La alimentación como un derecho humano ha sido privatizado a lo largo de nuestras vidas, asumido como algo normal, así como también el desconocimiento que poseemos de nuestro alimentos, como están compuestos o producidos no dándole la importancia real que esto amerita. Más aun, muchas veces ignoramos la intervención y manipulación genética que poseen algunos de ellos o los miles de químicos que se han utilizado para hacerlos tan “grandes y bonitos”.
Es necesario mencionar y realzar la importancia que tiene el reconocer la alimentación como parte fundamental de nuestras vidas haciéndonos consientes de lo que comemos. Por ejemplo, para la FAO (Organización para la Alimentación y la Agricultura) lo que importa es asegurar la cantidad de nutrientes y calorías que la gente necesita para seguir viviendo y reproduciendo el sistema, a esto le llamanSeguridad Alimentaria. Sin embargo, desde los pueblos se ha levantado el concepto de Soberanía Alimentaria que no busca sólo asegurar la cantidad de alimentos sino también la calidad y el valor cultural que estos poseen.
Una de las formas de asegurarnos de saber qué comemos es mirando las etiquetas de los productos (teniendo claro, eso sí, que muchas veces las industrias ocultan información importante). Otra es que cuando nos dirijamos a las ferias libres busquemos a los pequeños productores campesinos que muchas veces venden sus productos directamente (a veces sus productos no son los más bonitos, pero son los más sanos, y muchas veces también los más ricos). Una tercera opción y en la que nos centraremos hoy es la producción de alimentos sanos y limpios a pequeña escala, para optimizar dicho fin aprenderemos cómo realizar un almácigo.
Un almacigado es un espacio controlado y seguro en el cual tendremos nuestras semillas durante sus primeras semanas de vida, desde la siembra hasta realizar el trasplante al suelo definitivo.
Para construir el almácigo necesitamos algún recipiente (puede ser un pote de yogurt, bandeja de huevo, casatas de helado o un cajón de madera con unos 10 cms. de altura, entre otros) también necesitamos tierra de buena calidad (compost de nuestra abonera sería ideal) semillas y piedras, dependiendo de la altura de nuestro almacigo. Ahora comencemos a construir nuestro almacigo!
-Para iniciar debemos realizarse un orificio al recipiente para que la tierra pueda drenar bien, en caso de almácigos de más altura se ponen unas piedras al fondo que también ayudan al drenaje. Esto evitará los excesos de agua, y pérdida de nutrientes.
-Luego introducimos un poco de tierra buena la cual sacamos de nuestra abonera (se recomienda arnerear esta tierra para evitar terrones o restos orgánicos aun no desintegrados). Con esto formaremos una base rica en nutrientes donde la semilla se pueda desarrollar.
-Con la tierra aplanada poner la semilla que hemos decidido sembrar (recordemos que cada semilla es una futura planta por lo que no es recomendable poner muchas semillas)
-Luego tapamos las semillas con una fina capa de tierra (normal) para ayudar con el riego y no entorpecer el crecimiento de la semilla, nos servirá hacer agujeros a una botella la que nos permitirá regar la tierra en forma de lluvia muy fina, se debe mantener la tierra constantemente húmeda, Las almacigueras se deben dejar en un lugar que reciba sol, sobre todo el de la mañana que tiene una intensa luz, pero no es tan fuerte y no quemará los brotes.
Si queremos proteger las semillas de los rayos del sol, las bajas temperaturas o de la erosión producida por el agua y el viento, es recomendable poner una capa de ramas ligeras u hojas sobre nuestro almácigo. Otra forma de cuidar nuestro almácigo es con plástico transparente. Esto es muy necesario en las noches de inverno para proteger de las heladas.
Con estas indicaciones ya tenemos nuestra almaciguera, debemos esperar alrededor de 15 días para realizar el trasplante de nuestras plantas a nuestros suelos definitivos.
Como Unión Comunal de Huertos Orgánico (UCHO Tomé) los invitamos para este 16 de octubre en la plaza de Tomé donde realizaremos un TRAFKINTU (Ceremonia de intercambio tradicional mapuche), en el cual, como todos los años se potencia el rescate de la biodiversidad y la búsqueda de la soberanía alimentaria.
Foto: veoverde.com
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