[resumen.cl] El día 31 de marzo la agrupación Biobío Transparente presentó en Fiscalía de Talcahuano una denuncia por presunta falsificación de documentos que el Señor Pedro Soto Gaete adjuntó en concurso de “Alta Dirección Pública” para postular al Cargo de Director de DAEM de Talcahuano en el año 2016 y al mismo cargo en Arauco en el año 2012. Sin embargo, cinco meses de iniciada la investigación por el fiscal Julián Muñoz con apoyo de la BRIDEC de la PDI, aún no existe un resultado para dilucidar si dicho funcionario ganó los concursos públicos con documentos falsos.
La acusación de Biobío Transparente se basa exclusivamente en respuestas y documentos emitidos por la Municipalidad de Talcahuano, Arauco y el Servicio Civil, instituciones que recepcionaron y analizaron los documentos presentados por Pedro Soto en los concursos a los que postuló y ganó. Tanto la Municipalidad de Talcahuano como el Servicio Civil señalaron a través de solicitudes por transparencia, no tener en sus archivos ninguna copia de los antecedentes académicos presentados por el cuestionado funcionario, más que el de “Profesor de Educación Técnico Profesional en Electricidad”, otorgado por la Universidad Mayor en el año 2004.
Para Biobío Transparente, es insólito que estas instituciones no cuenten con dichos documentos de respaldo como les obliga la ley, pero más aún que la Municipalidad de Arauco entregara a un solicitante copia de otro título diferente: “Profesor de Educación Media T.P. en Física aplicada, Electricidad y Electrónica”, emitido por la misma Universidad y en la misma fecha que el título de “Profesor de Educación Técnico Profesional en Electricidad”.
A estas inexplicables anomalías se suman otros vicios y “rarezas” que se desprenden de los formularios de postulación de Pedro Soto, como no cumplir los años de experiencia en educación para optar al cargo en Arauco, declarar información que no concuerda con los únicos dos títulos que se sabe que presentó o declarar un post grado de solo 1 semestre. También llama la atención que en Talcahuano declaró tener más y nuevos antecedentes académicos, los que son de fecha anterior a la postulación en Arauco, pero en esta última comuna extrañamente no los indicó. Por cierto, también se cuestiona que sea efectiva la duración de 10 semestres de la profesión “profesor técnico-profesional”, pues se ha constatado que todas las instituciones superiores imparten dicha carrera como un Post-título de sólo 4 semestres y no como una carrera de pregrado de 10 semestres, según se desprende de los confusos títulos de Pedro Soto.
Pese a todas las pruebas y argumentos anteriores, las diligencias respecto a este caso parecen estar estancadas. El tiempo empleado en las indagaciones da entender que existe una investigación compleja, sin embargo se cuestiona que tan complejo puede ser corroborar con la Universidad que supuestamente entregó los títulos en cuestión, la validez de estos.
Cabe preguntarse qué pasaría si esta situación se diera en el ámbito de la salud con un profesional que no acreditara claramente sus estudios. Lo más probable es que se le impida ejercer funciones y se investigue para confirmar la validez de su profesión rápidamente. Sin embargo ¿La educación pública de toda una comuna sí puede ser atendida y dirigida durante meses por alguien que hasta ahora no acredita claramente sus títulos profesionales? Para quienes están a cargo de las políticas públicas en educación, claramente esto no representa un mayor problema a pesar de hacer gárgaras una y otra vez con el inconsistente discurso de “fortalecer la educación pública”.
