La renuncia a la intendencia de Jacqueline Van Rysselberghe (JVR) no ha impedido que sus operadores continúen ejecutando sus políticas y dictados. Otro escándalo se develó la última semana de abril, durante una ceremonia de entrega de llaves a pobladores del sector Pedro de Valdivia Bajo, en Concepción. 

Un grupo de antiguos residentes en el sector, que incluía a dirigentes vecinales, funó la ceremonia, denunciando a viva voz que el beneficio habitacional se había entregado con criterios políticos-electorales. En concreto, sólo se benefició a aquellos afines al de JVR, “los que colocaron banderas naranjas durante la campaña anterior” señalaron los ex dirigentes.

Una concejal del municipio penquista denunció además, que tiene antecedentes sobre el cobro que los dirigentes barriales cercanos a la UDI, habrían realizado cobros para beneficio propio para inscribir gente en la lista de beneficiados.

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