El Salvador, la nación más pequeña de la América morena, ha tenido un enorme valor emocional para el resto de nuestro continente, el pulgarcito de América lo llamo nuestra Gabriel Mistral quien fue solidaria con la revuelta campesina que en ese país encabezo Farabundo Martí el año 1932 y que concluyo con una de las mayores masacres de la historia de nuestro continente.
La gran dramaturga local Isidora Aguirre (la pérgola de las flores) también estuvo ligada a El Salvador a través de la relación que mantuvo con el poeta y guerrillero salvadoreño Roque Dalton, quien influencio a toda una generación de artistas e intelectuales latinoamericanos al transformarse en un ejemplo de intelectual comprometido que dio su vida en la lucha de los pueblos latinoamericanos contra la dominación de las oligarquías nacionales sometidas al imperialismo norteamericano.
Por eso Silvio Rodríguez quien dedico una serie de temas y canciones a la lucha del pueblo salvadoreño y de la guerrilla del Frente Farabundo Marti para la Liberación Nacional, nos cantaba “el tiempo esta favor de los pequeños”, Silvio añoraba un triunfo guerrillero que estuvo a la mano, pero que la intervención masiva, directa y genocida de los militares yanquis impidió. El FMLN debió bajar las armas para terminar con regadero de sangre, desde entonces ya han pasado casi 20 años, periodo durante el cual han gobernado el partido político creado por la embajada norteamericana y los paramilitares que cometieron los más atroces crímenes contra la población civil.
Silvio creyó descubrir un unicornio azul en las montañas de El Salvador cuando escucho un comunicado de la guerrilla salvadoreña leído por un hijo del asesinado Roque Dalton, hoy nuestra América morena en pleno celebra el triunfo del pueblo salvadoreño que ha vencido el miedo impuesto por décadas de genocidio, solo a 24 horas de esta elección dos militantes del FMLN fueron asesinados, muchos ex guerrilleros han sido asesinados una vez que se desmovilizaron y entregaron las armas, sin embargo hoy un unicornio asoma nuevamente en las montañas de El Salvador, un unicornio azul, como la poesía del nicaragüense Ruben Dario, un unicornio que es el sueño de nuestros pueblos de liberarnos definitivamente de la explotación y miseria impuesta por las naciones imperialistas y los traidores locales.