Disminución presupuestaria para Cultura afectaría también a Sitios de Memoria y organizaciones de derechos humanos, contraviniendo compromisos estatales al respecto
[resumen.cl] Los Sitios de Memoria han constituido espacios donde se construyen colectivamente relatos acerca de distintos hechos y de explicaciones respecto a sus causas. Son lugares donde se propicia la reflexión acerca del pasado y de cómo este determina el presente, expresándose en fenómenos sociales y vivencias individuales e íntimas. En la provincia de Concepción, el ex fuerte El Morro de Talcahuano, declarado Monumento Nacional a solicitud de la Corporación de Socorros Mutuos Bautista Van Schouwen Vasey, es un ejemplo de esta práctica llevada a cabo por distintas instituciones en el país, muchas de ellas receptoras de recursos administrados por el Ministerio de las Culturas (Mincap).
[caption id="attachment_41964" align="aligncenter" width="1280"] Actividad en Sitio de Memoria El Morro. Agosto de 207[/caption]
La disminución de presupuesto para la gestión de este Ministerio el año 2021 ha puesto en alerta a quienes trabajan en las distintas iniciativas vinculadas a esta cartera, así como los sitios de memoria. Sus denuncias provocaron que, la semana pasada, en la Cámara de Diputados se rechazara la partida correspondiente a esta cartera y así posibilitar su modificación y establecer un aumento de financiamiento.
En particular, apenas se conoció la partida presupuestaria defendida por la actual Ministra, Consuelo Valdés, once instituciones dedicadas a la cultura, memoria y los derechos humanos emitieron una declaración en la cual afirmaron:
«La aprobación de dicha propuesta será un daño estructural e irreversible para el país y un evidente retroceso en materia de políticas culturales. En concreto, se traducirá en una significativa disminución de actividades culturales, históricas, de memoria y artísticas en nuestro país, lo cual afectará no solo a nuestros espacios de memoria, museos y archivos, sino también a toda la comunidad que visita y frecuenta estos lugares. La situación es grave porque nuestras instituciones también son espacios relevantes para el mundo del trabajo del sector cultural: algunos espacios cesarían sus acciones por un tiempo, otros tendrán que despedir trabajadores y mermar acciones fundamentales como cuidado de colecciones de arte y archivo; y lo que es más grave aún, algunas podrían desaparecer.Después de años de esfuerzo sostenido y en solitario de las organizaciones y colectivos de memoria y defensa de los derechos humanos sosteniendo estos espacios, se ha logrado que el Estado comenzara a financiar a algunas de ellas, por lo que no resulta aceptable que hoy se comience un camino inverso reduciendo esos limitados apoyos, afectando así gravemente el derecho a la memoria y el derecho a la reparación que el Estado está obligado a garantizar, en virtud de los compromisos suscritos en el marco del sistema universal e interamericano de derechos humanos.»
Efectivamente, la disminución de aproximadamente un 15% de financiamiento público para tales entidades provocaría múltiples perjuicios en su funcionamiento, incluso poniendo en riesgo su actividad.
El testimonio de Iván González Toro, director del Observatorio de la Memoria y Derechos Humanos de Magallanes, permite comprender de cerca cómo podría afectar esta disminución presupuestaria. Iván comenta a Resumen que gran parte del financiamiento con el cuentan las organizaciones de esta área en la región lo adquieren a través de la Unidad de cultura, memoria y derechos humanos del Mincap, siendo utilizado, entre otros motivos, para relevar el valor histórico de la llamada Casa de los Derechos Humanos en Punta Arenas, inmueble que durante la dictadura fue utilizado como centro de detención y tortura por la Junta Militar. Si bien fue declarado Monumento Nacional, no puede ser utilizado, pues lo impide el deterioro de su infraestructura y la no implementación de un plan de restauración por parte del Ministerio de Bienes Nacionales.
En un documento, la Seremi de las Culturas de Magallanes indica:
«... la Unidad de Cultura, Memoria y Derechos Humanos, al fortalecer las capacidades de gestión cultural de las agrupaciones que se vinculan con los Sitios de Memoria contribuye en poner a disposición de la ciudadanía, desde el testimonio físico de los lugares donde acontecieron hechos de vulneración de Derechos Humanos en nuestro país entre 1973 y 1990, acciones que contribuyan a activar la memoria y promover la reflexión sobre nuestro pasado, presente y futuro con fines de reparación simbólica.Así, los Sitios son el componente tangible de la memoria, sirviendo de soporte no sólo para recordar, sino que también para activar y trabajar la memoria como una acción colectiva, crítica, cultural, artística y simbólica.»
El eventual perjuicio que provocará una disminución presupuestaria en el área cultural para tales organizaciones parece estar en absoluta contradicción con los propósitos que el Mincap ha asumido en materia de derechos humanos. Más aun cuando se considera que, como menciona el mismo documento, tiene entre sus misiones implementar “Medidas de Reparación Simbólicas y Colectivas” consignadas en el Informe Final de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, publicado el año 2004.
Fotografía principal extraída de elmagallanico.com. La Casa de los Derechos Humanos hace algunos días sufrió el desplome de parte de su estructura, lo cual se sumó a un incendio que la afectó en febrero de este año.
Disminución presupuestaria para Cultura afectaría también a Sitios de Memoria y organizaciones de derechos humanos, contraviniendo compromisos estatales al respecto