Doce Rostros, Vidas e Historias

Intervención de la compañera Valentina Casoni en representación de la Brigada Salvador Allende, BRISA, en el acto de homenaje a los héroes y las heroínas rodriguistas, ante la tumba de José Joaquín Valenzuela Levi. También la compañera Owana Madera del MPMR y Lautaro Valenzuela, hijo de José Joaquín, intervinieron con claras y emotivas palabras. Entre los asistentes estaban familiares y un numeroso contingente de compañeros y amigos, así como artistas invitados.

Compañeros y compañeras:

Saludo a todos los familiares de José Joaquín, amigos y compañeros, a los hermanos rodriguistas y a los militantes revolucionarios presentes.

Doce rostros, doce vidas, doce historias, hoy, frente a la tumba del compañero José Joaquín Valenzuela Levi, “Comandante Benito” para la Operación Siglo XX, iniciamos nuestra ruta de tributos a estos doce héroes y heroínas que cayeron defendiendo sus principios, nuestros principios. Como colectivo BRISA hemos decidido viajar a cada lugar donde estén sus cuerpos y rendir un saludo a estos hombres y mujeres que no claudicaron jamás en sus valores. Invitamos a los compañeros y compañeras que están aquí, que nos acompañen en estos doce viajes.

Libres vuelan hoy sus ejemplos en cada joven combatiente vivo, cada paso que ustedes dieron, son hoy replicados por muchos y muchas que siguen la búsqueda de verdad, de justicia por un mundo menos segregado, más igualitario y sin discriminación.

Hace exactamente 31 años de la cruel matanza de Corpus Christi, los días 15 y 16 de junio de 1987, la dictadura llevo a cabo lo que la policía secreta del dictador venía preparando: la venganza por el atentado a la vida del criminal Pinochet, en ese entonces, se vivía una época de oscurantismo, de miedo y terror frente al poder del dictador y sus organismos mal llamados de “seguridad”.

Estos organismos como la CNI, quienes sin ningún pudor torturaban y asesinaban despiadadamente a quienes osaban desafiarlos para destruir la política del terror que ejecutaban en aquellos años.

El plan se echa andar, una jauría de asesinos que conformaban la CNI, al mando del general Hugo Salas Wenzel y Álvaro Corbalan se apoderan en 48 horas terribles de 12 rodriguistas, en dos días la sangre corre y ningún tratado en relación a DDHH firmado por el estado chileno es vigente, en estas 48 horas, días y noches, nublados y tristes cubren Chile, surgen entonces las siguientes interrogantes: ¿Quiénes eran? ¿Qué genes constituyeron tal salvajismo en esos esbirros del dictador?, que no se detuvieron frente a una mujer embarazada y jóvenes sin otra defensa que sus cuerpos… Chile, Chile, Chile de 1987, esto es imposible de olvidar… solo el recuerdo, la memoria y la dignidad… son la fuente de justicia.

El 15 de junio de 1987 por la mañana se daba marcha al asesinato de 12 compañeros del FPMR, -hay que reventarlos- señalaba Álvaro Corvalan.

Esa mañana del 15 de junio muere acribillado Ignacio Valenzuela, más tarde es muerto Patricio Acosta, abatido en la comuna de San Joaquín. En la noche del 15 de junio en Varas Mena 417, es cercada la vivienda por agentes de la CNI, donde dos rodriguistas cubren la retirada de otro grupo de compañeros; Juan Valdemar Henríquez y Wilson Henríquez Gallegos caen muertos en ese enfrentamientos con los esbirros de Pinochet, a la misma hora es muerto Julio Guerra en el departamento que arrendaba en Villa Olímpica.

Mientras tanto, eran torturados 7 rodriguistas en el siniestro Cuartel Borgoño, José Joaquín Valenzuela Levi, Esther Cabrera Hinojosa, Ricardo Rivera Silva, Ricardo Silva Soto, Manuel Valencia Calderón, Elizabeth Escobar Mondaca y Patricia Quiroz Nilo, de acuerdo a versiones de vecinos del sector, los compañeros llegaron en la madrugada del día 16 de junio, vendados, con las manos en alto, descalzos y amarrados a la casa de Pedro Donoso 582, último eslabón de la matanza en serie de la siniestra CNI. A las 5:30 de la madrugada son acribillados los compañeros y el capitán Francisco Zúñiga de las FFAA chilenas, remata los cuerpos ya destrozados en torturas y balas. Algunos cuerpos como el del compañero José Joaquín Valenzuela Levi, presentaba 16 impactos a corta distancia, el cuerpo de Ricardo Rivera Silva, 5 impactos, Manuel Valenzuela presentaba 14 impactos y así fueron encontrados todos y todas tirados con sus cuerpos destrozados…

Compañero José Joaquín Valenzuela Levi, hoy estamos aquí frente a ti y a través tuyo simbolizamos éste homenaje a todas y todos los caídos los días 15 y 16 junio de 1987, queda la presencia de nuestros compañeros que murieron caminando hacia la libertad de Chile, hoy cada uno y una están enteros, ejemplos de vida, semilla y utopía hecha realidad, líderes que inspiran a muchos y muchas, corazones de amor incrustados en la justicia que se levanta buscando el sol. Hoy los recordamos sin llantos, ya que son ejemplo de consecuencia viva, están en cada palabra, en cada acto que se realizan en sus nombres, siguen vivos en cada hombre y mujer que replican sus acciones.

Hoy como artesanos de la justicia seguimos sus ejemplos, ¡Héroes infinitos de Corpus Christi!

Muchas Gracias a los presentes, y a todas y todos los que apoyaron este homenaje.

HONOR Y GLORIA A LOS CAIDOS EN CORPUS CRISTHI. HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

Memoria, Unidad y Acción BRISA.

Santiago, 16 de junio de 2018

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