[resumen.cl] “Que la crisis la paguen los ricos” señalaban los lienzos de los trabajadores tras el terremoto y tsunami del año 2010. A 6 años de la tragedia que varios señalaron sirvió para darle un reimpulso a la economía capitalista que ya venía con muestras de desaceleración, hoy los números a la baja en el país están siendo reconocidos por varios economistas e instituciones del capital financiero.
El boletín de empleo del INE publicado recientemente mostró un nuevo aumento en el desempleo a nivel nacional y se constató que “ocho de las quince regiones del país están por sobre la tasa de desocupación nacional de 6,6%”. La región del Bío Bío alcanzó el 7,6% de desempleo y ocupó el cuarto lugar tras las regiones de Atacama (8%) Tarapacá y Coquimbo (7,8%). Al desempleo en ascenso observado en la publicación se agrega el dato consignado en el mismo informe y que rescata el periodista Iván Weismann de El Mostrador “Casi el 90% de los empleos creados en los últimos 12 meses son del sector público” y explica “en los últimos 12 meses se han creado solo 92 mil nuevos puestos de trabajo, y 83 mil fueron en el sector público, lo que confirma que el sector privado está prácticamente estancado.”
A nivel de ciudades Alto Hospicio encabeza el desempleo con “11,2%, 3,9 pp. superior a igual trimestre del año pasado y 0,5 p.p. que el trimestre anterior” La sigue Vallenar con 10,5%, Calama con 9,8% y tras ella Lota con 9,7%”
A nivel provincial en la Región del Bío Bío resalta el caso de la Provincia del Bío Bío que alcanza un 8,2% de desempleo. En las ciudades Talcahuano y Hualpén el desempleo alcanzó el 9,1% en Concepción, Talcahuano y Hualpén fue 7,6%. La provincia de Arauco solo alcanzó el 5,4% mientras que Los Ángeles llegó al 7,8% y Chillán anotó un 8,1%.
A las cifras de desempleo se suman los números negativos de la industria manufacturera que por 4° vez consecutiva muestra una contracción, esta vez de un 1,2%. La producción minera por su parte disminuyó un 0,4%. Los datos han sido interpretados por los gremios patronales como negativas y señalan que podrían empeorar sobretodo si no se mejora lo que denominan “confianza”. La desconfianza de los mercados tendrían que ver con las reformas, en particular, ahora, con la Reforma Laboral. Desde los trabajadores organizados la ofensiva de la patronal contra la reforma tiene que ver con la intención de implementar en la reforma temas que les favorecen, como los pactos de adaptabilidad, la amplitud de los servicios mínimos y revertir la titularidad sindical; todo ello formas jurídicas que permitirían mayor precariedad laboral. Esta opinión no dista mucho de la realidad, pues la Reforma Laboral no es precisamente favorecedora de los trabajadores organizados y no modifica los pilares centrales del Plan laboral de Piñera implementado en Dictadura.
Las dudas ante esta ofensiva sobre el mundo de los trabajadores radican precisamente en los lienzos de los trabajadores ¿Pagarán la crisis los ricos?