Sandra Valeria / resumen.cl
Fui afortunada en medio de la larga noche de los años oscuros y opresores de los años 70, en este, mi país; se deslizaban con brillo y luz, profesores, maestros, que iluminaban los pasillos y salas de un establecimiento público vulnerable, abandonado en la relegación de la no importancia de la educación.
Estas figuras docentes marcaban la diferencia, daban luz a las cabezas y corazones de nosotros/as, los estudiantes, y nos enseñaban a pensar, crear y gozar de las letras de plumas de escritores, no disponibles en una escuálida biblioteca. Para ello un profesor , grande, de voz ronca , de aspecto serio, sujeto a un cigarro, con una fuerte respiración y con una mirada directa, el profe Cantero (Rolando Cantero de Castellano) se disponía con empeño y convicción a escribir a máquina, tecla por tecla, capítulos de libros. Reproducidos en un básico esténcil y multiplicados para hacer llegar a las manos de sus queridos/as estudiantes y, así poder leer al Quijote de la Mancha, García Márquez, Julio Cortázar, Baldomero Lillo, entre otros.
Este empeño lo animaba un grupo de profesores, que resistían la oscuridad, la opresión y la política de ignorancia y censura a la diferencia de ideas en las aulas o en cualquier parte del país. El detartamento de Castellano era distinto, de profesoras de voz fuerte, de palabra emotiva y de goce, pese a todo, de la creación artística, poética y teatral. Con ellas, Olimpia y Alicia, el Quijote de la Mancha era un festín, los valores transmitidos, flotaban en el aula y nosotros/as alucinábamos con el sueño de un mundo mejor. Gabriela Mistral, recitaba a través de ellas su poema “todas íbamos a ser reinas”... Con el Profesor Canteros montamos en el gimnasio del liceo las obras Antígona, Jesucristo Súper Estrella y, volábamos, crecíamos, creábamos y pensábamos. Ya no íbamos a ser iguales respecto de quienes no los tuvieron como maestros.
En los recreos ellos/as descansaban en los pasillos junto con los estudiantes y se reunían a resistir junto con otro de los grandes Estanislao Montoya de Historia; reían, tomaban café, fumaban, hablaban con nosotros/as, los estudiantes, y, organizaban como resistir al sistema que los oprimía y amenazaba todos los días, por pensar distinto, por vivir con amor a la vida, por ser una luz entre los estudiantes, por cantar con fuerza el himno nacional y silenciarse notorio y fuerte en la estrofa agregada por el régimen militar, por ser valientes, por querer soñar con un mundo mejor como el Quijote, por luchar, todos los días entre letras, teatro y resistencia.
Ha partido el profesor Cantero, y se lleva con él miles de imágenes de la lucha contra la dictadura, de la risa y cara de sorpresa de sus estudiantes, de la alegría del teatro bien montado, del cigarro conversado, de sus amigos y camaradas de resistencia, de un sueño no logrado pero luchado. Allí, ahora te encuentras con Estanislao y Alicia, que también ya partieron, pero siguen inspirando el amor a la vida, el bienestar para todos/as, la justicia, la libertad, el respeto y el amor por el ser humano, “más allá de todo y más allá, vive el amor”, decía Alicia.
Feliz encuentro profes, aquí los que los escuchamos y vivimos nuestro crecer con ustedes, los recordamos. Llévate un saludo profe Cantero, para quienes te esperan para conversar, reír y seguir soñando con un mejor mundo, algún día.