¿Sabía usted que diariamente los chilenos gastamos 25 hectáreas de arbolitos para satisfacer el consumo de papel? Según dicen algunos ecologistas, esto sería equivalente a talar 25 canchas de fútbol diarias.
Hay muchas formas de gastar papel. Para algunos el papel informativo es indispensable. Para otros, la más imperiosa e irremplazable labor del papel, es la del papel palpo, conocido también como higiénico. Muchas veces estos dos papeles corren la misma suerte. Finalmente, sucios o no, terminan desechados.
Independientemente de su importancia, lo inevitable es que para obtener papel, empresas madereras y productoras de celulosa cortan los pulmones de nuestra tierra a cualquier costo y botan su basura en nuestro jardín. Tales son los casos de las querellas y denuncias contra CMPC, publicadas durante el año pasado en el diario El Ciudadano, donde los vecinos de la cuidad de Laja acusan a CMPC de enfermarlos de cáncer, daños neurológicos a recién nacidos, entre otras enfermedades, a causa del mercurio que la empresa acumula para sus procesos y que contaminó la tierra; o en la Región de la Araucanía, donde parceleros se querellaron contra la misma empresa por arrojar cerca de 20 mil litros de petróleo al estero Tijeral en Mininco. Todos estos delitos han terminado sólo en el pago de multas, sin detener el daño en contra de la salud de millones de personas.
Como se dice, la caridad empieza por casa. Hay alternativas para ayudar a disminuir el consumo de papel y sus fatales consecuencias: una de ellas es agarrar a los maldadosos -como los de más arriba- de las orejas y echarlos cascando de nuestros territorios. Esta receta queda de tarea para la casa. Otra, es reutilizar el papel que ocupamos diariamente, es decir reciclar. Esta receta se la doy yo.
Materiales:
Juguera.
Papel usado de revistas, diarios.
Agua
2 Recipientes
Una malla metálica con un marco de madera por el rededor de la forma que desee las hojas.
Trozos de tela del tamaño del marco (preferentemente de algodón)
Una esponja
2 Tablas del tamaño de los trozos de tela.
Procedimiento:
Ponga agua en un recipiente para la mezcla. Pique el papel y échelo dentro. Déjelo remojar hasta que el papel se deshaga. Luego, con el mismo jarro de la juguera, tome de a poco la mezcla y vaya moliendo todo hasta conseguir una pasta homogénea. En el otro recipiente, que debe ser más grande que el marco con la malla metálica, vaya vaciando la pasta ya pasada por la juguera.
Sumerja la malla en la pasta y deje que el agua escurra través de la malla de manera que quede una capa de pasta en la malla. Ponga un trozo de tela sobre la pasta extraída y estilada, y con la esponja retire toda el agua que pueda por el lado de la tela, cuidando no deshacer la capa. Dé vuelta la malla de manera que la capa de pasta quede sobre el trozo de tela. Retire la malla. Haga esto con todos los trozos de tela que tenga y vaya poniéndolos uno sobre otro cuidando que no se junten las capas de pasta de un trozo de tela con otro.
Luego póngalos todos entre las dos tablas, una en cada extremo. Encima de esto ponga un peso, como una piedra grande o una enciclopedia. Deje secar por unas horas. Luego tienda los pedazos de tela en un lugar seco. Al secar completamente usted podrá retirar sus hojas.
Puede agregar anilina al agua de la pasta para teñir sus hojas. También puede añadir hojas de árbol o pétalos o pedazos de paja para darle otro aspecto.