En País Vasco, miles denuncian la dispersión de los presos políticos y la negativa del Estado Español de transitar un camino de paz

[resumen.cl] Como cada año, el segundo sábado de enero, decenas de miles de vascos, bajo el frío y lluvia del invierno del hemisferio norte, se echan a las calles de Bilbao a denunciar la política de dispersión aplicada por los Estados francés y español a los prisioneros políticos vascos. Desde el 10 de enero del 2011 cuando la organización armada ETA declaró el “alto al fuego permanente unilateral y verificable”, los vascos demandan la paz y la resolución pacífica al conflicto.

La manifestación, convocada por la red ciudadana “Sare”, fue encabezada por una pancarta en la que se puede leer el lema “Euskal Presoak Euskal Herrira (presos vascos a casa), derechos humanos, resolución y paz", portada por ex presos militantes de ETA, familiares de víctimas del terrorismo de Estado y también por Rosa Rodero, viuda del policía autonómico vasco Joseba Goikoetxea ejecutado por ETA, en una demostración que la sociedad vasca, de forma transversal, demanda avanzar a un estado de resolución del conflicto por la vía no violenta.

Si bien, mayoritariamente la izquierda independentista es la que se vuelca a las calles en este día, los más diversos sectores sindicales, sociales y políticos, que van desde la derecha vasca (PNV) a militantes de partidos españolistas como PSE o Podemos, también lo hicieron. Este año el diario Gara cuantificó en 78 mil personas la participación en la marcha, superior en 7 mil manifestantes a las desarrolladas el año anterior, en Bilbao y Baiona (Estado francés). Hay que tener presente que Bilbao es una ciudad de solo 350 mil habitantes y los vascos en total son alrededor de 3,5 millones divididos en los estados francés y español, lo que muestra la sensibilidad provocada por la situación de los presos.

De los 351 presos políticos de ETA, apenas dos están en cárceles dentro del territorio vasco, por eso a esta demanda se han sumado organizaciones independentistas catalanas como ERC y las CUP, los sindicalistas andaluces de SAT, la izquierda castellana y gallega.

Terminada la marcha central, por cuarto año consecutivo, convocados por el “Movimiento Pro-Amnistía y contra la Represión”, el sector más radical de la izquierda abertxale se congregó en la plaza Hermanos Etxebarrieta de Bilbao, visibilizando la demanda histórica de Amnistía para todos los luchadores vascos.

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