quien se está comiendo el raspao de la olla, si tenemos en cuenta que gran parte de la pesca industrial va a ser convertida en harina de pescado, y nosotros los chilenos que compramos en las ferias, compramos la pesca de los artesanales.