Según un estudio de la Cámara Chilena de la Construcción, 8 de cada 10 habitantes de San Pedro dicen perder dos horas en la congestión vehicular.Por Diego ChacanoLa situación insostenible de movilidad que existe en San Pedro de la Paz lleva años sin una respuesta y perjudica a trabajadores y estudiantes, aumentando considerablemente el tiempo de transporte en la carretera.La ruta 160, que comienza en Concepción y termina en Lebu, posee una zona de atochamiento vehicular en San Pedro que, según Rodrigo Soto, presidente del sindicato de conductores de la Línea Nueva Llacolén, produce hasta 60 minutos de espera solo para poder salir de Boca Sur. “Nos vemos afectados en los tiempos de llegada, en los tiempos de espera para los pasajeros. Entonces los pasajeros reclaman”, comentó.Los accidentes que se han provocado en la ruta incluso han llegado a afectar a la línea férrea en diversos cruces como Candelaria o avenida Daniel Belmar. “Los tacos generan tratar de tomar las decisiones, aprisionamiento, colisiones”, expresó Claudio Guerrero, presidente del sindicato de conductores de la Línea San Pedro del Mar. “El caos vial que vemos en San Pedro es terrible. Prácticamente es la tormenta perfecta y nadie hace nada. La gente pierde una hora, una hora y media hacia Concepción, en un tramo que debería demorar 40 minutos como máximo.”, agregó.Te puede interesar |Con o sin lluvias: La crisis de infraestructura y transporte en el Gran Concepción que aún no se solucionaTanto los frentes climatológicos que se han vivido en las últimas semanas, como el actual cierre de la Ruta de La Madera, la habilitación del camino Patagual y la construcción del Puente Industrial han configurado el escenario perfecto para la sobrecarga de la ruta 160. “Esto induce una reasignación de flujo (...) implicando una sobrecarga que esta vía no es capaz de albergar”, explica el seremi de Transporte Biobío, Hector Silva.Sin embargo, estos son eventos coyunturales que explican el aumento del caos, mas sus razones de fondo obedecen a problemas de infraestructura que se mantienen a través de las décadas. “La inversión pública está más de 10 años atrasada, yo diría que fácilmente 15 años en términos sistemáticos de inversión”, ha explicado anteriormente el docente y arquitecto Sergio Baeriswyl, enfatizando en que “los planes reguladores son un tablero de ajedrez, con muchas piezas, pero quien mueve las piezas son las autoridades que toman decisiones y que disponibilizan los recursos para que la estrategia se pueda concretar”.Un punto importante es el Plan Regulador Comunal y cuánta implicancia tendría en el actual caos vial. Respecto a esto Rodrigo Ulloa, asesor urbanista de la municipalidad de San Pedro de la Paz, ha señalado que “los planes reguladores comunales pesan muy poco en ese conjunto de factores que inciden en la congestión. Lo explico en forma simple, en los problemas de congestión vial incide: la oferta infraestructura, es decir, la oferta de calles existente; incide la forma en cómo la gente se moviliza; inciden los patrones densificación (dónde y qué se construye)”.“El plan no es el problema, el problema es que la infraestructura comprometida en su minuto por los organismos públicos como era mejorar avenidas, ensanchar, construir un cuarto puente, construir otros puentes o habilitar de infraestructura sanitaria o mejorar las redes de equipamiento, llegar con los servicios, eso es aparentemente lo que se acopló en el caso de San Pedro de La Paz y Coronel”, sostuvo Baeriswyl analizando la incidencia del Plan Regulador.Según Sergio, la principal razón de estos atochamientos son la disparidad entre los planes reguladores, como instrumentos de gestión territorial, y las verdaderas inversiones en materia de infraestructura.Ejemplos de estos atrasos sistemáticos en inversión para la infraestructura se pueden notar si consideramos que el Puente Bicentenario debería estar funcionando en su totalidad desde hace una década -proyecto profundamente cuestionado por su calidad y el desplazamiento que ha arrastrado de la histórica Población Aurora de Chile-, el mejoramiento de la ruta en términos de desnivelaciones es un tema sobre la mesa desde hace 15 años. Los atrasos en licitaciones, además de la falta de recursos públicos destinados a tiempo para esta ruta, dan como resultado hoy el caos vial del que todas las pobladoras y pobladores somos testigos y víctimas.Desde el seremi de Transportes se comentó sobre las inversiones actuales en esta materia: “La inversión en proyectos que se encuentran en ejecución o que iniciarán ejecución antes de marzo 2026, se proyecta en 2.263 millones de dólares. A su vez, existen ocho proyectos de infraestructura en estudio, los cuales contemplan una inversión total de $ MM 4.329.899 y se desarrollarán antes del 2026. En caso que pasen esta etapa, su implementación mejoraría sustancialmente la calidad de la movilidad de las personas y dará un mayor impulso al desarrollo de la Región del Biobío”.“A la fecha, los proyectos de Más Movilidad tienen importantes avances en sus diversas etapas, donde destacan los Corredores de Transporte Público en la Ruta 160, 150 y autopista Concepción-Talcahuano, la construcción del Puente Industrial, Los cruces desnivelados EFE en la ruta 160 y San Pedro de la Paz, la proyección de EFE Sur para la ampliación de capacidad de trenes en la línea 2, junto con la proyección del tren a Lota, entre otros”, finalizó Hector Silva.