Al cierre de la industria textil, se une la baja en la producción de la pesquera Camanchaca y la baja cuota de merluza que tiene a los pescadores artesanales de Colcholhue, estos últimos efectuaron movilizaciones durante diciembre, sin embargo solo recibieron ofertas de paliativos.

La crisis del empleo se vuelve estructural y amenaza con agudizarse en Tomé, el otrora pujante puerto industrial, hoy ve la desazón en sus gentes.  Frente al fracaso del modelo económico urge que le Estado invierta en trabajos productivos y dignos.