Subcontratados despedidos denuncian a la Petrolera.
El 28 de septiembre del año 2008, mientras Elsa y Sandra cumplían su labor de telefonistas de la planta refinadora de la ENAP en Hualpen, son informadas intempestivamente de que están despedidas, además las conminan a abandonar el lugar donde han trabajo por casi veinte años en un plazo de dos horas. Entre los que notifican esta José Quezada jefe de seguridad de ENAP, Laura Loisa antigua funcionaria de ENAP que actuaba como subcontratista para la misma, persona a la que Sandra y Elsa habían visto con anterioridad solo una vez y José Quezada jefe de informática de ENAP, en la practica el verdadero jefe directo de ellas durante los últimos años.
Los años anteriores 2006-2007 habían sido los años en que el tema de la subcontratación saltó a la palestra; en el norte del país, trabajadores en esta condición, inician históricas jornadas de movilización, las cuales también se extienden a la Región de Concepción. Las protestas obligan al Estado a promulgar un ley que rija el trabajo subcontratado, y a partir de ello los trabajadores exigen que al menos las empresas estatales como CODELCO o ENAP inicien un proceso de internalización a las empresas mandantes de los trabajadores que cumplan funciones directas y tengan antiguedad en la empresa.
Este fue el caso de las telefonistas Elsa Machuca y Sandra Angulo, quienes trabajaban en ENAP desde 1989, durante todos estos años en sus contratos cambiaba el nombre de sus empleadores pero en la practica ellas trabajaban y recibían instrucciones directas de ejecutivos de ENAP. Fue así, que cuando la Inspección del Trabajo de Talcahuano, a inicios del 2008, envió al fiscalizador Jorge Sandoval, este constato no solo el vínculo directo de trabajo entre Elsa y Sandra con la refinería ENAP, sino además que había simulación de contratos, cursando una multa a la empresa por tales hechos.
En Santiago la Inspección del Trabajo tomó una medida similar, a partir de la promulgación de la ley de subcontrato, que obligaba a CODELCO a “internalizar” a cerca de 4 mil trabajadores, sin embargo y paradojicamente la cuprífera estatal, apeló el dictamen del organismo que el propio Estado tiene para fiscalizar el cumplimiento de las leyes laborales en Chile, ante los tribunales de justicia. Estos últimos dictaron un fallo a favor de la gerencia de CODELCO y en contra de los trabajadores subcontratados, con lo cual y de hecho, la ley de subcontratación pasó a ser letra muerta. Sin duda la idea era detener el proceso que amenazaba extenderse a las empresas privadas y dentro de estas, las poderosas empresas mineras transnacionales, que ejercen un control sobre diversas instituciones de la sociedad chilena, ya sea Gobierno, parlamento, poder judicial, fuerzas armadas, medios de comunicación, organizaciones empresariales entre otros, pero además, como manifestó a Resumen Cristian Cuevas, cabeza visible de aquellas manifestaciones “salvaguardar los poderes facticos construidos al interior de estas empresas estatales, por personas que manejan este negocio de la subcontracion y que están ligadas a ejecutivos, incluso dirigentes sindicales y que vía familiares, amigos o vínculos políticos han lucrado por décadas con este negocio”
Hoy Elsa y Sandra vinculan su despido a la fiscalización que la Inspección del Trabajo realizó a la planta refinadora de petroleo de ENAP en Hualpen a inicios del 2008. Fue una manera de reprimir una demanda legitima de los trabajadores que desarrollando muchas veces la misma función que un enapino, tienen diferencias salariales del doble o el triple, sin contar una serie de otros derechos..
Sin embargo estas dos mujeres, solas y sin sindicato, se negaron a firmar su despido y iniciaron acciones judiciales contra la ENAP, han acudido a la comisión investigadora sobre ENAP en el parlamento a exponer su caso, y a pesar de los primeros fallos contrarios, no se amilanan y continúan su cruzada, “si tenemos que llegar a exponer nuestra situación a organismos internacionales como la corte interamericana de justicia o la Organización Internacional del Trabajo en Ginebra lo vamos a hacer”.
Es por ello que la empresa hoy les niega incluso el acceso a la planta, en la cual laboraron por casi dos décadas; “un día el abogado de la empresa Alberto Valenzuela me vio al interior de ENAP, en ese momento me saludo normalmente, al día siguiente me prohibieron el acceso a la planta, por instrucciones del gerente de recursos humanos Walton Cherres, me dijeron en portería. Y es que ambos, nos vieron en el parlamento en Valparaiso, cuando presentamos nuestro testimonio a la comisión” nos comenta Sandra quien visitaba la Planta para vender diversos objetos a sus antiguos compañeros como forma de ganarse sus pesos.
Paradojalmente hoy el antiguo gobernador de Concepción y recién elegido presidente regional del Partido Socialista (PS) Dante Gebahuer señala a los medios de comunicación que la nueva linea del partido (ahora que son oposición) sera acercarse a los trabajadores. Se olvida el ex gobernador que la SEREMI del trabajo en la región durante los gobiernos de la Concertación estuvo en manos del PS, que muchos ejecutivos de las empresas estatales militan en su partido, que varias de las empresas subcontratistas utilizadas como pantalla en las empresas estatales pertenecían a miembros del PS.
Cuando el propio Estado viola sus leyes laborales ¿Que queda para la empresa privada?... después se preguntan por que creció la pobreza y la desigualdad social durante los últimos 8 años de gobierno socialista.
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