Como cada 29 de abril, desde 1982, este viernes se celebró el Día Internacional de la Danza. La fecha fue establecida por la UNESCO con el propósito de visibilizar su diversidad como expresión de la multiplicidad de pueblos y culturas que coexisten en el mundo. También, su establecimiento constituye una oportunidad para llamar la atención de autoridades políticas respecto al valor y la potencialidad de su práctica en la población.
Aniceto Hevia / resumen.cl
El Día fue instituido ante la propuesta del coreógrafo ruso Piepor Gusev de homenajear al también coreógrafo Jean Georges Noverre, quien nació el 29 de abril de 1727. Cuando en 1760, su trayectoria como bailarín y coreógrafo ya sumaba algunas décadas, publicó «Cartas sobre la danza y sobre los ballets» donde plasmó su manera de comprender la danza y a través de las cuales ejerció una determinante influencia en cómo se practicaría en adelante.
La historiadora Ana María Abad Carlés afirma que tales Cartas «dejaron para la posteridad uno de los manifiestos más importantes y radicales jamás escritos sobre la danza escénica que, además, servirían de punto de partida para otras reformas posteriores, como las desarrolladas por Mikhail Fokine ya en el s. XX. Las ideas de Noverre encontraron su expresión coreográfica en el ballet d’action, un tipo de espectáculo escénico que sentaría las bases para lo que después pasaría a conocerse como ballet. Para Noverre, un espectáculo de danza tenía que tener un argumento trágico y teatral, un diseño coreográfico que se adaptara a este argumento y su contexto histórico o social, alejado de las formas establecidas y de las convenciones de su momento, con una música apropiada y creada en base a sus ideas y gestos y, finalmente, un énfasis en la pantomima y la danza como elementos unificadores de la obra. Según el propio coreógrafo: “un ballet bien compuesto es un cuadro viviente de las pasiones, maneras, hábitos, ceremonias y costumbres de todas las naciones del mundo, consecuentemente, debe ser expresivo en todos sus detalles y hablar al alma a través de los ojos; si no tiene expresión, imágenes impactantes o situaciones de fuerza, se transforma en un espectáculo frío y espantoso”»
Agregando que «para Noverre la técnica debía ser un medio indispensable con el que llegar a un fin expresivo, no un fin en sí mismo. Como exhortaba a sus discípulos: “Hijos de Terpsícore, renunciad a los cabrioles, entrechats y otros pasos extremadamente complicados; abandonad las sonrisas forzadas para estudiar los sentimientos, la gracia sin artificio y la expresión…”»
El sitio dependiente de UNESCO dedicado a divulgar el Día Internacional de la Danza puso a disposición obras presentadas en Cuba y Georgia, así como fragmentos de obras montadas en Burkina Faso, China y Jordania. Se puede acceder a ellas a través de este enlace.