Exitosa jornada se vivió este sábado 11 de enero durante el Segundo Encuentro Intercomunal Contra Octopus, realizado en la comuna de Bulnes, en la Escuela de Milahue, a un kilómetro del lugar donde se pretende instalar la termoeléctrica en dicha comuna.

Hasta allá llegaran representantes de las coordinadoras Penco-Lirquén, Talcahuano, Tomé, además del Comité Bulnes Sin Termoeléctricas y la Asociación Socioambiental de Chillán.

Lo que se persiguió con este Segundo Encuentro no fue la masividad alcanzada en el Primer Encuentro, sino más bien generar una instancia de discusión más fluida, orientada a crear la estrategia de movilización frente al nuevo escenario que impuso la empresa al retirar de evaluación el Estudio de Impacto Ambiental del terminal regafisicador de gas natural que se buscaba instalar en la bahía de Lirquén.

Lo primero que se hizo, al iniciar la jornada, fue retroalimentar a las organizaciones con un resumen de las actividades realizadas, oportunidad en la cual el Comité de Bulnes exhibió un vídeo alusivo.

Uno de los aspectos coincidentes en el análisis es que al inicio de la oposición a Octopus no fue complejo organizar actividades debido a  la motivación y proactividad de los ciudadanos. Sin embargo, con el  tiempo el movimiento se empezó a desgastar, algo considerado como natural por los participantes.

Con todo, el análisis no fue fatalista, sino que permitió visibilizar cuáles son las mejores formas de llegar a la comunidad y cómo dosificar el tiempo y el esfuerzo en las actividades. Esto, considerando que el proceso de evaluación ambiental empezará nuevamente una vez que la empresa reingrese un nuevo estudio, lo cual significa partir de cero, aunque con bastante trabajo adelantado por parte de las organizaciones.

Se convergió que el respaldo reflejado en la Marcha Intercomunal y el Festival en Resistencia Contra Octopus, se logró gracias al “trabajo de hormiga” de informar persona a persona. Esto, para Fabián Urra del Comité Bulnes Sin Termoeléctricas, es algo fundamental que no se debe descuidar, aspecto en que coincidió el colectivo ya que permite acumular fuerza que luego será desplegada en las actividades intercomunales.

En este plano, Víctor Díaz del mismo comité, plantea que es necesario “mantener informada a la gente sobre los avances del proyecto”, porque sino se presta para especulaciones falsas, como el mito de que el proyecto está prácticamente aprobado en circunstancias que fue retirado del SEA.

En ese sentido, Richard Pincheira de ASACH, complementó diciendo que “hay que hacer informaciones fáciles para la gente” ya que lamentablemente la comodidad social impide un interés previo, apelando al daño directo y el  impacto en la cotidianeidad de las personas para acercar la problemática.

Nuevo escenario: dilatación como un arma de doble filo

Posteriormente, se diagnosticó el nuevo escenario considerando las variables más importantes. Pablo Rivas de la Coordinadora de Tomé, destacó que el nuevo gobierno en su programa plantea políticas energéticas orientadas al uso del Gas Natural Licuado (GNL). Además, habló de los nuevos plazos que implican reiterar la Participación Ciudadana (PAC) y las modificaciones del reglamento del SEA que tienden a dilatar menos el proceso de evaluación ambiental. Por último, recalcó las problemáticas que están teniendo otros proyectos en base a GNL en el país.

Víctor Díaz, a su vez, destacó del programa del nuevo gobierno “el ordenamiento territorial” sobre la instalación de la industria energética, entendiendo que este proyecto impacta en los pocos lugares que quedan para la pesca artesanal (la bahía de Concepción), y los pocos que quedan para la agricultura (corazón agrícola de Bulnes) de la región.

Ernesto Campos de Tod@s a la Moneda Chillán, señaló que en ningún caso debe instalarse este proyecto en la región, de lo que se desprende la importancia de que se frene el proyecto de terminal marítimo en la bahía de Lirquén, ya que es la puerta para que se instalen termoeléctricas en cualquier parte de la región,

Mario Cabrera de la Coordinadora Penco-Lirquén, centró  su atención en las nuevas autoridades que se designarán, quienes a la larga son los que decidirán el destino de las comunidades en la votación que entregue o no una Resolución de Calificación Ambiental (RCA), asunto que se clarificará después del 11 de marzo.

Frente a la dilatación del proceso de evaluación ambiental, se la consideró como un arma de doble filo tanto para Australis Power (empresa a cargo de Octopus) como para el movimiento socioambiental. A la empresa le sirve, se precisó, para desgastar al movimiento, aunque también están perdiendo recursos, lo que torna cada vez menos rentable el proyecto. Por lo demás, ese escenario eso puede alejar a los inversionistas, pues ya se puso en duda que exista un compromiso formal .


Estrategia de movilización: alianzas estratégicas y socialización del conflicto

Como eje importante del plan de acción intercomunal se proyectaron alianzas estratégicas con otros conflictos socioambientales,  con sectores productivos como los trabajadores portuarios, de la pesca y de la salud, por mencionar algunos. Todo esto para la socialización de la problemática, dándole un carácter regional en miras hacia la nacional.

Como hito de la oposición se fijó para el 22 de abril, Día Mundial del Medio Ambiente, una marcha intercomunal que materialice el descontento generalizado frente al uso foráneo de los recursos naturales y el abuso de las comunidades.

Juan de la Coordinadora de Talcahuano, puso énfasis al eje comunicacional, ante lo cual  se generó una comisión de comunicaciones intercomunal que centralice la información y el discurso como coordinadora de todos los territorios. Además, se generó otra comisión técnico-jurídica que genere insumos y claridades con respecto a los tiempos que impone el marco jurídico en materia ambiental.

Extraido de: http://www.tribunadelbiobio.cl/portal/index.php?option=com_content&task=view&id=8025&Itemid=100

Fuente: Comité Bulnes sin Termoeléctricas