Por José Figueroa Soto
“Lo más hermoso de la situación, es que no podíamos dar vuelta atrás, no teníamos más miedo y no nos importaba morir, nunca más aceptaríamos ser oprimidas", reflexionó Sylvia Rivera años después de la Revuelta de Stonewall. Este suceso da origen al día del orgullo LGBTIQ+ y fortalece a los movimientos de las diversidades sexuales tanto en EEUU como en gran parte del mundo.
El 28 de junio de 1969 marcó el ante y el después de la historia LGBTIQ+ en todo el mundo, un día donde decenas de personas decidieron hacer frente a los abusos policiales ocurridos en contra de lesbianas, gays, travestis, trans, bisexuales. Ese día Nueva York presenció una de las más grandes revueltas encabezada por diversidades sexuales hasta la fecha: La revuelta de Stonewall.
Stonewall era un bar que albergaba a la población LGBT en los años sesenta en la "gran manzana", el cual era administrado por la mafia pues en esos años era impensado que un bar “gay” pudiese funcionar en condiciones normales, esto por las constantes persecuciones hacia esta población oprimida explícitamente por las leyes de esos años.
Será el 28 de junio cuando una nueva redada policial caería sobre el bar Stonewall Inn; no obstante, tuvo un desenlace inesperado. A la llegada de la policía, las diversidades sexuales cansadas de esta situación hicieron frente al abuso policial, defendiéndose con palos, piedras, golpes e incluso una molotov, encerrando a la policía dentro del local hasta la llegada de refuerzos. Hechos que dan inicio a la “revuelta de Stonewall”.
Un año más tarde, en 1970, se conmemorarían estos hechos dando inicio a la primera marcha del orgullo LGBTIQ+. Conmemoración encabezada por protagonistas de dicha revuelta, Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera, mujeres trans y fundadoras de Street Transvestite Action Revolutionaries (STAR).
Estos hechos influyeron en la formación de múltiples colectividades pro derechos de las diversidades sexogenéricas, colocando el acento en la importancia de avanzar en estas materias.
Hoy en día, en nuestro país, las disidencias sexuales y de género han levantado la voz revindicando los derechos básicos que históricamente han sido negados y exigiendo las condiciones necesarias para vivir una vida libre de violencia. Siendo este último un punto que ha tomado especial relevancia ya que se ha registrado un aumento en la violencia contra la población LGBTIQ+. Crímenes como el de Daniel Zamudio, Nicole Saavedra, María Pía Castro, Susana Sanhueza, Chico Leslie, Sebastián Abarca; son crímenes de odio que recuerdan la larga lucha por justicia y para que casos como estos no se vuelvan a repetir.
Por ello, además de exigir justicia, diversas organizaciones han luchado para que se garantice una vida libre de violencia, poniendo como puntos centrales leyes antidiscriminación efectivas y educación sexual integral en todos los niveles educativos. Exigencias que se espera tengan un lugar dentro de la discusión por una nueva constitución.
Así, el mes del orgullo viene a ser una fecha de encuentro, acogida, memoria y lucha desde y para las disidencias sexogenéricas.