El matinal de Cristián Bofill

El matinal de Canal 13, “Bienvenidos” vivió un singular episodio durante su emisión de hoy viernes 29 de noviembre cuando su conductora, Tonka Tomicic, expulsó del estudio a Hermógenes Pérez de Arce por sus negaciones, y a ratos justificaciones, a los crímenes de Estado cometidos durante la dictadura. La acción fue aplaudida por muchos usuarios y usuarias de redes sociales, mientras, un grupo aún mayor hacía el sensato cuestionamiento al porqué había sido invitado en primer lugar una persona así, validando su discurso al darle pantalla. La respuesta a este punto muy probablemente tenga como respuesta un nombre y un apellido: Cristián Bofill. Y es que una de las primeras medidas que tomó el megamillonario Andrónico Luksic una vez comenzado el estallido social, particularmente tras la entrevista al General Director de Carabineros Mario Rozas en Teletrece donde se cuestionó el rol de la institución en violaciones a los Derechos Humanos, fue el despido del jefe de prensa de su canal, Enrique Mujica, y la contratación (nuevamente) del periodista Cristián Bofill para asumir tal función que está a cargo, entre otras cosas, de la revisión de contenidos de dos de sus programas, el noticiero y el matinal. Esto porque, recordemos, la estación externalizó todos sus demás programas y funciones dejando a decenas de trabajadores y trabajadoras sin su fuente laboral. Solamente estos dos programas se mantienen bajo control directo del canal pues son, precisamente, instrumentos de control de la opinión. ¿Pero quién es Cristián Bofill? Periodista ultraconservador chileno formado en Sao Paulo (ciudad donde su familia emigró durante el gobierno de la Unidad Popular), en que -paradójicamente- militó en las Juventudes Comunistas, pero teniendo prontamente un radical giro ideológico y tomando una postura del todo reaccionaria, al punto que una vez graduado, participó de un programa de la Universidad de Navarra de España, casa de estudios perteneciente al Opus Dei. Conocido por sus amplios vínculos, desde ex ministros concertacionistas a la inteligencia del Ejército durante los ’90, desde 1999 hasta 2018 ejerció como director del periódico La Tercera, donde ató lazos con lobistas de la Concertación (principalmente Enrique Correa), pero principalmente, ocupó el diario para defender el libre mercado a ultranza, utilizando, por ejemplo, editoriales para criticar el fallo de la Corte Suprema que respaldaba las demandas de organizaciones de consumidores contra el alza unilateral de las comisiones de las tarjetas de crédito, fomentar la candidatura de Sebastián Piñera (siendo casi plataforma de campaña, y posicionándose por otro lado como el principal crítico del gobierno de Bachelet y la candidatura de Eduardo Frei). Junto a esto, se caracterizó por aplaudir todas las medidas de Piñera durante su primer gobierno, que el presidente respondía con numerosas entrevistas exclusivas. Y por supuesto, críticas feroces al movimiento estudiantil de 2011, desde donde creó e intentó instalar el concepto de “la ultra” para referirse a todos los dirigentes estudiantiles que militaban en colectivos o agrupaciones de izquierda (muchas de ellas actualmente conformando el Frente Amplio). Un enemigo inventado para acusarlo de ser el responsable de la intransigencia del movimiento, discurso que repetía constantemente también en la tribuna que le dieron en aquel momento, apropósito del mismo contexto social, en el programa Tolerencia 0. Desde que Luksic le asignara por segunda vez a Bofill la tarea de este control de contenidos el 31 de octubre para direccionar la opinión de la población, su mano se ha notado. Los noticieros solamente criminalizan las protestas, dejaron de hablar de las demandas, llegando incluso a subir a un periodista y camarógrafo al interior de un carro lanza-aguas. Por su parte, en el matinal llamado “Bienvenidos” no sólo aparecen personajes siniestros como Pérez de Arce, sino que también hay que sumar la contratación como panelista estable de Gonzalo Müller, militante UDI y también panelista de “Estado Nacional” de TVN a quién, según reveló Ciper Chile, SQM financió con cerca de 125 millones de pesos en facturas sin respaldo y la también contratación como panelista ocasional de la opinóloga ultraconservadora Teresa Marinovic. A estos hay que sumar también la presencia que ya tenían en el lugar el periodista Paulo “Polo” Ramírez, ex editor de Emol, la exalcaldesa RN Raquel Argandoña y la renuncia del periodista que hacía un contrapunto político en el espacio, Mauricio Jürgensen, (pues el formato ya se hacía insostenible) sin un reemplazo a su posición, dejando completamente cargada la balanza totalmente hacia la derecha más dura, conservadora y defensora a toda costa del modelo económico impuesto en dictadura que hoy se desmorona. Pero además, desde la llegada de Bofill se ha multiplicado la presencia de personajes vinculados a esta derecha ultraconservadora. Si bien es cierto que es prácticamente imposible escoger representantes de este sector que no estén involucrados en algún escándalo de corrupción, torpemente van como representantes los casos más mediáticos. Si analizamos quiénes son los que se pasean como si nada por el matinal de Bofill veremos a Iván “Raspado de olla” Moreira (Penta), Jaqueline van Rysselbergue (Corpesca), Ena von Baer (Penta), entre otros. Esta clase de personas son las que tienen el descaro de hablar de delincuencia y además ofrecer soluciones (que nadie les pidió) al país. Una verdadera falta de respeto para la población. Por su parte, para simular una pluralidad falsa, presentan figuras de la exconcertación, ex ministros y congresistas. Una lógica binominal inexistente para la población, que ve a toda la clase política como un solo bloque y contra el cuál precisamente se ha rebelado. Es importante no olvidar el aprendizaje adquirido durante estas semanas de movilización, la prensa es un aparato más del statu quo que se está luchando masivamente por cambiar de manera radical, un aparato ideológico, un cuarto poder. Se hace imprescindible identificar cuál es el discurso que están tratando de instalar y tener las herramientas necesarias para hacerle frente. Resumen.  
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