El paro de dueños de camiones tiene a sus choferes como borregos serviles de un plan de desestabilización política nacional. No se entiende cómo, luego de afirmar la necesidad de “más seguridad”, que “no les maten”, no son los conductores quienes negocian y establecen acuerdos, sino que es la Confederación Nacional de Dueños de Camiones de Chile la que lo hace, decidiendo cuándo y cómo cesará de obstruir las carreteras.
Por Aniceto Hevia
Con estos sujetos es que negociaba el Gobierno este viernes hasta que la Ministra Izkia Siches informó del retiro de “las propuestas” planteadas, añadiendo que “es necesario poder avanzar y usar todos los instrumentos legales que están en el estado de derecho para volver habilitar las rutas de nuestro país, en protección de las personas”, de lo cual se infiere el uso de la Ley de Seguridad del Estado contra los autores de estos bloqueos. De cualquier modo, la acción patronal ya ha cumplido su propósito: ha trastocado la cotidianidad de quienes deben trasladarse impostergablemente, generando diversos perjuicios y una percepción de vulnerabilidad ante un grupo que pareciera omnímodo, pues no se le aplicó ningún tipo de medida de control de orden público, en una evidente displicencia contra las mayorías del país y un abominable trato preferente a este gremio patronal.
A esta situación se ha sumado la provocada por la gerencia de ENAP que ha sido denunciada por la Federación Nacional de Trabajadores Subcontratados (Fenatrasub) de negarse a dialogar sobre sus requerimientos. Indican que sus condiciones laborales permanecen congeladas desde 2017 y es necesario actualizarla para así «mejorar los anexos laborales, mejorar la calidad de la salud de los viejos y tener una cobertura de seguros para mejorar su protección. Hay muchos trabajadores que han partido de la refinería sin un seguro de protección en salud. Mejorar la calidad de los beneficios de escolaridad, de aguinaldos, vacaciones, etc. La brecha entre los trabajadores subcontratados y los de planta es muy grande y nosotros buscamos acortarla». Este viernes, cuando cumplían cinco días de movilización, la gerencia de la empresa comunicó que se habían visto en la obligación de detener la totalidad de sus operaciones de distribución de combustible en el sur del país, en consecuencia estimaba que en cinco días ya no contaría con el suministro de gasolina, petroleo ni parafina. Al cierre de la jornada, la misma gerencia anunciaba que se habían retomado trabajos, por cuanto se aseguraba el suministro de combustible.
En muchas gasolineras se acabó la parafina e innumerables familias se han quedado sin combustible para calefaccionarse. Se han generado atochamientos vehiculares monumentales en los centros urbanos de la zona centro y sur de Chile, provocando múltiples problemas. Ahora cabe preguntar por la responsabilidad de haber generado una alteración notable en la población que, al igual que con el paro de dueños de camiones, ha provocado incontables perjuicios, sobre todo en la población más pobre del país.
¿Dónde está el gobierno? ¿Qué hace Boric por representar y responder a los intereses y necesidades de la mayoría de la población?