En Brasil, 32 razones y 32 hechos sobre el Mundial de Fútbol

Desde 1930, cada cuatro años (con la única excepción de la Segunda Guerra Mundial, entre 1938 y 1950), se celebra una fiesta futbolística, un mega evento deportivo que une a las naciones como una misma. Todo es guateque, celebración, reunión, juerga, verbena, espectáculo y festejo.

El país anfitrión pone su casa para recibir la ansiada copa, la que todos quieren levantar y que sólo se quedará con uno de los chambelanes al final de la fiesta. A esta celebración asisten 32 selecciones, que durante dos años pelean contra otros países dentro de su confederación (separada por continentes o zonas) para estar presentes en la Copa Mundial.

Sin embargo, no todo es color de rosa y menos para el país que recibe la copa. Corrupción, tratos injustos, sobreexplotación, dinero malgastado e imposiciones de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociación, máximo organismo regulador del futbol mundial) causan la ira popular, que se manifiesta en el próximo anfitrión, Brasil, desde el año 2013. Las organizaciones prometen que seguirán haciéndolo antes, durante y después de la copa del mundo.

Desde que la FIFA designa al país que recibirá la copa, los ojos del mundo entero se vuelcan hacia los involucrados y así se mantienen durante cuatro años; todo lo que ocurre, sea bueno o malo, se sabe. Nada se pasa por alto, y Brasil se encuentra en el ojo del huracán

Con argumentos breves, 32 razones, 32 selecciones, explica las situaciones que ocurren en cada lugar en que se da un gran evento deportivo.

1. Bajo el mundial de fútbol en Sudáfrica y con el pretexto de la necesidad de realizar aeropuertos, carreteras, estadios y centros deportivos, fueron expulsadas de sus hogares aproximadamente 20 mil personas. Cuatro años más tarde, ahora en Brasil, se estima que hasta la fecha a cerca de 170 mil personas les fueron arrebatados sus hogares y fueron enviadas a lugares completamente alejados de las ciudades y los servicios, lo que causó un gran revuelo.

2. La Copa Mundial es una justa deportiva que atrae a carroñeros de todas partes. Marcas como Sony, Hyundai, Adidas, VISA, Emirates, Coca-Cola, Castrol y Mc Donalds, entre otras, son los patrocinadores de la fiesta. En Brasil se desplaza de manera forzada a los vendedores ambulantes para que los socios y patrocinadores de la Copa Mundial puedan ejercer sus derechos de venta de forma exclusiva. Esto perjudica de forma directa a la economía local.

3. Recientemente se publicó en diversos medios la situación en la que viven los trabajadores de los estadios y centros deportivos brasileños. La mala planeación para termina las sedes mundialistas obliga a trabajar a marchas forzadas, lo que hasta el momento dejó ya un saldo de siete muertos por diversos accidentes ocurridos en la construcción de los estadios. Se demanda también que los trabajadores laboren más tiempo por menos dinero, viviendo en situaciones completamente indignas. Desde el inicio de las construcciones ya se registraron 17 marchas; las huelgas realizadas tuvieron éxito, lo que trajo una mejora de la seguridad en la mayoría de las obras. Sin embargo, las principales demandas de los sindicatos no se han cumplido. Los trabajadores de la construcción se ven a menudo obligados a luchar por el pago de horas extra, y el suplemento por trabajar en fin de semana es una realidad en pocos sitios.

4. La exención de impuestos y los derechos exclusivos de ventas son algunas de las condiciones que impone la FIFA para la concesión del Mundial. Se estima que este “gesto” le costará a Brasil perder 680 millones de dólares. Las entradas para los extranjeros oscilan entre los 90 y los 175 dólares por partido, mientras que para los residentes se venderán en 25 dólares, precio que es alto en comparación con el salario mínimo brasileño. Mucha gente local no tendrá la oportunidad de asistir a la fiesta.

5. Los países que compiten por celebrar la Copa Mundial de Fútbol lo hacen tras la promesa de crecimiento económico, inversión y nuevos empleos. En Brasil, se espera que se creen 700 mil empleos y que el Producto Interno Bruto (PIB) aumente un 0.26 por ciento, aproximadamente 4 mil millones de dólares. Estas esperanzas son fomentadas intencionadamente desde la FIFA, y por su presidente, Joseph Blatter; pero la realidad es diferente. El único beneficiario, al final, es la propia FIFA, mientras que los pobres son exprimidos, explotados laboralmente y desalojados de sus hogares o puestos en mercados ambulantes. Esto quedó patente durante la Copa Mundial de Fútbol de Sudáfrica, que supuso una debacle para el país.

