Estación Isidora: Exponer las huellas de Isidora Aguirre por el Biobío
En Cultura
Convocatoria Estación Isidora[/caption]
Es así que las investigadoras Nora Fuentealba, Pamela Vergara y Francisca Díaz han comenzado una convocatoria abierta para recibir relatos, fotografías, trozos de papel y otros archivos de las y los habitantes del Biobío con relación a la dramaturga: un espacio en internet donde podrán exponerse desde piezas que contengan una relación estrecha con Isidora, como haber actuado o presenciado sus obras, participado en sus talleres, investigaciones y recorridos; o haberla utilizado de referencia en creaciones propias, adaptaciones de sus obras en los barrios y escuelas, tesis, escritos u otros.
El llamado que comenzó a comienzos de octubre, luego de terminada la convocatoria, dará paso a la revisión del archivo y su posterior montaje el cual se lanzará en enero de 2021 y podrá ser visualizado públicamente por sus redes sociales.
Pero Estación Isidora también comprenderá otras actividades. “Impulsará talleres de radioteatro en distintas instancias y, además, se darán a conocer muy pronto cápsulas radiales donde podrán escuchar la voz de Isidora representada por una actriz que nos dará a conocer su labor y relación con la región”, nos adelanta Nora, la investigadora principal.
El desafío de interpretarla lo realizará Francisca Díaz, actriz y también investigadora del proyecto, el cual lo toma con “mucho orgullo y entretención” ya que Isidora “tuvo un rol descentralizador, con un trabajo extenso en regiones y un importante contenido político y social, transformándose en un referente nacional e internacional hasta el día de hoy, así que el desafío es estudiarla, ver sus entrevistas y videos, realizando una recopilación que permita un trabajo como ella lo merece”.
En efecto, la labor de Isidora Aguirre en incluir en el teatro y cultura nacional a los elementos marginados por el centralismo le llevó a forjar una relación especial con esta región. Esto gracias, en primera instancia a la mediación con el Teatro de la Universidad de Concepción en 1957, compañía que estrenó una de sus primeras obras de larga duración Dos más dos son cinco, bajo la dirección de Gustavo Meza.
Desde este punto, Isidora logró “compartir su conocimiento con compañías de teatro aficionado y con personas que también querían iniciarse en las prácticas teatrales, quienes eran de distintas comunas y que se aunaban en estas escuelas de teatro y que pudieron aprender muy de cerca de ella dramaturgia”, destaca Pamela Vergara, coinvestigadora del proyecto cuyos temas de interés tienen relación con las prácticas teatrales comunitarias en contexto de dictadura. Por esto “pensamos que, además, de las compañías formales que pusieron en escena estas obras de la mano de Isidora Aguirre, también están estas otras personas que pudieron montarlas gracias al rol de la artista como guía al compartir sus saberes y su amor teatral”, agregó.
Es de esperar que emerjan pasajes de la autora poco explorados del pueblo biobiano, de quienes pudieron presenciar la obra de Las Tres Pascualas en 1957 o Retablo de Yumbel en 1986, sobre la masacre de los trabajadores de Laja y San Rosendo que para su estreno en Concepción justo el Frente Patriótico Manuel Rodríguez atentara contra en dictador.
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