Crece a ras de suelo, entre el pasto común. Existen tres tipos de llantén, el más común es el llantén mediano. Sus propiedades son similares al llantén mayor y menor. Crece en tierras de cultivo, junto a las carreteras o en campos ricos en abonos orgánicos. Sus hojas alcanzan hasta 15 cms, se recogen durante la primavera o el verano.
Las hojas jóvenes de los llantenes resultan comestibles. Pueden comerse crudas en ensaladas o cocidas y son muy ricas en Vitamina C y al principio de la primavera, Vitamina A (dientes sanos) y calcio. Al estar más viejas, resultan igualmente comestibles, aunque más duras y con un sabor fuerte. Los tallos jóvenes igualmente resultan comestibles, siendo muy ricos en Vitamina B1, que es esencial para el crecimiento y desarrollo normal y ayuda a mantener el funcionamiento propio del corazón, sistema nervioso y digestivo.
Uso interno/infusión
Es antitusígeno y expectorante, por lo que disminuye síntomas del resfrío, asma, neumonías, faringitis, laringitis, bronquitis, tuberculosis, etc. Sus propiedades descongestionantes y expectorantes suaves son muy útiles para desinflamar las vías respiratorias y ayudar a expulsar las mucosidades que allí se desarrollan.
Ejerce propiedades emolientes, es decir, suavizantes de las mucosas respiratorias, por lo que se usa para curar el dolor de garganta, boca irritada o con llagas causadas por las infecciones, así como tratar la voz ronca. Para ello realizar enjuagues bucales con el líquido resultante de la infusión.
Al mismo tiempo las propiedades antibacterianas del jugo de esta planta pueden ser aprovechadas para eliminar los microorganismos que producen las enfermedades del aparato respiratorio. Las propiedades bactericidas de esta planta se pierden cuando se calienta, por lo que el jarabe frío es el que más conviene en caso de existir microorganismos.
Un par de cucharadas al día de jugo de llantén, ejerce además una función diurética por lo que resulta adecuado en dietas de adelgazamiento y ayuda a disminuir el dolor causado por la úlcera de estómago.
Su infusión sirve además para tratar el llamado “frío”, o infección urinaria.
La Infusión de llantén con chilco sirve para limpiar y purificar la sangre. Esta misma infusión es adecuada en casos de inflamaciones del colon y de los intestinos (enterocolitis).
Se ha probado que esta hierba favorece la coagulación de las heridas, evitando el sangrado. Esta propiedad puede aprovecharse no solamente para curar heridas externas, sino también aquellas heridas internas que se producen al romperse pequeñas venitas o capilares. Entre estas aplicaciones podríamos mencionar las hemorragias causadas por las hemorroides. De igual manera puede detener la sangre que se produce al orinar como consecuencia de las pequeñas heridas producidas en la vejiga.
Uso externo
El Llantén fresco desinfecta los cortes o heridas y favorece su cicatrización, una simple hoja verde de esta planta, bien lavada y aplicada sobre una herida ayudará a detener el flujo de la sangre, a cicatrizarla y a prevenir el riesgo de infección. De igual forma estas propiedades la hacen muy adecuada para el tratamiento de problemas de la piel. Contra la hinchazón producida por las picaduras de abejas, avispas, mosquitos, pulgas u otros insectos y picadura de las ortigas, disminuye el picor y favorece la cicatrización. La aplicación de un cataplasma sobre una quemadura, alivia el dolor y ayuda a regenerar la piel.
Al igual que el boldo, por sus propiedades antiinflamatorias y bactericidas, el jugo resulta adecuado para combatir el dolor de oído.
Un baño ocular realizado con el líquido resultante de la decocción de 5 cucharadas de hojas secas por litro de agua durante 1/4 de hora es un buen remedio para aliviar los ojos cansados, enrojecidos o inflamados.
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