6. Brasil pretende organizar el mundial “más ecológico” de la historia. Las autoridades exigirán una certificación de medio ambiente antes de conceder la licencia de los proyectos para la renovación y construcción de los estadios. Sin embargo, la realidad es bastante diferente, según el informe “Megaeventos y violaciones de derechos humanos en Brasil”. En la práctica, las instituciones brasileñas recurren a mecanismos que facilitan la obtención de licencias medioambientales para los megaeventos.

7. Tras el mundial de Sudáfrica 2010, la FIFA otorgó 100 millones de dólares a Sudáfrica como legado por el mundial; una propina, comparada con los beneficios por 2 mil 600 millones de euros que amasó la FIFA durante la competencia. A Sudáfrica, además de su autoestima popular lastimada como nación, le quedó un agujero de mil millones de dólares, déficit que aún hoy no sabe cómo amortizar. Esta situación es causa de múltiples manifestaciones, pues la gente considera que Brasil no está listo para recibir la justa deportiva, mientras que sus gobernantes alegan lo contrario.

8. El plazo que inicialmente estipuló la FIFA para la conclusión de los estadios sede fue el 31 de diciembre del 2013, pero a tan sólo 40 días del Mundial todavía se tienen que entregar dos de las 12 sedes del torneo. Con marchas forzadas se entregaron a penas en tiempo la Arena Amazônia, en Manaus, y el Arena Pantanal, en Cuiaba, pero los que más preocupan son los estadios de São Paulo y Curitiba, que todavía no tienen una fecha de conclusión.

9. El diario O Estado informó que el Mundial terminará costándole al país 14 mil millones de dólares, y que estará pagándolos hasta 2030.

10. El Estadio Maracaná, situado en Rio de Janeiro y que acaba de ser reinaugurado entre críticas y demoras, vio cómo se duplicó su presupuesto, que de los 600 millones de reales originalmente planeados, trepó hasta mil 127 millones de reales.

11. Una vez terminado el Mundial, las empresas buscan ponerle nombre a los estadios, sin embargo encuentran que no es rentable. Para serlo, los 12 recintos mundialistas deberían estar llenos al menos en 15 espectáculos por año, con entradas superiores a los 20 euros. Pero se sabe, por experiencias anteriores, que en rara ocasión se amortizan: se usan una media de 30 días al año, con aforos cercanos al 60 por ciento.

12. Cinco de los 12 estadios que se utilizarán en Brasil 2014 corren el riesgo de convertirse en “elefantes blancos” porque se están edificando en ciudades con baja cantidad de público para partidos locales.

13. En vez de contentarse con ocho sedes, como lo exigía la FIFA, los promotores llevaron el Mundial a 12 ciudades. Esto rezagó a algunas sedes en su construcción y aumentó significativamente en el presupuesto. El argumento fue: “¿Cómo se puede realizar un mega evento deportivo en solo el 60 por ciento de un país tan grande como Brasil?”

14. Para la FIFA, el Mundial es una manifestación privada que le vende a países, multinacionales y canales de televisión. El país hace las inversiones, ya sea mediante concesiones, dinero público o empresarios; los beneficios directos van a la arcas de la FIFA.

15. El gobierno tuvo que construir con recursos del erario estadios con estándares europeos (palcos numerosos, estacionamientos enormes, sillas en todas las localidades), que no responden a la realidad de los aficionados brasileños.

16. La FIFA pide además que le entreguen dos kilómetros de espacio público alrededor de las canchas. Ahí, el organismo internacional decide quién pone publicidad y qué productos se venden, y sobre todo se asegura de que no aparezca un solo vendedor ambulante.

17. La FIFA no pagará un centavo de impuestos sobre los productos que ella misma realiza como camisetas, bebidas, recuerdos, boletas, derechos de transmisión e incluso sueldos. Es uno de los sacrificios que hace un país para organizar su fiesta.

18. Romario, delantero brasileño en el Mundial Estados Unidos de 1994, ahora político, dijo: “la FIFA hará en Brasil un beneficio de mil 800 millones de dólares, de los que debería pagar 450 millones en impuestos. Pero no va a dejar nada. Vienen, montan el circo, no gastan nada y se llevan todo”.

19. En encuestas realizadas por todo Brasil, más de la mitad de la población, alrededor de 105 millones de habitantes, no quieren que se realice la Copa del Mundo en su país.

20. A partir del año 2012, Brasil comenzó con la misión “Limpieza social”, como resultado de la cual han sido acribillados cientos de habitantes de favelas y vagabundos en las calles.

21. Desde 2008 se creó a modo de atractivo turístico una de las visitas más polémicas en la ciudad de Río de Janeiro. Tanto es así que la agencia oficial de turismo, Rio Tour, la omite de su lista de recomendaciones. Se trata de visitas a las Favelas, para que los turistas puedan observar en camionetas blindadas cómo se vive en estas zonas marginales de la ciudad.

