Trabajadores de la salud se oponen a la medida argumentando que el sistema está sobrecargado por deficiencias ya existentes.
El ministro de salud anunció que dentro de los próximos días enviará al congreso un decreto que permitirá aumentar desde 56 a 80 las patologías que cubrirá el AUGE.
El plan consistiría además en retirar algunas enfermedades que estaban contempladas dentro de planes piloto, en donde muchas de las personas que ya habían recibido atención gratuita para sus enfermedades, se verán perjudicadas con la suspensión de sus tratamientos. Esto, según mencionó Álvaro Erazo (ministro de salud), cumpliría con los plazos establecidos por el gobierno de Michelle Bachelet.
Trabajadores de la salud se oponen a la medida, ya que aseguran que el sistema actual de salud público no da abasto para cubrir esta sobredemanda, ya que existen a la fecha largas listas de espera sólo con las 56 patologías contempladas actualmente dentro del programa, sin contar con las listas de espera que ni siquiera corresponden a las enfermedades de dicho plan. Por otra parte, existe una gran necesidad de recursos de carácter básico con los que debiera contar un hospital, como por ejemplo, las camas, que además de estar en mal estado no alcanzan para todos los pacientes, teniendo estos en ocasiones que ser atendidos en los pasillos sobre camillas a la espera de ser hospitalizados (indiferente de su gravedad).
Además de lo anterior, el decreto no contempla el aumento de personal en hospitales y consultorios, por lo que el aumento de personas atendidas que estarían incluidas en las 24 nuevas enfermedades que se sumarían al AUGE, correría por cuenta de las horas de trabajadores de la salud, y su sobreexplotación.
Lo anterior deja en evidencia la gran preocupación por parte del gabinete de Bachelet por cumplir con la agenda presidencial por sobre la necesidad y el derecho de las personas a una salud y trabajo dignos, esto obviamente motivado por el año de elecciones que se avecina.
Visto de otra manera, esta es una forma desesperada por parte de la concertación de ganar aprobación en su último año de gobierno, tirando todas sus cartitas guardadas bajo la manga, que por lo demás son jugadas bastante mal, sobre todo para los que estamos siempre en la parte más delgada del hilo.
De esta manera, si es que llegara a aprobarse el mencionado decreto, el beneficio ofrecido lo podríamos reducir a lo siguiente: si tiene usted una hernia abdominal levántese temprano, haga la cola interminable de las 6:30, saque el número, forme parte de una gran lista de espera para que lo llamemos algún día (ojala antes de su muerte), y de pasada enfrásquese en una pelea con el funcionario que ande con el caracho más largo debido a que tiene que trabajar más de las horas que le corresponde, además de poner la cara para dar las explicaciones correspondientes a usted (todo por la misma módica suma de dinero), para cumplir con las promesas que hizo la Sra. Presidenta junto a sus secuaces.