En medio de una nueva jornada de protestas, Mubarak designó este sábado a Omar Suleiman, anterior jefe de la Inteligencia militar, como nuevo vicepresidente del país, y surge como el posible próximo sucesor del mandatario.
Previamente Mubarak había anunciado la conformación de un nuevo gabinete para aplacar las intensas manifestaciones que se desarrollan desde el pasado martes.
Tras la dimisión del Gobierno, a petición de Mubarak, el jefe de Estado anunció poco después de la medianoche que designará este sábado un nuevo equipo de trabajo para bajar las tensiones en las calles, sin embargo, los manifestantes piden su salida inmediata.
Asimismo, el dirigente el político y empresario Ahmed Ezz presentó su renuncia como miembro del Secretariado del Partido Nacional Democrático (PND) del presidente egipcio, Hosni Mubarak.
Ezz, uno de los aliados más estrechos del dirigente egipcio, tenía el monopolio efectivo sobre la importante industria acerera de la nación a través del emporio Al Ezz Industries.
El analista político y experto en temas de Medio Oriente, George Zade consideró que "no es de extrañar que la designación de Suleiman haya sido una jugada propuesta por Estados Unidos con el fin de calmar al pueblo y ganar tiempo" para preparar las próximas decisiones políticas.
"Mubarak tenía previsto colocar en la línea de mando a su hijo, Gamal Mubarak", señaló el especialista en exclusiva para teleSUR y agregó el nuevo vicepresidente es una persona "muy hermética donde el pueblo ha estado muy reprimido gracias al sistema de inteligencia que lidera Suleiman".
"Es un gran error desligar a un jefe de inteligencia como Suleiman", dijo Zade.
El experto, quien aseguró que el sistema político en Egipto tiene que cambiar "yo dudo que el pueblo vaya a aceptar sólo ese cambio, el Gobierno completo se tiene que ir".
Agregó que la juramentación del vicepresidente Suleiman es transmitida por un canal de Arabia Saudita "medio que el viernes anunció su respaldo hacia el Ejecutivo de El Cairo".
El pueblo de Egipto desafía toque de queda
Decenas de miles de personas se congregaron en el centro de El Cairo este sábado, desacatando así el toque de queda iniciado a las 16H00 (14H00 GMT) y una orden del ejército que prohibió las manifestaciones, en el quinto día de protestas que exigen la salida del presidente Hosni Mubarak.
En las inmediaciones de la céntrica plaza Tahrir (Liberación), en El Cairo, hay una multitud de miles de personas a pesar de los tanques blindados del Ejército presentes en puntos estratégicos.
El enviado especial de teleSUR en Egipto, Reed Lindsay, constató que la Policía disparó contra varios manifestantes, y relató que a pesar de eso, a una cuadra de la plaza una gran diversidad de personas se mantiene en su demanda de exigir la renuncia de Mubarak.
En vista de la dificultad en las comunicaciones, no se ha precisado el número exacto de personas fallecidas y heridas en esta nueva jornada de protestas que comenzaron el martes pasado.
"Todo el mundo aquí (plaza de Tahrir) dice que se queda" a la espera de los resultado que exigen, reportó el periodista.
En las calles de la capital egipcia hay un despliegue de tanques de guerra para controlar a las personas que exigen la salida de Mubarak.
En Alejandría y Suez, dos de las principales ciudades egipcias, más de 50 mil personas salieron a manifestar en las calles. Las protestas se han cobrado la vida de al menos 74 personas, según el último balance
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