El silencioso avance de las mineras en el Lago Lleu Lleu

Desde el año 2005 aproximadamente, las comunidades mapuche del lago Lleu Lleu han debido enfrentar la amenaza de la industria minera en su territorio, que tiene gigantescos intereses en la explotación de diversos minerales en la zona. Entre estos proyectos destaca el del empresario Leonardo Farkas como el más ambicioso.

Muchos son en Chile los que manifiestan su oposición ambientalista a los proyectos de termoeléctricas e hidroeléctricas, pero poco saben de los oscuros intereses mineros e incluso energéticos que se ciernen sobre el territorio mapuche conocido como la provincia de Arauco. Estos poco salen en los medios y su tramitación avanza silenciosamente.

Pero también es necesario saber que no sólo es una cuestión ambiental, sino que se trata de una nueva incursión agresiva contra los derechos territoriales mapuche ejercidos por particulares con la protección del Estado chileno, constituyendo una nueva invasión winka, como por décadas lo han representado las forestales y latifundistas.

Antecedentes

En su momento se logró obstaculizar, al menos hasta donde se sabe, la extracción de “tierras raras” para la industria aeronáutica, tales como el escandio y hasta el uranio que se hallaría en el mismo lago. Esto se logró gracias a la decidida resistencia de las comunidades de la zona que expulsaron a las autoridades y empresarios, demostrando que existe fuerza y conciencia de defender lo que les pertenece.

Pero nada ha sido descartado y los intereses de esta millonaria industria de alcance internacional, tienen sentido cuando se piensa en los proyectos viales que están en ejecución en la zona, como la moderna autopista desde Coronel al sur y los puertos que ya se estudian en Quidico y Yani.

Farkas

Actualmente, el proyecto que más preocupa es el de Leonardo Farkas Klein, el que también inició su tramitación el 2005 -o quizá antes- para la extracción de hierro. Su ambición comprende miles de hectáreas a lo largo de la cordillera de Nahuelbuta, desde Contulmo hasta la comuna de Carahue, ya en la novena región.

Este personaje presentó al Estado peticiones de “exploración” divididos en alrededor de al menos 40 solicitudes que fueron aceptadas por la justicia en abril del 2008. Los antecedentes descansan en el Juzgado de Letras de Cañete y la Notaría con su nombre y apellido. Desde entonces, con mucho silencio se realizan trabajos de demarcación y viales que han sido advertidos por las comunidades cercanas.

De acuerdo a lo publicado por La Segunda, estas peticiones llevan como nombre “Shandor”, la misma palabra que aparece en unos bloques de cemento repartidos por la zona comprendida al este del lago Lleu Lleu. Estos fueron instalados a mediados del 2010 y su función sería demarcar los próximos trabajos para la extracción de hierro, por lo que hasta ahora se sabe.

Pero todos estos trabajos preliminares se han mantenido en reserva, incluso el mismo Farkas desmiente públicamente que tenga pretensiones en la provincia de Arauco.

Coaptación de la gente de la zona

Pero la gente de la zona dice otra cosa. Se ha revelado que los trabajadores contratados para las exploraciones y la instalación de esas marcas por contrato deben guardar completo silencio sobre las faenas, sino “les caerá el peso de la ley”.

Esto no sería difícil de cumplir gracias al suculento sueldo que reciben los trabajadores que son de la zona, que en su calidad de jornal uno de ellos dijo sacar cerca de 2 millones de pesos con finiquito por 3 meses de trabajo, según publicó La Segunda.

Además, se dice en la zona que los trabajadores que conocen el territorio debían cuidar y acompañar siempre a los “jefes”, osea los capataces, ingenieros y todo especialista que llegara desde fuera. Estos trabajadores dicen que el año pasado los trabajos quedaron suspendidos en julio, según ellos, por lluvias.

Una señora que se identifica como presidenta de la Junta de Vecinos de Mahuilque dice al diario: “Aquí echamos de menos al señor Farkas. Lo conocimos hace como cuatro años, cuando venía y nos traía regalos”.

Frente a la casa de esta señora, dice el diario, hay uno de esos bloques de cemento recién pintado, marcado como “Shandor” y con una fecha que dice “Diciembre 2009″, pero ella asegura que lo instalaron recién en diciembre pero del 2010.

Complicidad de autoridades

Desde el año 2005, la comunidad Juana Millahual del sector Rucañanco ya había denunciado que tanto el proyecto de Farkas como entonces las pretensiones del empresario Jaime Troncoso contaban con el visto bueno de las municipalidades de Cañete, Tirúa y Contulmo.

5 años después, esto lo reafirma el propio administrador municipal de Contulmo, Marco Morales, quien dijo a La Segunda: “La minera Santa Fe (de Farkas) viene hace meses realizando trabajos, principalmente en el sector de Mahuilque, que contemplan una salida al mar  por Quidico (al sur del Lleu Lleu)”. Morales dice que esto es sabido en el municipio pero no consta en documentos.

2011 sería clave

Según cuentan los propios trabajadores entrevistados por La Segunda, las faenas sufrieron un cambio en su calendario porque se habría encontrado más hierro del que ya hacía rentable el proyecto.

Por esta razón, se dice que este año sería clave para que, bajo esa ambiciosa previsión, el Estado otorgue el permiso siguiente a la exploración: las concesiones de EXPLOTACIÓN, es decir, el inicio de los trabajos para la extracción del mineral.

En ese sentido, la presidenta de la Junta de Vecinos de Mahuilque, dice que “el mínimo para que las exploraciones fueran exitosas, es que tenía que haber un 1,1% de hierro en la roca, pero uno de los gerentes nos avisó de que tenía 2,5%”.

La lucha mapuche firme y constante contra el invasor

Una de las comunidades que ha encabezado la lucha contra las mineras, ha sido la Comunidad Juana Millahual de Rucañanko, quienes se han enfrentado frontalmente a empresarios y a las autoridades que han intentado llegar a engañar a su gente.

El Lonko de la comunidad, Iván Llanquileo Antileo, ha manifestado el sentir de su gente:

“Si llegara la minera aquí, esto se destruye todo, y si la tierra muere, nosotros desaparecimos. Sería un genocidio y no sólo para las personas, sino que también para todos los seres vivientes que habitan esta tierra”.

Consultado sobre los avances en la instalación de la minera, el Lonko dice que ellos serían “desalojados de aquí, porque ya no se podría vivir más aquí. Sobre todo porque las forestales ya han destruido gran parte del territorio y con los proyectos que se vienen, se terminaría de devastar todo aquí”.

Pero el peñi Llanquileo advierte que permanecen atentos y tienen muy claro qué hacer, porque se “sabe que la cordillera de Nahuelbuta tiene de todo tipo de minerales que los winka codician y ya vienen por ellos”.

“Por eso, nosotros no vamos a dejar que entren, vamos a resistir como lo hemos hecho todos estos años, aunque sea a palos y piedras”.

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