Hace unos días a atrás estallaría la polémica en torno al arriendo de viviendas sociales otorgadas por el Gobierno de Sebastián Piñera a familias damnificadas en Dichato producto del terremoto del 27 de febrero de 2010.
Prontamente se mediatizaría aquel hecho mediante la condena de las autoridades gubernamentales, las cuáles iniciarían una demanda contra las familias involucradas en este ilícito, acompañado de opiniones dispares – tanto a favor de las familias como en contra de ellas – entre las cuáles han aparecido voces de rechazo a lo perpetrado por los vecinos y vecinas de la localidad, incluso por habitantes de la misma comuna. Sin embargo, no debemos dejarnos llevar por lo expuesto por los medios de comunicación del duopolio que han generado una opinión pública que no sólo rechaza lo hecho, sino que aborrece a quienes lo han efectuado, sin efectuar un análisis previo de lo sucedido, ni siquiera para entender aquel fenómeno, presentándolo de esta forma como algo coyuntural, como un mero “lucro” por parte de las pobladoras y pobladores de Dichato.
Pues bien, nosotros no podemos caer en el mismo juego, por lo que debemos puntualizar algunos aspectos relevantes. En primer lugar, La comuna de Tomé, en donde se circunscribe la localidad de Dichato, ha sido catalogada los últimos años como una de las comunas de mayores índices de desempleo e inestabilidad laboral. Esta ciudad actualmente es una ciudad dormitorio dado que se han cerrado progresivamente gran parte de las fuentes de trabajo, por lo cual se ha tomado un giro para así generar un polo turístico para que se pueda, de esta forma, paliar la cesantía y pobreza existente. Por lo mismo, es normal que los habitantes del borde costero tomecino y dichatino generen ingresos mediante el turismo, ya sea por la generación de empleo, trabajo independiente o el arriendo de cabañas y viviendas. Por lo tanto, este segundo aspecto no es menor: este tipo de actividades es propia del modo de desarrollo adoptado e impulsado desde el Estado – aunque el pueblo lo desarrollaba desde mucho antes – para sobreponerse a su incapacidad de frenar la desocupación en Tomé.
Esto se ve sostenido por un segundo aspecto: si analizamos los mecanismos para generar ingresos por los habitantes de Dichato durante los últimos años, veremos que se enmarcan en gran medida por la actividad turística, en donde esta práctica se materializaría, entre otras formas, a través del arriendo de viviendas – en donde familias incluso arriendan sus propias viviendas para poder generar ingresos extras – a los veraneantes que visitan el lugar. Por lo visto, esto desmiente el primer mito promovido por el gobierno de turno en cuanto a lo circunstancial de lo hecho, lo que lo vuelve un ilícito per se, volviendo así lo hecho por los vecinos y vecinas como algo legítimo.
Entonces, ¿cuál es la contradicción entre una actividad fomentada por el mismo gobierno y lo que hoy día vemos que es condenada por las autoridades gubernamentales actuales? Esto se debe a que el arriendo de viviendas por parte de estos vecinos y vecinas rompe tajantemente con el modelo de desarrollo impuesto posterior al terremoto, en donde, en los últimos tres años, se le ha regalado el borde costero a las empresas privadas e inmobiliarias.
En esta trama, uno de los comentarios visto en las redes sociales me hace mucho sentido: « […] finalmente éstas son las contradicciones del modelo, se fragua una estrategia "liberal" de configurar un polo turístico, con inversiones en infraestructura etcétera, pero que se queda estrecha en esa misma supuesta libertad, porque la verdad es que cuando los/as pobladores, para tocar unos par de pesos de esta "industria turística", tiene que arrendar sus propios hogares, se aduce que esta libertad es solo para aquellos que tienen el capital y la "trayectoria" para hacer el negocio, pero claro, con lugares que evidentemente no son sus casas».
Por eso mismo, es indignante la demanda del gobierno hacia las familias de Dichato y el trato que el gobierno ha dado a la problemática, los cuales han tomado una clara posición de defensa de los intereses de quienes verdaderamente han lucrado con la tragedia ajena. Vecinos del sector han señalado que personal del SERVIU han entrado a las viviendas sin autorización de sus moradores y de forma grosera para con ellos. Así actúa la clase dominante cuando sus negocios son tocados, atacando a quienes no han hecho más que proseguir con sus vidas posterior al terremoto del mismo modo que lo habían hecho antes de este. Entonces, el problema no está en que si estas casas son o no son arrendadas, o si son de carácter social o no lo son, sino que el problema es mayor: la iniciativa de los vecinos y vecinas se contrapone con los intereses creados por los privados a través de la reconstrucción, las ganancias de las inmobiliarias y de un negocio tan lucrativo como lo es el turismo; turismo con el cual se busca seguir favoreciendo a los mismos grupos que han saqueado nuestras comunidades todo este tiempo.
Por eso resulta impactante ver a un grupo no menor de personas de Tomé y Dichato atacando verbalmente a quienes han arrendado sus viviendas, haciendo caso a una opinión pública que ha defendido los intereses antes señalados. Ahora, Pregunto ¿Si usted no tuviese trabajo o bien el sueldo no le alcanza y tuviese una familia que alimentar ahora mismo, no haría lo mismo si tiene la oportunidad? Por lo mismo, siempre es bueno detenerse a pensar en lo sucedido y, por sobre todo, ser más empático con las problemáticas de quienes nos rodean.
Por último, si tanto nos molesta este supuesto "lucro", deberíamos reaccionar con la misma energía cuando los empresarios lucren con nuestra educación, con nuestra previsión de salud, nuestra previsión social, etcétera... Eso realmente es lucro y ellos – los empresarios – son los verdaderos sinvergüenzas, no así el vecino o vecina que se las arregla de una u otra forma para darle lo mejor posible a su familia ante un modelo que avanza supuestamente a pasos agigantados, pero dejando a la mayor parte de la población atrás, sin poder gozar de los privilegios de este sistema que sólo favorece a unos pocos y que nos muestra un Chile para ricos y otros para pobres, en donde sólo se puede acceder a sus “bondades” si se posee el dinero para hacerlo.
Foto: http://dichatohoy.blogspot.com/2013/04/damnificados-y-postergados-las.html