Si hubiese que proyectar la década de los 70’ en un documental, las imágenes serían un torbellino de bombardeos, genocidios, guerrillas y atentados; la música probablemente estaría a cargo de Pink Floyd o Black Sabbath, siendo Patricio Guzmán el responsable de la dirección. Fueron diez años caóticos (como si ahora no dejara de serlo), plagados de revoluciones políticas y culturales, en un mundo enfrentado por dos trincheras ideológicas. Marcada por la muerte de Janis Joplin en 1970 y en el estreno de Apocalypse Now nueve años después, no faltaron aquellos que por esa década intentaron restarse de la historia, acudiendo a drogas psicotrópicas o participando de misteriosas sectas, haciendo lo posible para esquivar la maquinaria de un tiempo que se resistió a mirar por el retrovisor.
Elías Miranda / resumen.cl
Las cosas no eran muy estables, la revolución tecnológica comenzaba a tomar posición, sacudiendo contra la pared a los escépticos del mundo análogo. Y entre tanto acontecimiento, allá por 1974, en el año en que murió Juan Domingo Perón, Carlos Santana junto a Alice Coltrane lanzaban un álbum inédito de free jazz, desconocido hasta cierto punto y que puede ser perfectamente (si tu mente lo permite) un atractivo para estos días de encierro e incertidumbre.
Iluminiations, lanzado en septiembre del 74’, no es más que el retrato espiritual que Carlos y Alice exploraron por esa época, en un viaje con ángeles y galaxias lejanas.
Antes de su lanzamiento, la carrera de Santana ya venía en ascenso luego de presentarse con su banda en el recordado Festival de Woodstock (1969) y por éxitos como Soul Sacrifice y Oye cómo va. Tras eso, en 1972, en una fórmula frecuente por esos años, el estadounidense con raíces mexicanas inició una búsqueda consigo mismo, transformándose en discípulo del gurú indio Sri Chinmoy (conocido por su influencia en figuras del arte y el deporte), junto a su amigo y guitarrista, John McLaughlin. Esta nueva forma de vida desató al más experimental Santana conocido hasta el momento y que lo llevó a transitar por pantanos que años después confesaría haberse arrepentido de vivir. Su incursión en este “camino espiritual”, fue tan revelador para el músico que decidió cambiar su chapa a Devadip (La lámpara, la luz y el ojo de Dios).
[caption id="attachment_78520" align="aligncenter" width="500"] Caratula del disco. (Imagen extraída de discogs.com)[/caption]
Para quienes hayan escuchado Welcome (1973), Devadip ya merodeaba por el universo del jazz, pero fue en su encuentro con Alice Coltrane que definitivamente las luces comenzaron a encandilar su cabeza. La nacida en Los Ángeles entró de lleno a la música poco después de la muerte de John Coltrane (su marido) en 1967, publicando Cosmic Music y A Monastic Trio al año siguiente de quedar viuda. No es coincidencia que Santana viera en Alice la suficiente madurez espiritual para componer Iluminations; de hecho, las intenciones de Coltrane ya habían explorado culturas de Oriente, adoptando el arpa (además del piano) como el instrumento distintivo de sus obras, desconcertando a los puristas que veían con estupor la actitud innovadora de quien es considerada como la pionera del jazz espiritual y que en el disco, al igual que Santana, opta por anteponer Turiya en su nombre de pila.
El disco se divide en dos partes, con un total de seis tracks. La primera (A) cuenta con: (1) Guru Sri Chinmoy Aphorism Cymbal (sí, participa el gurú de Santana); (2) Angel Of Air; (3) Angel Of Water; (4) Bliss: The Eternal Now. Mientras la parte B contempla: (1) Angel Of Sunligth (pieza central del álbum); y por último Iluminations (2).
La repartición musical fue de la siguiente manera. En el piano y el arpa está Turiya Alice Coltrane; en la guitarra quien otro que Devadip Carlos Santana; la flauta y el saxo soprano a cargo de Jules Broussard; la batería en manos de Jack DeJohnette (quien trabajó en ocasiones con Miles Davis); Tom Coster en el órgano y finalmente en el bajo los dedos de David Holland.
El aforismo del principio nos da una pequeña pista de lo que se aproxima. El viaje y las sensaciones logran despegar a medida que las cortinas se abran y permitan que la luz nos dirija hacia una meditación casi forzosa (pero no menos sutil), ampliando un cosquilleo rebasado de destellos angelicales, en un imperceptible cambió de atmósfera. La prolijidad está pensada a tal punto, que los ángeles desprenden al espíritu de lo mundano, en lo que sería la última experimentación de Carlos Santana antes de continuar su carrera comercial y el largo camino casi cosmonáutico de Alice Coltrane hasta su muerte en 2007. Iluminations está disponible en todos los soportes habidos y por haber.Imagen principal extraída de last.fm
Etiquetas
Estas leyendo
El año en que Carlos Santana y Alice Coltrane iluminaron al mundo