El Acoso Laboral o mobbing en el trabajo: una mala práctica laboral

Dr. Franco Lotito C. – www.aurigaservicios.cl Docente e Investigador (UACh) La psiquiatra francesa Marie-France Hirigoyen habla del acoso laboral o acoso moral como aquella forma de lograr la renuncia de un trabajador –evitándose así el empleador el costo de asumir el pago de una indemnización– a través de ejercer una serie de presiones psicológicas indebidas con el objetivo de generar en la persona una serie de fuertes emociones de carácter negativo: frustración, inseguridad personal, daño a su autoestima, causar desesperación, etc., hasta provocar su posterior renuncia. Por esta vía, la empresa francesa de telecomunicaciones France Télécom logró deshacerse de miles de trabajadores con un costo en vidas humanas impresionantes: entre los años 2008 y 2010 nada menos que 49 trabajadores optaron por suicidarse ante las degradantes condiciones en que estaban trabajando estas personas. En el año 2014 nuevamente se produjo una nueva ola de suicidios y otros 10 trabajadores optaron por quitarse la vida. Esta triste realidad fue la que condujo a que el gobierno francés llevara al presidente ejecutivo de la empresa, el Sr. Didier Lombard, como imputado ante los tribunales de justicia galos por el trato poco digno e indecente entregado por sus ejecutivos a los trabajadores de la empresa. El concepto mobbing –tomado del inglés: hostigar, acorralar en grupo– tiene aparejado los siguientes significados: acosar, asediar, atropellar, atacar entre varios a alguien. Según el investigador de origen alemán Heinz Leymann, es una situación en que una persona (o varias), ejercen una violencia psicológica extrema de forma sistemática y recurrente durante un tiempo prolongado sobre otra persona en el lugar de trabajo, con el fin de destruir sus redes de comunicación, su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y conseguir su desmotivación laboral. Estas presiones y tácticas malignas pueden ir desde aislar al trabajador del resto de sus compañeros, insultarlo y agredirlo verbalmente, quitarle la oficina en la que trabaja, humillarlo en público, hasta sabotear los informes y trabajos que realiza el trabajador tachándolos de “inservibles”, “inútiles” y “basura para el papelero”, etc. La Comunidad Europea, por intermedio de encuestas y entrevistas entre miles de trabajadores de todos los países miembros de la comunidad, determinó que entre un 8 y un 12% de los trabajadores vive bajo constantes abusos en su lugar de trabajo. Como se comprenderá muy fácilmente, esta cifra puede estirarse fácilmente hasta un 15% en países como el nuestro, donde la “cultura de las buenas prácticas” aún no logra validarse y ser aceptada del todo. La cifra resultante es demasiado significativa como para que pase inadvertida, o para que no se le preste la debida atención que ella requiere, por cuanto, son demasiados los trabajadores que terminan con licencias psiquiátricas y con una severa depresión como consecuencia de los malos tratos reiterados. A menudo este tipo de experiencias van acompañadas de ideaciones suicidas, algunas de las cuales terminan, incluso, con la muerte del trabajador. Con el fin de minimizar las posibilidades de caer bajo las “garras” de este tipo de personas, a continuación se señalan las principales características del acosador laboral (o “intimidador en serie”) con el fin de que usted pueda tomar algunas precauciones: 1. Personalidad tipo Jekyll y Hyde: el acosador se muestra violento y desagradable con la víctima, pero muy encantador con el resto de sus compañeros, amigos y conocidos. 2. Mentiroso: es un sujeto que tiende a mentir en forma compulsiva, para efectos de convencer a la gente de su entorno –incluso mediante el expediente de los engaños y de la manipulación– de su actuar en contra de una determinada persona. 3. Controlador: presenta rasgos obsesivos por el control, por el poder y por la supervisión estricta de las actividades a su cargo, de manera tal, de manejar todo a su antojo y no ceder poder ante nadie. 4. Crítico y ácido: no está en su naturaleza alabar y apreciar el trabajo de los demás y, en forma sistemática, critica todo aquello que puede en cuanto se le pide la opinión. 5. Actitudes inapropiadas: tiene muchos prejuicios sobre el género, el nivel social, el nivel educacional y las creencias religiosas o políticas de sus víctimas y/o compañeros de trabajo. 6. Líder auto-convencido: no pone en duda su propia capacidad de liderazgo, no obstante ser incapaz de distinguir la diferencia entre “liderar” y ser “jefe”, capacidad que requiere, entre otros rasgos, de madurez, integridad, confianza, asertividad, etc., confundiendo lo anterior con intimidación, inmadurez, desconfianza, agresividad. Sugerencia: nunca deje que este tipo de sujeto gane poder sobre usted, ya que una vez que usted lo ha permitido, es muy difícil dar marcha atrás y las consecuencias pueden ser gravísimas: pérdida de la autoestima, cuadros de ansiedad, temor de ser humillado, trastornos psiquiátricos, depresión, cuadros de estrés severos (o trastornos de adaptación), ideación suicida.
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