El fracaso de las corporaciones educacionales

Los 25 días de huelga en el Liceo Técnico Femenino de Concepción (Corpride)

Nuevamente los trabajadores, docentes y no docentes, de los liceos administrados por la Corpride en la séptima y octava región, tuvieron que recurrir a una huelga legal.

Como todas las Corporación Corpride goza del beneficio especial que la LOCE les garantiza a las organizaciones empresariales para lucrar con la educación, son los únicos en recibir la subvención escolar completa por matricula y no por asistencia.

  Así Corpride recibe anualmente del Estado de Chile cuatro mil ochocientos millones de pesos ($4.800.000.000), para pagar los sueldos a los profesores e implementar adecuadamente los establecimientos para que los jóvenes reciban una buena formación.  Sin embargo en los Liceos administrados por Corpide ocurre todo lo contrario, los sueldos son bajísimos y este año pretendían disminuir aún mas durante la negociación colectiva, mientras los miembros del directorio de la corporación se embolsan cifras millonarias a costa de los dineros públicos, los establecimientos se encuentran en condiciones deplorables, la formación que allí se puede entregar es pésima, como lo demuestran los resultados obtenidos por estos.

En el contexto inmoral en que se basa el sistema educativo en este país (el lucro), Corpride sobrepaso todos los limites, es una vergüenza que el Estado aún no actué contra esta corporación que acumula tantas y reiteradas denuncias por parte de docentes, trabajadores, alumnos y apoderados.  La impunidad en que actúa Corpride nos devela que la debela que la revolución pingüino no sirvió de nada, por el contrario hoy los que pretenden maquillar la LOCE y cambiarle el nombre por LGE, nos hablan de sacar la educación de manos de las municipalidades y pasárselas a corporaciones privadas, pues bien los resultados de las políticas educacionales de las corporaciones esta  la vista, la única forma de sanear la crisis del sistema educativo en este país es que el Estado asuma una función que nunca debió delegar en nadie más.

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