[resumen.cl] A raíz de una denuncia en fiscalía por presunta falsificación de títulos profesionales del actual Director DAEM de Talcahuano, han aparecido más antecedentes que complementan dicha presunción y que dejan en descubierto como se llevan a cabo los concursos públicos dirigidos por el Servicio Civil.
A través de diferentes solicitudes por transparencia, dicho organismo admitió que Pedro Soto Gaete, director de educación de Talcahuano, obtuvo su cargo a través de una postulación en la que sólo adjuntó un título profesional: “Profesor de enseñanza técnico profesional en electricidad”. Título bastante poco relacionado con el cargo que ostenta y de jerarquía muy inferior en comparación con los antecedentes académicos presentados por los postulantes con los que compitió, quienes tenían magísteres en universidades tradicionales y postgrados idóneos en administración educacional, todos acreditados con copias de dichos documentos ingresados en el concurso respectivo, a diferencia de Soto.
El Servicio Civil, indicó que los documentos académicos “no fueron acompañados a la postulación por parte del candidato Sr. Soto Gaete, ni fueron exigidos por esta Dirección Nacional, toda vez que si bien fueron mencionados en su cv, estos no constituyen requisito legal para el ejercicio del cargo”. Este inaudito procedimiento significa que un postulante puede inventar que hizo un sin número de post grados o incluso un doctorado en Harvard, afirmarlo en el formulario de postulación y con ello ganar un concurso, sin que jamás se le cotejen esos documentos.
Esta situación ocurrió y favoreció al cuestionado funcionario en los concursos de Talcahuano que se adjudicó el 2016 y también en Arauco el 2012. En ambos concursos y en los respectivos formularios de postulación afirmó tener post grados y post títulos de los que jamás presentó documentos de respaldo. Pese a ello ha dicho lo contrario a la prensa e insistiendo “que todos sus documentos los tiene el Servicio Civil”.
Lo más grave en torno a los nombramientos de Pedro Soto y por lo cual está siendo específicamente investigado en fiscalía, es lo que se conoció a través de documentos emanados de la Municipalidad de Arauco donde apareció un título diferente con el nombre de “Profesor de enseñanza T.P. en física aplicada, electricidad y electrónica”, documento que la municipalidad araucana aseguró tener como único antecedente académico de Pedro Soto en archivo de personal hasta abril del 2017, fecha en que supo que el Servicio Civil tenía otro diferente pero de la misma universidad y fecha. Pese a esto el funcionario cuestionado ha asegurado a medios de comunicación que su título es “profesor de enseñanza técnico profesional en electricidad” y que “no sabe de dónde salieron los otros antecedentes”. Del título que dice ser auténtico, también se cuestiona si fue obtenido en 10 semestres como él aseguró, pues se investigó que ninguna Universidad del país imparte carreras de ese tipo como pregrado con esa cantidad de semestres, la que se da solamente como un post titulo de 4 semestres, situación que no le permitiría cumplir requisitos para postular a este tipo de concursos.
Las evidentes incongruencias y situaciones más que anómalas en torno al caso del director del DAEM de Talcahuano, no han querido ser abordadas por las instituciones u organizaciones implicadas y responsables de la educación pública. La falta de motivación por resolver o aclarar estas situaciones que involucran a las familias más vulnerables que son las que atiende la educación municipal, se refleja además en la Fiscalía de Talcahuano quien lleva más de 5 meses sin concluir su investigación, ni arrojar resultados.