22. La FIFA espera cosechar en Brasil 4 mil millones de dólares, es decir, el 95 por ciento de sus ingresos. Dos terceras partes vienen de los derechos televisivos y el resto de los de mercadeo (patrocinadores y productos derivados). A cambio, deberá desembolsar 576 millones en premios, una compensación diaria de 2 mil 850 dólares por jugador para sus clubes y un dinero que gira a las federaciones que participan.

23. Los escenarios para este Mundial costarán 3 mil 400 millones de dólares, cuando en 2006 los alemanes se gastaron mil 570 millones y, en 2010, los surafricanos lo hicieron con mil 400 millones. Play the Game (agencia de cálculos) realizó una investigación y calculó que cada silla le va a costar al país 5 mil 800 dólares. Por el contrario, Alemania apenas gastó 3 mil 400 dólares por espectador y después de la Copa tuvo equipos lo suficientemente populares como para hacer rentables sus estadios.

24. En infraestructura hay retrasos en los aeropuertos de siete de las 12 sedes. La línea de tren ultrarrápido entre Río de Janeiro y São Paulo se quedó como un proyecto en el aire, y las nuevas autopistas tienen problemas de contratación. De los 50 proyectos de movilidad urbana, ya se abandonaron 13.

25. Con el Mundial sin duda se crearán trabajos, pero la mayoría son temporales, mal remunerados y hasta inseguros, como se reveló con los accidentes en las obras mundialistas. En Cuiabá, sede mundialista sin terminar, incluso reclutaron mano de obra de inmigrantes haitianos para suplir los huecos.

26. En realidad, los megaeventos no tienen un impacto grande sobre el turismo, pues son tantos los que llegan como los que se van por la falta de hoteles y la inflación. En agosto de 2012, en los Juegos Olímpicos de Londres, llegaron 150 mil personas menos que las esperadas, y en Sudáfrica sólo aterrizaron 309 mil extranjeros, cuando calcularon que llegarían 450 mil viajeros. Los brasileños esperan a más de 720 mil turistas; hasta ahora, tienen asegurado su boleto 600 mil visitantes.

27. En lo que va del 2014 ya se convocaron más de ocho protestas en las calles [1] de Río de Janeiro y Sao Paulo para reclamar que se destinen más recursos a transporte, sanidad y educación.

28. Río de Janeiro anunció la creación de una unidad especial de policía para enfrentarse a las posibles protestas. La nueva unidad cuenta con cerca de 500 hombres especializados en relaciones interpersonales, con la esperanza, señalan, de neutralizar los choques.

29. En una de las ciudades sede, Fortaleza, donde se realizarán cuatro partidos de la copa, el aeropuerto que debía estar listo dos meses antes de que comenzara la justa deportiva, no lo estará debido a la mala infraestructura y a la escasez de trabajadores en la zona. Su inauguración fue postergada hasta febrero de 2017. Los aficionados que aterricen en esta ciudad serán conducidos por una lona provisoria.

30. Los hoteles subieron sus precios en un 400 por ciento para el Mundial, mientras que los vuelos domésticos incrementaron en más del mil por ciento su precio regular. Esto aleja a los turistas en vez de atraerlos.

31. En algunas ciudades, como Cuiaba y Manaos, se cuenta con 15 mil y 13 mil camas, respectivamente; mientras que los estadios tienen capacidad para 43 mil y 50 mil aficionados.

32. Un total de casi 3.3 millones de entradas serán vendidas para la primera Copa del Mundo que se realiza en Brasil desde 1950. La FIFA informó que más de 3 millones de boletos ya fueron vendidos, incluyendo aquellos a través de los programas de hospitalidad de FIFA. El público en general ha comprado cerca de 2.5 millones de boletos.

Con información obtenida de:

http://www.semana.com/mundo/articulo/mundial-2014-los-problemas-que-enfrenta-brasil/369839-3 [2]

http://www.lavanguardia.com/deportes/futbol/20140227/54401777499/mundial-2014-brasil-estadios.html[3]http://www.solidar.ch/data/0DF06392/Fifa_Dossier_Spanish.pdf [4]

http://congressoemfoco.uol.com.br/noticias/governo-e-FIFA-brigam-pelo-dinheiro-da-copa/

http://kooperationbrasilien.org/index.php?option=com_content&task=view&id=852&Itemid=53

http://veja.abril.com.br/noticia/Brasil/código-forestal-permite-desmatamento-para-obras-da-copa

Extraído de http://desinformemonos.org/2014/05/en-brasil-32-hechos-sobre-el-mundial-de-futbol/print/

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