Ante la orfandad en que se encontraban los tripulantes de naves artesanales (menos de 50 toneladas) bajaron el movimiento el mismo día 23 de febrero, ante la alegría de empresarios y del gobierno que desde días previos al conflicto había mostrado un cerrado apoyo a los industriales.
La situación de la pesca artesanal es critica desde la implantación de la nueva ley de pesca que favorece a los industriales.
Situaciones similares al rubro pesquero se viven en otro sectores como el lechero, o el de la harina, donde los industriales imponen bajos precios a los productores, sin embargo mantiene altos costos para los consumidores. En países como argentina el gobierno interviene para corregir estas conductas monopolicas, sin embargo enchile las autoridades parecen actúan de voceros de los monopolios, para muestra las declaraciones de gobernador provincial de Concepción Eric Aedo referentes al paro de los pescadores artesanales, haciendo énfasis en que este era un tema entre privados (armadores e industriales) y que el gobierno no permitiría que esto llegara a las calles.